Shorashim Yad es un centro de Torá, que se encuentra en la planta baja del edificio residencial Palmas Hill. Hay personas solas estudiando con mucho fervor; por otro lado, un grupo de jóvenes estudiando y discutiendo. En otro rincón, una mesa que reunía desde niños pequeños hasta jóvenes de preparatoria. Todos ellos concentrados en un tema: la Torá.
Sus fundadores: el Rabino José Camahi y el Rabino Dan Cohen.

Qué es este sitio, ¿centro de estudio, Yeshivá o sinagoga?

Es una pregunta difícil porque no hay una sola respuesta. Hay rezos como en una sinagoga, estudios como en una Yeshivá y centro vivencial porque abarcamos todo tipo de situaciones: pueden ser discusiones que tiene que ver con la Torá, pero son de la vida diaria, como problemas de negocios.

Ambos sus fundadores organizaron este lugar con el único objetivo de poder transmitir los valores de la Torá de forma diferente, actual y vivencial.

Expresa el Rabino José Camahi:

“Estoy muy emocionado por este proyecto, era un reto personal. Crecí como un persona no
observante, poco a poco fui encontrando el camino de la Torá: me llena, todos los días de mi vida tienen un sentido especial. Mi responsabilidad moral como yehudí es que todos puedan
conocer esa gran satisfacción que hay detrás de estos libros que parece que no tienen nada. Sin embargo, hay una gran luz detrás de ellos.

Este lugar es independiente de cualquier comunidad: nosotros buscamos los fondos. Tenemos estudiantes de todas las comunidades, haciéndoles sentir a todos bienvenidos.

Tenemos estructurado el lugar de una forma muy agradable; profundizando en sus dudas, en muchas ocasiones ellos solos encuentran sus propias respuestas.

A mí no me interesa ser el maestro de los mismos alumnos; quiero que ellos me den clases en su momento. Tenemos varios niveles de estudios dividido en trimestres.

Quienes tienen dudas acerca de lo que es la Torá conforman el primer grupo. Sigue el grupo que comienza a conectarse con la formalidad por medio de herramientas”.

Las clases duran aproximadamente en dos años, dependiendo del desempeño de los alumnos.
Pueden estudiar solos, aún cuando, en un principio no sepan hebreo o arameo.

Las personas que asisten no tiene que ser practicantes: existen conferencias durante la semana
que abarcan todo tipo de temas como: existencia de extraterrestres, bujería, magia negra, vida
después de la vida, todo lo que tiene que ver con dudas prácticas. Después van conociendo mucho más.

El rabino Dan Cohen, socio fundador de Shorashim Yad, comentó: “Yo no era religioso, durante mi viaje de Hajshará (viaje a Israel después de terminar la preparatoria), tuve la experiencia de estar en una Yeshivá. Aquí transmitimos estructura: vienen personas que no habían tenido anteriormente contacto con la Torá. Sabemos perfectamente como asusta la Torá cuando no la conoces.

En mi proceso de Teshuvá (regreso a la Torá) me enfrenté a muchas faltas de respeto de parte de la gente muy religiosa, es algo que he vivido y critico. Los valores de la Torá no promueven eso; la Torá dicta respeto, comprender, ser bueno. Religioso no significa tener una kipá y barba, significa cumplir las leyes. Si en el punto de respeto la gente falla, no son religiosos.

Cuando yo comencé a trabajar con gente que no es religiosa me di cuenta al mismo tiempo que hay que trabajar mucho con la gente que es religiosa. Una persona religiosa, lo que tiene que hacer es platicar, aclarar, informar y enseñar las leyes de la Torá.

Generalmente, mucha gente no sabe lo que es la Torá. Hay muchos prejuicios, falta de información, ignorancia, tal vez porque la gente religiosa no sabe transmitir la verdad de la Torá. Queremos que la persona que busque sus raíces encuentre la propuesta real: alegría y profundidad”.