El Rey Abdullah II de Jordania dio su “Discurso de la Corona” el 24 de mayo del 2016 para conmemorar el día de la independencia jordana y el 70o aniversario de la fundación de la monarquía hachemita de Jordania.  Su actitud hacia la cuestión palestina merece atención. 

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Abdullah declaró que Palestina es parte del “Arabismo [uruba]” de la Gran Revuelta Arabe contra los turcos otomanos declarada el 5 de junio de 1916, y explicó la centralidad de la Mezquita al-Aqsa como la responsabilidad principal de los hachemitas.

La Revuelta Arabe vió a los hachemitas uniéndose a los británicos en la Primera Guerra Mundial que terminó el Califato Otomano y estableció el nacionalismo árabe en sus ruinas.

Abdullah ignoró los deseos palestinos de un estado – y al nacionalismo palestino en general – y declaró que Palestina es parte del “arabismo (identidad árabe) queriendo decir que no hay ninguna distinción palestina.

El Discurso de la Corona llegó después de un deterioro progresivo en las relaciones entre Jordania y la Autoridad Palestina al punto de una ruptura entre el Rey y el jefe de la AP, Abu Mazen.  Esta comenzó hace dos años cuando los palestinos obligaron a la delegación jordana ante el Consejo de Seguridad de la ONU enviar una propuesta contraria a la posición de Jordania con respecto a Jerusalem. Continuó con la expulsión bochornosa de una prominente figura religiosa jordana de la Mezquita al-Aqsa, el fracaso de Jordania para instalar cámaras de seguridad sobre el Monte del Templo después de las objeciones palestinas, y muy recientemente, la abrogation de un acuerdo escrito entre Jordania y la AP acerca de que Jordania represente a Jerusalem en UNESCO. Un recordatorio: los palestinos aprobaron una decisión en UNESCO borrando la historia judía sobre el Monte del Templo.

Cerniéndose sobre la grieta entre Jordania y la AP está la posible opción jordana de cerrar los puentes sobre el Río Jordán como Egipto cerró su cruce de Rafah con Gaza. Jordania amenazó con hacerlo después de la expulsión de sus representantes de la Mezquita al-Aqsa, y nunca ha rescindido la amenaza. Esto explica una delegación de comerciantes de Hebrón para crear un acuerdo comercial separado entre Hebrón y Jordania que no sería perjudicado por los cierres de puentes. Actualmente está siendo organizada una gran delegación de las poblaciones de las Colinas de Hebrón.

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Discurso de Su Majestad el Rey Abdullah II En Ocasión del 70o Día de la Independencia de Jordania

Amman, Jordania

24 de mayo del 2016

(Traducido del árabe)

Paz, que la misericordia y bendiciones de Dios estén sobre ustedes.

Jordania está celebrando su 70o Día de la Independencia, junto con el centenario de la Gran Revuelta Arabe y renacimiento árabe. Estas ocasiones históricas han plantado y nutrido las semillas de nuestra patria, con sacrificio, valentía y un profundo sentido de pertenencia. Son la fuente de nuestros valores, principios y las bases de nuestras políticas. Estamos juntos para conmemorar los acontecimientos que moldearon nuestra historia y para honrar a los líderes, y a los hombres y mujeres, que establecieron el curso que encendió nuestro camino hacia el futuro.

Estos principios ― adoptados por las generaciones de la Revuelta Arabe ― son el faro que lideró el camino a la independencia y la Jordania del futuro. La Proclama de Independencia fue firmada hace 70 años por nuestro Abuelo Fundador [Su Majestad el fallecido Rey Abdullah I], aquí en el Palacio Raghadan, haciendo de este lugar un testigo de los sacrificios y valores que condujeron la construcción de Jordania.

Incluso ahora, la primer bala disparada en la Gran Revuelta Arabe resuena todavía en los cielos de nuestra nación. Todo jordano lleva dentro algo de ese día y estos principios se encuentran en el centro de su identidad.

Nuestra generación debe entender que la Gran Revuelta Arabe no fue un hecho aislado en la historia. Más bien, fue el comienzo de una nación establecida sobre principios claros que reflejan la naturaleza verdadera de los jordanos, como un pueblo con una capacidad excepcional para sobrevivir a las pruebas del tiempo, estableciendo las bases para nuestro desarrollo continuo.

Jordania, la heredera de la bandera de la Gran Revuelta Arabe y el renacimiento que esta encendió, está basada en la justicia, igualdad, ciudadanía y el imperio del derecho. No hay diferencia entre los jordanos, excepto por lo que hacen para su país.

Estoy inspirado por la visión clara de Sharif Hussein y su llamado a la unidad, libertad y pluralismo tanto como su defensa de la armonía religiosa. Fue él quien dijo, “Los árabes eran árabes antes de ser musulmanes o cristianos.”

Esta nación fue levantada sobre la unidad y una identidad unificadora que adopta a todos los que, con dignidad y orgullo de ser jordanos, creen en este país, lo estiman y defienden. Todo ciudadano es un socio pleno en el proceso de construcción, trabajo duro y dar, y comparten derechos y obligaciones.

Con los principios que consagra, nuestro país se mantiene firme, orgulloso y dignificado. Resiliente, se mueve hacia adelante a pesar de los tiempos difíciles, mientras otras naciones se han desmoronado.

El orgullo de nuestro país por su religión e identidad árabe es una constante nacional. Jordania fue fundada sobre la legitimidad religiosa de los hachemitas, quienes defienden al Islam en una forma que presenta al mundo la imagen verdadera de esta religión como una fe de tolerancia que rechaza todas las formas de extremismo y violencia.

Jordania, con su identidad unificadora, da la bienvenida y apoya a sus hermanos árabes. A pesar de su tamaño y recursos exiguos, sobresale en el mundo como un ejemplo claro de compasión, generosidad y una nación que ayuda a los necesitados.

Y a pesar de todos los desafíos, la sólida unión nacional, coherencia social y naturaleza pacífica de Jordania le dan fuerza.

Nuestro país cree que las soluciones políticas son el único camino para asegurar la cooperación internacional y justicia en una comunidad global. La causa que defendió la Gran Revuelta Arabe, y la que es nuestra prioridad principal, es la identidad árabe de Palestina.

Nuestro bisabuelo [Sharif Hussein] fue enviado al exilio y sacrificó su trono mientras defendía la identidad árabe de Palestina. El gastó todo lo que poseía para renovar la Mezquita Al Aqsa; de ahí que fue llamado el ‘Amigo de Al Aqsa’ en su vida y el ‘Vecino de Al Aqsa’ en su muerte. Y los hachemitas todavía cumplen con sus responsabilidades y deberes hacia los sitios santos de Jerusalem.

Jordania está construida sobre el sacrificio y su pueblo nunca duda en servir a y defender a su patria. Los jordanos son los descendientes de los hombres que cargaron la bandera de la Revuelta y los que se ofrecieron en el nombre de la nación.

Hermanos y hermanas, con la ayuda de Dios, y la determinación y consciencia de su pueblo, Jordania ha surgido como un país con un mensaje: el mensaje de libertad, paz, armonía y desarrollo, basándonos en nuestros principios y orgullosos de nuestra identidad y logros.

Paz, que la misericordia y bendiciones de Dios estén sobre ustedes.

Fuente: Jerusalem Center for Public Affairs- Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México

Pinhas Inbari es un corresponsal veterano en asuntos árabes que anteriormente informaba para Radio Israel y el diario Al Hamishmar, y actualmente se desempeña como un analista para el Jerusalem Center for Public Affairs.