Enrique Rivera, escritor y colaborador de Enlace Judío nos recibió en su oficina para conversar sobre su segundo libro, Nitzavim, recién terminado y a punto de entrar a prensa.

ELENA BIALOSTOCKY Y ARIE LEV BEN ABRAHAM PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO -El título, Nitzavim hace referencia a una de las porciones de la Torá que se leen cada semana a lo largo del año. Una de estas porciones lo impactó por la actualidad de su ancestral mensaje: “Ese día están presentes, parados frente a D-os tus jueces, tus alguaciles, tus policías, aguateros, leñadores…”.

Rivera, quien cursó estudios en Israel, puntualizó: “Un día me levanté y escuché una de tantas noticias que pone el dedo acusador sobre Israel, sobre su ejército, sobre su gente. Y entonces me pregunté, ¿cómo vivirá la otra parte el conflicto palestino-israelí? Yo partí del supuesto de que la gran mayoría en Israel no están pensando cómo ‘romper las ventanas’ de sus vecinos, cómo hacerles mal, cómo fastidiarlos.”

Entonces fue que se hizo la pregunta que resultó ser la semilla de este libro, “¿Qué hacen, en qué se ocupan, en qué piensan los israelíes?”

“Así como aquí podemos hablar de varios Méxicos”, explica, “en Israel pasa lo mismo y tal vez sea exponencial. Me explico: Yo entrevisté a quien tenía un poco de tiempo para mí, así que fue totalmente aleatorio. Tengo que explicar que mi metodología era por demás sencilla: Si nació o vive en Israel y si es judío, está ampliamente calificado para este proyecto. De tal suerte que muchos de mis entrevistados, sus abuelos, o incluso sus padres o ellos mismos, habían nacido en naciones como Marruecos, Túnez, Irak, Sudáfrica, México, Uruguay, Estados Unidos, Francia, etc.”

Sobre los entrevistados para este libro, dice Enrique, “tienen muchas más preocupaciones y quehaceres. Sería maravilloso que Israel, en general, pudiera dedicarse mucho más al estudio, a la ciencia, tecnología, artes y a todo lo que hacen y lo hacen muy bien. Lo que quiero recalcar es que, en el horizonte de su día a día, está más presente su trabajo, sus estudios y un sincero deseo por la paz”.

Pero si la idea era capturar una instantánea de la vida diaria, la pregunta obligada es ¿por qué no entrevistar también a palestinos? “Yo creo” dice, reflexivo, “con todo respeto, que los medios se encargan mucho más de lo que dicen, piensan y sufren los palestinos, que de lo que vive, pasa y sufre el israelí. Quiero aclarar: el israelí en general rechaza que se le trate de pobrecito, no quiere lástima. En última instancia lo que pide es justicia, pero no lo otro”.

“Una de las razones por las que no entrevisté palestinos, era porque quería escuchar la voz de Israel; ya en el terreno de los hechos me di cuenta de que no era tan necesario. En el libro, que B”H pronto estará en circulación, ustedes podrán constatar cómo muchos israelíes se preocupan por ellos, cómo los alientan a buscar caminos de entendimiento. Y yo aún no estoy convencido de que del otro lado quieran o, en última instancia, puedan, manifestarse abiertamente como en Israel. Decir abiertamente ‘yo, nosotros queremos buscar la paz con Israel’.

“No escapa a mi entendimiento, que no la tienen fácil, pero creo firmemente, lo que expresó Ravin: ‘La Paz se hace con el enemigo’. Israel no es un pueblo que luche por el gusto de hacerlo, esa es mi impresión”.

Al finalizar, Enrique Rivera agradece a todos los que accedieron a ser entrevistados en Israel, que le tuvieron confianza aún sin conocerlo. A quienes conformaron un grupo con él, tanto para diseñar el proyecto, como aquellos que lo apoyaron y patrocinaron a lo largo de este viaje. El escritor agrega que el libro, “es una obra con mucho de México para Israel”.

“¡Ba Hatzlaja! (¡Con éxito!).