¿Por qué el establishment judío no se opone públicamente la ocupación? Mi sensación es que la mayoría simplemente no piensan que si se termina la ocupación se  pondrá fin a los complicados dilemas que Israel enfrenta, o que tal decisión ayude a traer la paz.

DAVID BERNSTEIN

En la conferencia de JStreetU en abril, los estudiantes activistas insistieron que el establecimiento judío denuncie públicamente la ocupación israelí. Mientras que los estudiantes de la rama más inflexible J Street U, If Not Now, protestaron contra organizaciones judías por no oponerse públicamente a la ocupación, sin embargo se niegan a dialogar con sus líderes para discutir las demandas. Estos estudiantes insisten, como si fueran voces de la extrema derecha, que los demás acepten sus puntos de vista, a la vez que participan en el diálogo.

Así que ¿por qué el establishment judío no se opone públicamente la ocupación? Mi sensación es que la mayoría simplemente no piensan que si se termina la ocupación se  pondrá fin a los complicados dilemas que Israel enfrenta, o que tal decision ayude a traer la paz.

La mayoría de los líderes judíos reconoce que el gobierno de Israel en los “territorios ocupados” o “territorios administrados” o “territorios liberados” o “Judea y Samaria” no es ideal. Son muy conscientes de las dificultades y humillaciones que muchos palestinos sufren rutinariamente. Reconocen la escasa movilidad de los palestinos, la confiscación de tierras, las demoliciones de casas y la naturaleza a veces arbitraria de las detenciones administrativas. Les preocupan las tendencias demográficas a largo plazo de una población palestina cada vez mayor, lo que aumenta el aislamiento político de Israel.

Pero a diferencia de los activistas anti-ocupación, figuras del establishment, incluido yo mismo, están menos seguros que Israel tiene el poder, por sí mismo, para lograr la paz y la seguridad.

Los que piden el fin inmediato de la ocupación a menudo omiten ciertos detalles. Rara vez dicen exactamente cómo Israel debe poner fin a la ocupación. La mayoría se opone a una retirada unilateral israelí de Cisjordania.

Casi siempre critican la retirada de Israel de Gaza 2005 y atacan al gobierno israelí por haber salido (de Gaza) sin un acuerdo sobre un marco para la seguridad y la gobernabilidad. Muchos incluso culpan a Israel por la toma de control de Hamas en Gaza.

Así que si los activistas anti-ocupación – al menos aquellos que apoyan el derecho de Israel a existir – se oponen a la retirada unilateral, entonces deben apoyar la única alternativa al unilateralismo: una solución negociada de dos estados. Pocos, sin embargo, parecen preguntarse si la Autoridad Palestina estaría de acuerdo en una solución. Simplemente asumen que si Israel intentara llegar a un acuerdo, el liderazgo palestino aceptaría y haría la paz.

Aunque muchos estarían encantados si el gobierno israelí fuera más generoso en su apoyo a una solución política, hay dudas que la Autoridad Palestina podría corresponder. En 2008, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas rechazó una oferta del primer ministro israelí, Ehud Olmert, que habría dado a los palestinos un estado contiguo con una capital en Jerusalem.

Ocho años antes, la Autoridad Palestina de Yasser Arafat demostró poca disposición a un acuerdo de dos estados. Hubo varias ofertas sobre la mesa entre septiembre y diciembre de 2000, la última (oferta) fue extendida por el Presidente Clinton. La dirección palestina no cedió.

Por desgracia, la población palestina, no sólo su liderazgo, en su gran mayoría rechaza un acuerdo de paz. Es posible que con un acuerdo negociado en lugar, muchos cambiarían de parecer, pero se enfrentarían a una oposición política interna.

Incluso si los activistas anti-ocupación nombran a Israel como el principal responsable del estancamiento, al menos podrían reconocer que existen dudas sobre la voluntad de muchos palestinos a vivir en paz.

Los activistas anti-ocupación también podrían considerar la posibilidad de que llegar a un acuerdo de paz podría no llevar la paz y la seguridad.

Planes como estos a veces se ven mejor en el papel que lo hacen en la realidad. Además no hay certeza de que la Autoridad Palestina pueda sobrevivir a los vientos de inestabilidad que soplan a través del Medio Oriente.

Es muy posible que la Autoridad Palestina pudiera ser depuesta o implosionara. Israel, pordría enfrentarse a un adversario hostil que se encuentre en callejones de Jerusalem y a unos cuantos kilómetros de distancia de su aeropuerto internacional. Confrontado con el incesante lanzamiento de cohetes y ataques transfronterizos, es incluso posible que Israel se viera obligado a re-ocupar los territorios.

Esto no significa que Israel no debería buscar un acuerdo de paz. Existen por lo menos los mismos riesgos para la seguridad y el bienestar de Israel, de mantener el status quo, que de cambiarlo. Sin embargo, la búsqueda de paz ofrece esperanza. Mantener el status quo sólo ofrece más de lo mismo.

Estas dudas, sin embargo, influyen en mi postura pública hacia el estado judío. A diferencia de los activistas anti-ocupación, no exijo a Israel que tome medidas que pueden no funcionar.

Pido a Israel hacer todo lo posible para lograr la paz. Pero a diferencia de los que exhortan sólo a Israel para poner fin a la ocupación, creo que para la paz se necesitan dos.

Fuente: The Jewish Week