RABINO MARCELO RITTNER

Parasha Naso 5776

Hace ya algún tiempo arqueólogos de la Universidad de Bar Ilan, realizaron una excavación en algunas cuevas al sur de Jerusalén y encontraron el texto hebreo más antiguo. Por lo menos 400 años más antiguo que los textos de Qumram. Lo que llamó la atención de este descubrimiento fue que palabra por palabra y sin modificación alguna, era el texto de Birkat Kohanim, la bendición de los sacerdotes, que utilizamos en las sinagogas de todo el mundo hasta nuestros días en nuestros rezos diarios y también en ceremonias del ciclo de vida como brit-milá, bar y bat mitzvá, bodas y de forma personal.

Imaginen que impresionante, el hecho que hoy, como hace 2700 años en la época del Primer Templo de Jerusalén la misma bendición está dirigida al mismo pueblo. Honestamente, no me parece superficial afirmar que estas palabras que por miles de años son pronunciadas en los momentos más solemnes de la vida judía, sean las que han asegurado la milagrosa sobrevivencia de nuestro pueblo.

La historia de Israel, prueba que un pueblo a lo largo de su historia puede enfrentar calamidades y aún así no desaparecer de su palco histórico. Puede perder su tierra, la centralidad y forma de su culto, su idioma, su organización política, … solamente una cosa no puede perder: sus ideales y su misión histórica. Y estos dos factores están entrelazados. Los ideales determinan la misión y ésta presupone justamente estos ideales.

Este Shabat, una vez más leemos de la Torá, la parashá Nasó, en la cual encontramos esta bendición sacerdotal, Bircat Cohanim. Son tres oraciones que expresan de forma increíble los principales ideales de vida del pueblo de Israel. En ritmo poético, la primera frase contiene 3 palabras, la segunda frase 5 y la tercera 7 palabras. La bendición expresa todo lo que Dios pueda desear al ser humano o al pueblo judío.

La primera frase: “que Adonai te bendiga y te proteja”. Ibn Ezra lo explicó como la bendición a Israel para que tuviera prosperidad. Otros comentaristas diciendo que Dios te bendiga con bienes, pero que te proteja que estos bienes no confundan tus principios y forma de vida.

La segunda frase: “que Adonai esté presente en tu vida y Te acompañe”, y hace referencia a tus bienes espirituales, a la Torá como parte esencial de tu vida. Y la tercera que complementa la bendición material y espiritual, es la máxima bendición: “que Adonai esté cerca de ti y Te conceda la paz”.

El mensaje es claro. Que Dios esté en tu vida diaria y que vivas la plenitud del sentido de tu existencia. Alcanzar la paz en tu vida es alcanzar el estado más completo en tu ser espiritual. Es alcanzar el nivel de armonía total con Dios y con el prójimo. Por lo tanto, solamente los verdaderos amantes de la paz, los respetuosos del prójimo, son quienes merecen recibir esta bendición.

Familia Bet El, el momento histórico que nos toca hoy vivir es dramático. Terriblemente triste.

Por un lado lloramos a nuestras víctimas del atentado terrorista en un café en el centro comercial de Sorona en Tel Aviv, y sentimos que somos uno, que estamos juntos ante el terrorismo islamista y la seguridad de nuestra mediná. Somos Am ejad.

Y días después, enfrentamos en el kotel provocaciones orquestadas por los rabinos del lugar y de Jerusalén, invadiendo el lugar designado por el gobierno para uso de los grupos Masorti, y Reform, colocando una mejitzá y prohibiendo el paso a los que allí querían rezar. Todo solapado por el rabinato de Israel y con la policía como espectadores.

Daienu. Ya basta. ¡Y que lo oigan los fanáticos y extremistas religiosos de nuestro pueblo!

Que lo oigan en Israel, cuando como hordas salvajes invaden el espacio del kotel asignado para los judíos reformistas y conservadores, gritando consignas ofensivas y provocando para que por medio de violencia este lugar se transforme en un campo de batalla. Que lo oiga Shlomo Amar, gran Rabino de Jerusalén, que llama a los judíos no ortodoxos de malvados. Que lo oiga el primer ministro Netanyahu y que cumpla su palabra de que cada judío tiene su lugar en Israel para vivir de acuerdo a sus ideales y práctica de vida judía. Si él no lo hiciera, el sueño judío dejará de ser el del pueblo judío, para dar lugar una pesadilla fomentada por unos fanáticos irracionales sedientos de poder y recursos financieros.

Que lo escuchen los “dueños” sin escritura del Kotel: El Kotel pertenece a todo el pueblo judío. Y la bendición de Dios es para cada uno y todo su pueblo.

Y que lo escuchen los radicales y sus dirigentes en México. Aquellos que construyen murallas de separación y odio en lugar buscar asegurar la sobrevivencia y harmonía. Que dan abrazos de osos. Que difaman y ofenden a nuestra comunidad, sus rabinos y a sus familias. A los que creen tener la franquicia exclusiva de su Dios en la tierra. Daienu. Ya basta.

¿Cuál es el verdadero Israel? ¿Cuál es el Israel de nuestros sueños? El Israel por el que miles de personas han dado sus vidas, muchos como soldados y muchos como víctimas del terrorismo.

Mi Israel es el que soñaron nuestros profetas, el que soñaron nuestros líderes, Ben Gurion, Golda Meir, Moshe Dayan, Menajem Begin, Shimon Peres. Mi sueño es el Israel eterno. Un lugar de paz y respeto a todas las formas de manifestación religiosas. Un país de paz y seguridad para todos sus habitantes. Dejemos de ser indiferentes.

Que se escuche nuestra voz, que se respeten nuestros derechos. En México, en Israel.

Cada vez que pronunciamos o recibimos la bendición, hay algo que llama la atención. Aun cuando recitada para muchas y diferentes personas, la brajá está en singular. ¿ Por qué? Escuchen: “haberaja haikarit hi ajdut”. La mayor de las bendiciones que Israel recibe, es la de unidad de su pueblo”.

Que podamos honestamente, sinceramente eliminar sinat ajim, que esas tan tristes imágenes de confrontación den lugar al respeto, tolerancia y la preocupación de unos por otros. Que den lugar al Am ejad im Lev ejad, un pueblo unido. Shabat shalom

Y que todos seamos merecedores de esta bendición.

Shabat Shalom.