RICHARD A. CLARK
Unidades militares rusas y los terroristas de ISIS están luchando y matándose unos a otros en Siria, pero, irónicamente, los líderes de Rusia e ISIS podrían querer ambos el mismo candidato en la elección presidencial de Estados Unidos. Por otra parte, ambos podrían estar en posición de influir hasta cierto punto en el resultado. Estas dos fuerzas extranjeras pueden ayudar a decidir quién será el próximo presidente de Estados Unidos.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Para Vladimir Putin, la elección de Donald Trump puede poner en peligro la alianza militar de la OTAN. Trump ha dicho que EE.UU. no defendería automáticamente a sus aliados del tratado y que podríamos retirar nuestras fuerzas de Europa y Asia. Este debilitamiento del compromiso de Estados Unidos con la OTAN se produce en un momento en que la alianza militar trata de disuadir a Rusia de la amenaza de anexarse las naciones del Báltico, como hizo en la guerra de Crimea.

Para ISIS, la elección de Trump les ayudaría a validar la afirmación del grupo de que EE.UU. está en guerra con el Islam. Esa narrativa ha sido una herramienta poderosa para ISIS en el reclutamiento de personas para que se unan a sus filas y cometan ataques terroristas.  Las observaciones y propuestas anti-islámicas de Trump podrían, contra toda lógica, fortalecer al grupo terrorista.

Las organizaciones de inteligencia rusas parecen haber hackeado el Comité Nacional Demócrata y el Departamento de Estado. Podemos suponer que también han llegado a las redes de la Fundación Clinton y la familia Clinton. Las recientes filtraciones selectivas de correos electrónicos de la DNC pueden ser sólo el comienzo de un goteo constante de revelaciones embarazosas destinadas a perjudicar a Clinton en las elecciones.

ISIS ha demostrado su capacidad para llevar a cabo ataques terroristas o matanzas de lobo solitario en Oriente Medio, Estados Unidos y Europa, incluyendo los eventos temporizados a fechas específicas, como el Día de la Bastilla de Francia.

¿Un gran ataque terrorista en EE.UU. en octubre convencería a algunos votantes de la necesidad de un Presidente “fuerte” y “anti-musulmán”? Donald Trump, como candidato de la ley y el orden, parece estar posicionándose para beneficiarse electoralmente de tal evento.

Nada de esto quiere decir que el candidato republicano haya buscado ni querría la ayuda de Putin o ISIS. De hecho, los partidarios de Trump probablemente no están de acuerdo con el análisis que sugiere que Putin e ISIS están a favor de él. Sin embargo, ni Trump ni Clinton, ni tampoco el gobierno de Estados Unidos, son capaces de impedir la influencia extranjera en las elecciones de este año. Es probable que Rusia ya esté en posesión de un tesoro de correos electrónicos y documentos que pueden ser filtrados de forma selectiva en el momento oportuno. ISIS ya puede tener pequeños grupos de sus seguidores, o simplemente lobos solitarios, en EE.UU. en espera de una señal para realizar ataques terroristas aquí.

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Para ISIS, la elección de Trump les ayudaría a validar la afirmación del grupo que los EE.UU. está en guerra con el Islam.

Como hemos visto en repetidas ocasiones, usando armas de fuego y explosivos obtenidos con facilidad, o simplemente grandes camiones, algunas personas pueden matar a muchos con poco o ningún aviso.

Tanto Putin como ISIS controlan el momento de cuando actuar para influir en las elecciones. Hay personas, tanto en el gobierno ruso como en el grupo terrorista que entienden a los EE.UU. y nuestra política también. Saben que una filtración o un incidente terrorista oportuno, a pocos días del fin de la campaña, puede hacer oscilar temporalmente los votos suficientes para hacer la diferencia en una campaña cercana.

Más tarde, después de una reflexión, los votantes pueden pensar de manera diferente, pero las elecciones ya habrán ocurrido.

Del mismo modo, si Trump no es elegido, podría sorprender a Putin y / o ISIS con sus acciones. En realidad no podemos saber lo que hará. Lo que sí sabemos es que, por primera vez en décadas, las elecciones de Estados Unidos podrían decidirse por acciones adoptadas para conseguir el resultado por enemigos de los Estados Unidos.

Clarke, presidente del Instituto de Oriente Medio, es el ex zar de la lucha contra el terrorismo de la Casa Blanca (1993-2001).

Fuente: New York Daily News – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico