La coexistencia pacífica entre las diversas poblaciones, con frecuencia combativas de la capital ha sido de fundamental importancia para la Fundación Jerusalem.

“Antes de abordar el tema de la coexistencia debemos hablar de “existencia”, diálogo, tolerancia y convivencia”, dice Udi Spiegel, director del programa educativo para el diálogo de la Fundación Jerusalem.

“Creemos que en Jerusalem, una ciudad de casi un millón de habitantes, hay más de una realidad, o narrativa sobre la política y creencias, e intentamos construir tantas narrativas como sea posible acerca de la posibilidad de vivir juntos, fomentando la tolerancia hacia otros.”

Según Spiegel, gran parte del trabajo de la fundación se centra en la coexistencia entre judíos y árabes, pero también busca mejorar las relaciones entre otras poblaciones de judíos ultra-ortodoxos, la comunidad LGBT, etíopes, seculares, nacionalistas, izquierdistas, grupos radicales, y ortodoxos modernos .

La fundación fomenta la tolerancia a través de decenas de programas con poblaciones dispares de Jerusalem durante todo el año.

La escuela bilingüe Max Rayne Mano con Mano en Jerusalem es uno de los modelos más exitosos que fomenta la coexistencia y el diálogo, con cerca de 700 alumnos árabes y judíos desde prescolar hasta la preparatoria, supervisado por co-directores árabes y judíos .

“Este no es el único modelo. Aunque la mayoría de los residentes de Jerusalem no envían a sus hijos a esta escuela, es muy importante que la gente sepa que existe la opción,” señaló Spiegel.

“Cuando los niños de esta escuela se reúnen con otros y dicen, ‘Sí, estudio con niños árabes,” o “estudio con niños judíos,” es importante que sepan que esto posible, y no es un mito,” continúó.

La fundación trabaja con otras instituciones que fomentan el diálogo a través de la educación como el YMCA; el Instituto Adam, que se centra en la tolerancia y la democracia; y el Centro Intercultural en Har Tzion (Monte Sión) que trabaja para fortalecer las diferentes comunidades, aprendiendo el uno del otro.

“Las varias organizaciones apoyadas por la fundación se encargan de difundir programas de coexistencia y tolerancia para todos los miembros de la comunidad,” indicó Spiegel.

Otra organización es Yesodot, que funciona dentro de las escuelas ultra-ortodoxas mediante programas sobre democracia para maestros y alumnos.

“En muchas escuelas religiosas no se aborda el tema de la coexistencia, pero se piensa y se habla de tolerancia, y se destaca la diversidad de los distintos grupos,” explicó Spiegel.

La fundación utiliza múltiples modelos para generar una mayor comprensión entre todos los elementos de la sociedad, en lugar de centrarse exclusivamente en uno.

“Hay proyectos deportivos, científicos, campamentos de verano y un programa para reclutar a más maestros de origen etíope. La idea es crear la mayor cantidad de proyectos que tratan sobre el “otro” en Jerusalem.”

“Esto es necesario para crear una amplia gama de programas en la ciudad, y ampliar su influencia a muchas personas en tantas formas como sea posible a fin de disminuir el odio y la violencia”, concluyó Spiegel.

Fuente: The Jerusalem Post / Daniel K. Eisenbud

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