LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Festival Internacional de Piano

El pasado 16 de octubre tuve oportunidad de asistir al Auditorio Blas Galindo, ubicado en el Centro Nacional de las Artes (Cenart) en la Ciudad de México, al último recital de piano que se llevó a cabo en el marco de la celebración del vigésimo aniversario del Festival Internacional de Piano. Este año el Festival conocido como en “Blanco y Negro” programó 20 recitales de la literatura pianística a cargo de artistas de destacada trayectoria internacional y de “talentos emergentes” alternando con sobresalientes pianistas mexicanos como Jorge Federico Osorio, mi preferido.

El concierto número 20, al que asistí con mi esposa, fue el del “mítico” pianista y compositor australiano nacido en Melbourne en 1948 y residente en Londres desde 1972, Leslie Howard (LH), quien ya había participado antes en el Festival. LH además es reconocido como brillante director de orquesta, músico de cámara y erudito. LH de entre 1.80 y 1.90 metros de altura, refleja bondad en su rostro, “ha ganado una afirmación extraordinaria a la inmortalidad, después de haber logrado una hazaña no igualada por ningún artista en solitario en la historia de la grabación, su encuesta 97 CD (por Hyperion) de la música para piano de Franz List cumplida dentro de 14 años, que abarca más de 300 estrenos mundiales, incluyendo obras preparadas por él de manuscritos no publicados de List”. Este proyecto le valió a LH la entrada en el Libro Guinness de los Récords, 6 Grands Prix du Disque.

LH ha aparecido con muchas orquestas del mundo, la Sinfónica de Londres, la Filarmónica de Londres, la Royal Philarmonic, la Sinfónica de la BBC, BBC Philarmonic, la Ingles Northern PH, por mencionar unas cuantas entre muchas otras en las que ha participado. LH ha tenido actuaciones de música de cámara que incluyen colaboraciones “con algunos de los más grandes artistas de nuestro tiempo”. Su discografía es muy amplia, incluye grabaciones internacionales como las cuatro sonatas de piano de Anton Rubinstein, la segunda y tercera sonata para piano de Tchaikovski, una encuesta de dos discos de música para piano de Giazunov y una colección de 3 discos de piano de Percy Grainger. Su obra como compositor, su aportación a diferentes editoriales, los premios y distinciones por él recibidos, y en general, su Curriculum Vitae, por ser tan vasto, traspasa el limitado espacio de Crónicas. Es difícil imaginar que detrás de la sencillez que refleja LH, se esconde una figura genial de la música. El programa del 16 de octubre incluyó: 15 variaciones y fuga de la Heroica en Mi bemol Mayor, Op. 35 de Ludwig van Beethoven; Gran Sonata en Sol Mayor, Op. 37 de Pyotr Illich Tchaikovsky, la Sonata núm. 1 en re menor. Op. 28. Fáustica de Sergei Rachmaninov.

La hora y media que duró el Concierto fue de ensoñación: LH demostró por que es tan aclamado en el mundo; un verdadero virtuoso del piano. Recibió una prolongada ovación del público asistente, que para mi sorpresa mas de la mitad eran jóvenes; se veía emocionado por el entusiasmo y la entrega de los asistentes y nos obsequió dos encore, (interpretaciones adicionales, de cortesía, al final del concierto).

La magistral interpretación de la música en el concierto de LH, se complementó con la extraordinaria acústica del Auditorio Blas Galindo construido por el renombrado Arquitecto Teodoro González de León, recientemente fallecido a los 90 años de edad. En su diseño arquitectónico destacan la textura y los matices cromáticos de sus acabados en cemento blanco martelinado, así como sus muros inclinados. El auditorio con capacidad de 693 espectadores, cuenta con una fosa acústica bajo su escenario, sala de grabación, taller de iluminación, camerinos y un coro con capacidad para 120 personas.

El arquitecto González de León concentró la mayor parte de su obra en la Ciudad de México, realizada durante décadas en conjunto con el Arquitecto Abraham Zabludovsky (1924-2003); entre otras edificaciones destacadas que realizó esta el Auditorio Nacional, el Museo Tamayo y el Conjunto Urbano Reforma 222. La admisión al Concierto fue a un precio irrisorio, gracias a los subsidios gubernamentales para traer a México a pianistas del nivel internacional de LH. Por lo demás, las personas de la tercera edad tuvimos un trato diferenciado; se formó una fila para que adquiriéramos primero las entradas y dentro del auditorio estaban reservadas varias filas en la parte baja para nosotros. El estacionamiento fue gratuito para todos los asistentes al Concierto.

En el ámbito del Cenart cabe felicitar a las autoridades federales por su edificación en noviembre de 1994, a través del Consejo Nacional Para la Cultura y las Artes (Conaculta), hoy Secretaría de Cultura. El propósito del Cenart es generar enfoques entorno a la educación, investigación y difusión artística. El conjunto del Cenart de 12 hectáreas de extensión tiene 5 escuelas de educación artística profesional en las disciplinas del cine, teatro, danza, música y artes plásticas. Asimismo, aloja foros escénicos, plazas, galerías y una bien cuidada área verde en las que se disfruta de una amplia gama de programación artística, adicionalmente se encuentran 4 centros nacionales de investigación artística del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), dedicados al teatro, la danza, las artes plásticas y la música.

En el Cenart también se ubica el Centro Multimedia que lleva a cabo proyectos de enseñanza y de experimentación en el campo de las artes electrónicas y las nuevas tecnologías aplicadas al arte. Tiene un canal de televisión dedicado a la educación artística y, su Biblioteca de Artes, es una de las más importantes en la República en su especialidad. El Cenart constituye una de las obras arquitectónicas contemporáneas más importantes de Latinoamérica que conjunta edificios de destacados creadores como Ricardo Legorreta, el mencionado Teodoro González de León, Enrique Nortern, Luis Vicente Flores, Javier Calleja, Alfonso López Baz y Javier Sordo Madaleno. Para mi suerte, se ubica en el Sur de la Ciudad a 15 minutos de mi casa, obviamente en día domingo.

Imparables los robos, secuestros y extorsiones

Un mes atrás hice algunos comentarios sobre la ola de violencia e inseguridad que se registra en la Ciudad de México y en Municipios conurbados del Estado de México que la rodean; hoy día este tema es la comidilla de la gente por la intensidad que han alcanzado los actos delictivos en esa zona, y en general en todo el país. Mi familia política me mencionó de los robos que se han registrado recientemente. El primero, un joven de la familia fue asaltado violentamente en su departamento en la colonia Polanco; los delincuentes tenían las llaves de la vivienda, aparentemente proporcionadas por un amigo del joven; no esperaban encontrarlo allí, no obstante, no se detuvieron en sus intenciones, lo hicieron recostar en el suelo, al igual que a la persona de servicio, apuntándoles con pistolas. Se llevaron las cámaras de vigilancia y obtuvieron un cuantioso botín. El joven quedó seriamente afectado emocionalmente. Por otra parte la madre del mismo, que habita en una de las torres de un conjunto residencial (Lomas Country Club) en Huixquilucan, Municipio del Estado de México conurbado a la Ciudad de México, detuvo a tiempo a su joven sirvienta, que entre sus ropas ocultaba el dinero y un valioso anillo que le había robado. La “inocente” y cínica ladrona y una mujer del servicio de limpieza de la torre formaban parte de una banda de delincuentes.

En este entorno de asaltos, mi nieta mayor me contó que la vivienda de una amiga suya que habita en la zona del desarrollo urbano de Interlomas, al oriente del referido municipio de Huixquilucan, fue robada un domingo cuando la familia pasaba un fin de semana fuera de México; al regresar encontraron que el departamento había sido saqueado y en el interior de la cisterna se encontraba el cuerpo inerte de la sirvienta. El autor del robo y homicidio fue el chofer de la familia, que el lunes “se presentó a trabajar”, y cuando fue aprehendido intentó suicidarse. Por lo demás, se descubrió que tenía antecedentes penales.

Yo mismo fui objeto de intento de robo en dos ocasiones la semana pasada, uno en la avenida Universidad, frente a la Ciudad Universitaria, cuando un joven me hacía señas para que me parara porque una de las llantas de mi automóvil estaba muy baja; el otro en la avenida San Antonio, en el Sur de la Ciudad, cuando otro joven me hizo el señalamiento de la llanta baja y 20 metros adelante otro insistió en que la llanta estaba baja. Obviamente en ambos casos, y en uno similar en este espacio mencioné hace un mes, no detuve mi vehículo. Este es un viejo truco para asaltar a los conductores cuando se detienen. ¿Acaso los delincuentes ignoran que los vehículos nuevos o seminuevos, con su avanzada tecnología, avisan cuando los neumáticos están bajos o se presenta algún desperfecto en el mismo?

En los asaltos y otros actos delictivos a particulares, que frecuentemente derivan en homicidios, las víctimas suman un número muy significativo, superior al consignado por las autoridades, en virtud de que solo un porcentaje mínimo es denunciado. Los delitos del crimen organizado, particularmente el de los narcotraficantes, superan 30 mil muertes anuales. La violencia con la que actúan los delincuentes es frecuentemente de “terror”; recientemente la prensa consignó que a seis individuos les cortaron las manos por incumplir con el pago de deudas de drogas. Los enfrentamientos entre los diferentes grupos delincuenciales por el dominio de territorios causan un gran número de muertos y heridos, al igual que los que se registran entre los sicarios y las Fuerzas Armadas; el Secretario de la Defensa expresó recientemente que el Ejército está “desgastado” por la intensa lucha que ha llevado a cabo contra la delincuencia organizada.

Es sorprendente cómo los grupos de la delincuencia organizada cada vez más encuentran fuentes ilícitas para obtener ingresos, entre otras destacan el robo de autopartes de los trenes que salen de las plantas automotrices. El sistema de seguridad nacional pública no hace un desglose de los asaltos a trenes que hay en el país, empero, fuentes vinculadas a las automotrices consignan que sólo en agosto pasado hubo cerca de 824 en Guanajuato, Estado en el que están ubicadas importantes armadoras internacionales. El director general de la Asociación Mexicana de Ferrocarriles (AMF) ha señalado que lo que más roban son baterías, llaves, llantas, entre otras partes, “frecuentemente dañan por completo a los automóviles para sacar estas piezas, como consecuencia, cuando los vehículos llegan a su destino, EUA, ya no pueden repararse”. Todo esto sucede a pesar de que la industria automotriz destina más de mil millones de dólares anuales en seguridad física de los trenes. Se sospecha que empleados de las empresas ferrocarrileras son cómplices de los delincuentes.

La violencia que vive el país afecta seriamente a la economía y al patrimonio de la ciudadanía y provoca inestabilidad social. Se precisa de cuantiosos recursos económicos y de un programa de inteligencia bien concebido para combatirla.