LA MEIDELE

Cada quien sus cubas… o más bien, cada cultura con sus supersticiones. Iniciaremos con las de origen ashkenazí.

Aquí unas de las más paisanas :

Jalar las orejas cuando alguien estornuda.

Popular entre los paisanos de Galicia y Lituania, esta superstición híper paisana ha sido muy controversial. ¿Deberíamos de jalar las orejas o pellizcarlas? ¿Hacía arriba o hacia abajo? No se conoce el origen de esta tradición. Originalmente la superstición constaba en jalar la oreja de alguien que estornudó mientras se hablaba de algún muerto. Aunque hoy en día este jaloncito de oreja se ha extendido a todos los estornudos acompañado de la frase “tzu langehmazaldikker yohrn” (Por años largos y llenos de suerte).

Salud que es verdad.

Quien sabe que traemos los paisanos con los estornudos, pero otra superstición nuestra tiene que ver con ellos. Leyendas del Midrash cuentan que un estornudo solía anunciar la muerte inminente. “La historia dice que hasta en los tiempos de Yaacov, las personas, al final de su vida, estornudaban y morían instantáneamente”. Creían que era una pequeña explosión de la cabeza y el mejor camino hacia la eternidad. Hoy en día, cuando algún paisano estornuda durante una conversación, se dice que es como una profecía que indica que lo que se dice es verdad.

Escupir 3 veces.

Ya sea literal o figurativa “ptu, ptu, ptu”, escupir 3 veces (un número místico) es una respuesta paisana clásica a un evento excepcional. Durante siglos los judíos hemos repetido este ritual al ver, escuchar o enterarnos de algo terrible y como medida preventiva para que estos eventos no se repitan. Irónicamente esta tradición funciona igual para cuando escuchamos algo increíble o una buena noticia. Es para protegernos contra el mal de ojo. Inclusive Maimonides y otros médicos medievales hablan de los beneficios de la saliva y el escupir.

Sal, sal, sal.

Los paisanos acostumbran poner sal en sus bolsillos y en las esquinas de los cuartos. Los demonios o criaturas malas suelen vivir en las casas nuevas y la sal es lo único que los ahuyenta. La costumbre dice que debemos salar nuestras casas nuevas para que no nos envidien estas criaturas.

Comer Ajo.
Para que los espíritus podridos se alejen de ti. Pero los demás también, por el aliento.

Chuparle el párpado a un bebé y escupir 3 veces.
¿Las buenas noticias de esta cosa asquerosa? Ya no habrá mal de ojo para el bebé. Aunque no promete nada contra otras infecciones.

¡No chifles!

Aparentemente a los demonios les encantan los silbidos.