IRA STOLL
Como suele ser habitual, el Times parece haber salido a comer, haberse desconectado, o realmente no está interesado en informar a sus lectores con los datos reales.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El siguiente párrafo aparece en un artículo reciente del New York Times bajo el título “Israel busca dinero extranjero en un esfuerzo por convertirse en exportador de gas”:

Israel puede encontrar dificultades para atraer inversores.

El medio ambiente se ha enfriado en términos generales, dado que los precios del gas en Europa han caído más del 50 por ciento en los últimos cuatro años. Las principales empresas petroleras, con unos ingresos recortados, están siendo más selectivas respecto a los proyectos que financian. Y los actores con proyectos en los países árabes pueden ser políticamente reacios a invertir en Israel.

“Creo que habrá interés, pero no es probable que provengan de las más grandes por consideraciones políticas”, dijo Martijn Murphy, analista de la consultora de energía Wood Mackenzie Edimburg, en referencia a las mayores compañías petroleras.

Bueno, es interesante, sobre todo en el contexto – omitido por el Times, – de dos leyes estadounidenses que prohíben a las empresas estadounidenses practicar el boicot árabe de Israel y sanciona a cualquiera que lo haga. Esas leyes – las enmiendas de 1977 a la Ley de administración de la exportación y la enmienda Ribicoff a la Ley de Reforma Fiscal 1976 – prevén penas de hasta cinco o diez años para cualquiera que, a sabiendas viole las reglas anti-boicot.

Si el párrafo en el artículo del Times es exacto, plantea toda una serie de otras cuestiones. ¿Perseguirá el Departamento de Comercio del Gobierno de Obama a las compañías petroleras y sus funcionarios por participar en el boicot? ¿Querrán los congresistas, senadores y fiscales generales estatales demócratas, que ya han sido hostiles a las compañías petroleras por su supuesto obstruccionismo en el tema del cambio climático, intervenir en el asunto? ¿Qué tienen que decir las compañías petroleras, si es que tienen algo que decir, en su propia defensa? ¿Qué tienen que decir los grandes accionistas de esas empresas petroleras – incluidos los fondos públicos de pensiones en estados como Nueva York y California, con gran cantidad de votantes judíos – al respecto? ¿Por qué el titular de la historia del Times no es: “Empresas petroleras cómplices del boicot árabe a Israel, potencialmente violan la ley y causan malestar a políticos y accionistas”?

Todas estas son preguntas que se le pueden ocurrir a un redactor o reportero cuyo sentido moral se inquiete ante la idea de que una empresa se niega a hacer negocios con el Estado judío, o que esté familiarizado con la larga historia de activismo político pro-israelí judío americano que consiguió que se aprobaran estas leyes. Pero en este frente parece que el Times, como suele ser habitual, ha salido a comer, se ha desconectado, o realmente no le interesa. En lugar de sentir una contracción por el ultraje a una importante compañía petrolera que parece boicotear a Israel, el Times trata la materia de manera informal. El resultado es que en lugar de una historia innovadora e interesante, el Times sacará un artículo que induce al bostezo. En este caso, como tantas veces, lo que es malo para los judíos también es malo para el  periodismo del Times.

Tal vez el Times pondrá las cosas en su sitio con un artículo de seguimiento. O tal vez el periódico sea derrotado por un medio competidor cuyo personal esté más alerta a la posibilidad de una historia de interés periodístico desplegada en sus propias narices.

Fuente: The Algemeiner – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico