MARC NEUGROSCHEL

Si creyó notar un aumento de la judeofobia en línea y en los principales medios europeos, estaba en lo cierto – y la profesora Monika Schwarz-Friesel puede cuantificarlo científicamente

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Entre los más distinguidos investigadores del antisemitismo de Europa, Monika Schwarz-Friesel tiene un mensaje alarmante: mediciones científicas indican un aumento masivo de judeofobia en internet, cuando el antisemitismo vuelve a instalarse como elemento cada vez más visible en el discurso corriente europeo.

Psicóloga, lingüista y profesora de ciencia cognitiva en la Universidad Técnica de Berlín, Schwarz-Friesel está entre los expertos más citados sobre antisemitismo, tanto en la literatura académica internacional como en los medios de comunicación alemanes.

En sus numerosas publicaciones analiza y expone nuevas manifestaciones de viejos sentimientos antisemitas – por disfrazados que estén – que emplean gran parte de la misma judeofobia que ha estado dando forma al discurso europeo a lo largo de los años, incluso cuando está oficialmente prohibido.

Estos análisis evidencian que los últimos tropos anti-israelíes que demonizan al estado judío son en realidad rodeos temporales de viejos sentimientos antisemitas que han estado con nosotros durante dos milenios.

Al presentar el estudio sobre el antisemitismo en Europa en marzo de 2016, Schwarz-Friesel pronunció un discurso en la Conferencia de Berlín sobre la lucha contra el antisemitismo en el Bundestag (Parlamento federal alemán) a la que asistieron 100 legisladores de 40 países. En 2015 escribió un informe muy destacado que fue parte del testimonio contra el periodista alemán Jurgen Elsasser en un caso judicial, en la que éste demandó al publicista y ex político Jutta Ditfurth por llamarlo “brillante antisemita”.

Y ahora, para amplificar aún más su investigación fuera de Europa, una traducción en inglés de su muy celebrado estudio titulado “Dentro de la mente antisemita” (en coautoría con el ex presidente de la Universidad de Brandeis, Jehuda Reinharz), estará disponible este próximo noviembre.

Actualmente, Schwarz-Friesel pasa la última parte de su año sabático en Jerusalem, donde se reunió con The Times of Israel en el campus del Monte Scopus de la Universidad Hebrea para compartir cierta penetración en los resultados verdaderamente inquietantes de su investigación.

Su libro “Dentro de la mente antisemita” contiene opiniones en más de 15.000 cartas, correos electrónicos y otra correspondencia que se ha dirigido a las embajadas israelíes e instituciones judías en toda Europa. ¿Qué revelan estas correspondencias?

Muchas de estas cartas emplean estereotipos antisemitas clásicos con el fin de abusar de sus destinatarios, mientras demonizan al estado de Israel y los judíos. Los judíos en general son acusados de presuntos delitos por parte del Estado de Israel arrastrando palabras como “régimen hipócrita de terror, que vive de la sangre de los palestinos”, o nación de “comedores de niños”. El sionismo se equipara a una forma de racismo e Israel es llamado “régimen de apartheid”, que presenta el mayor peligro para la paz mundial. Tales ideas no tienen nada que ver con la realidad sobre el terreno. En su lugar, reflejan estereotipos antisemitas clásicos que han estado con nosotros desde hace 2.000 años y que etiqueta a los judíos de asesinos y una fuerza del mal omnipresente en el mundo.

Es difícil creer que tales puntos de vista son frecuentes en el discurso corriente europeo contemporáneo. ¿No son sólo características de subgrupos sin educación, radicales?

Lamentablemente no. Los autores de las cartas antisemitas que revisamos incluían estudiantes, abogados, periodistas, médicos, sacerdotes, empresarios autónomos, políticos e incluso profesores universitarios.

“Israel y los judíos están siendo retratados como excesivamente poderosos y asesinos de niños vengativos”. Pero aún así, las personas que envían cartas a instituciones judías con el fin de condenar al Estado de Israel no son necesariamente una muestra representativa de la sociedad.

Cierto. Sin embargo, otras investigaciones revelan los mismos patrones antisemitas, así como en otros ámbitos, tales como los medios de comunicación social e incluso en la prensa de calidad. En el marco de un nuevo proyecto de investigación sobre el antisemitismo en la World Wide Web, con el apoyo de la Fundación Alemana de Investigación, actualmente estoy revisando mensajes de Facebook y comentarios de los lectores sobre artículos en los medios de comunicación de calidad. Lo que estoy encontrando hasta el momento es una réplica de los mismos estereotipos antisemitas. Israel y los judíos están siendo retratados como excesivamente poderosos y vengativos asesinos de niños. De hecho, en el caso de Alemania, en los últimos 10 años, el contenido antisemita en los comentarios en internet y en las cartas a los editores casi se ha triplicado.

¿Este aumento del antisemitismo en Internet es paralelo a un desarrollo similar en los medios de comunicación de calidad?

Hay investigaciones en curso, cuyos resultados intermedios elevan la sospecha de que este podría ser el caso, de hecho, aunque es demasiado pronto para extraer conclusiones con certeza. Sin embargo, ni siquiera tenemos que esperar a los resultados definitivos de estos estudios para establecer que el antisemitismo ha resurgido como un elemento evidente en la corriente principal del discurso europeo. Basta con pensar en las palabras del escritor Günter Grass o del periodista Jakob Augstein que retratan a Israel en términos de los clichés antisemitas clásicos, según el cual los judíos son una amenaza para la humanidad y controlan la política mundial.

Monika Schwarz-Friesel se encuentra actualmente en su año sabático en Jerusalén. (Marc Neugröschel / Times of Israel)
Monika Schwarz-Friesel se encuentra actualmente en su año sabático en Jerusalén. (Marc Neugröschel / Times of Israel)

Además, hay cada vez menos resistencia a las expresiones antisemitas. Un ejemplo de ello es la falta de objeción al término en la intervención del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, ante el Parlamento Europeo en junio pasado, que elevó la falsa acusación de que los rabinos pidieron al gobierno israelí envenenar el agua de los palestinos. Abbas incluso recibió una ovación de pie después de este discurso, que promovió el insulto antisemita clásico de que los judíos son envenenadores.

La mayoría de los ejemplos que menciona implican demonizaciones antisemitas del Estado de Israel …

Hay una israelización global del discurso antisemita. La articulación de los estereotipos antisemitas tradicionales proyectados hacia Israel es por ahora la manifestación más dominante de la moderna judeofobia.

Pero ¿no es difícil distinguir ese antisemitismo centrado en Israel sin correr el riesgo de declarar toda crítica a Israel por sí como antisemita?

¡De ningún modo! Científicamente podemos dibujar una distinción muy clara entre la crítica a Israel y el antisemitismo. Damos muchos ejemplos de ambos tipos en nuestro libro. Los que afirman que las críticas a Israel y el antisemitismo no se pueden distinguir lo hacen con el fin de excusar o marginar opiniones antisemitas.

Muchos expresan la preocupación de que no se les permitiría criticar a Israel sin ser etiquetados de antisemitas … “Ninguno de los autores de las cartas que criticaron a Israel sin ser antisemitas expresó preocupación alguna de que pudiera ser falsamente acusado de judeofobia”

Sí. Y merece la pena destacar, en el material que hemos revisado, esta preocupación la expresan exclusivamente los autores de las cartas que son realmente antisemitas. Ninguno de los autores de las cartas que criticaron a Israel sin ser antisemitas expresó preocupación alguna de que pudieran ser falsamente acusados de judeofobia. Es el antisemita el que comete realmente el tipo de falsa acusación del que dice ser víctima, con el fin de negar su odio a los judíos. Esto implica una inversión de los roles víctima-agresor, que es un patrón históricamente arraigado en el repertorio estándar de construcciones antisemitas. Ya en el siglo 19 los antisemitas acusaban a los judíos de utilizar su presunto control sobre los medios para censurar y deslegitimar las críticas contra los judíos.

Discutamos otro ejemplo concreto de antisemitismo centrado en Israel. Un escritor alemán llamado Cristiano Ebener publicó recientemente un diario de viaje de un viaje por carretera por Medio Oriente que también lo llevó a Israel sobre el cual escribe:

“Nuestra corta parada en este estado […] y los tres días en el barco [de Haifa a Lavrio, Grecia, que incluyó un encuentro con un pasajero palestino] ha revolucionado nuestra idea de los judios. Yo solía pensar que esta comunidad religiosa es uno de los grupos más perseguidos y sufridos de la humanidad, que fue objeto de abuso una y otra vez a lo largo de la historia hasta el punto de la aniquilación. Pero hoy en día, tengo que reconocer que esto es sólo una cara de la moneda. La otra cara es que los judíos, a pesar de su amarga experiencia no son mejores, ya que persiguen y matan a las personas de diferente nacionalidad y fe con el mismo tipo de brutalidad”.

“Equiparar a los judíos con los nazis invoca la inversión víctima-agresor”

Difamar a los judíos colectivamente como pueblo de culpables, es una afirmación claramente antisemita. Igualando a los judíos con los nazis, también se invoca la inversión víctima-agresor. Una difamación infundada de Israel, que, sin ninguna prueba, a excepción de la narración de un palestino al azar en un barco, se difunde como un régimen que lleva a cabo la persecución y el asesinato de las minorías nacionales y religiosas al estilo nazi, se toma como justificación para condenar a todos los judíos, sean o no de Israel. Además de la cita que acaba de mencionar, hay otro párrafo en el mismo libro, donde Ebener cuestiona la legitimidad de la existencia misma de Israel. Este es otro tropo típico de antisemitismo contemporáneo.

Sería absurdo sugerir que tales calumnias no pueden separarse de la crítica fundada de determinadas políticas israelíes.

Muchos se preocupan de que el antisemitismo en Europa aún podría verse agravado por la afluencia masiva de refugiados de Oriente Medio.

Muchos de los refugiados que están llegando a Europa recientemente proceden de sociedades profundamente antisemitas. Sería absurdo suponer que su antisemitismo pueda ser desterrado por medio de la educación en unos pocos años y que no dejará su huella en las sociedades europeas.

Fuente: The Times of Israel – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico