Un líder de la comunidad ortodoxa de Alemania denuncia que el centro no garantiza el respeto al descanso hebreo de sus candidatos.

ITZIAR REYERO

El Instituto Cervantes de Berlín ha denegado a dos estudiantes judías ortodoxas cualquier opción de presentarse a los exámenes de este año de español en fechas que no colisionen con el Shabat, festividad religiosa que marca el descanso de los hebreos y les impide, por ejemplo, escribir. Las chicas, Esther, de 18 años, y Judith, de 15 años, se habían preparado para examinarse este mes de la prueba de nivel C-1, con el que se acredita un conocimiento casi experto del español, un idioma que aprenden desde pequeñas por el apego a España de su familia, de origen sefardí.

El examen está fijado para el viernes 25 (prueba escrita) y el sábado 26 (oral) de noviembre, coincidiendo con el Shabat, por lo que solicitaron ajustar los horarios para respetar el descanso religioso, tal y como se les facilitó en años anteriores. Pero esta vez el centro lo ha rechazado, aludiendo a «cuestiones de seguridad» –para evitar filtraciones– y la única salida que se les ofrece es aplazar sus planes y presentarse a las pruebas de 2017.

El padre de las chicas, que es además miembro de una de las dos comunidades ortodoxas de Berlín, denuncia la rigidez y la «insensibilidad» del Cervantes con una cuestión, la observancia de las creencias religiosas, sobre la que hay jurisprudencia en España. Recuerda que el Tribunal Supremo avaló en 2015 el derecho de una mujer miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día a no ser examinada en sábado de una oposición para ser profesora, «por ser un día dedicado en su religión a la adoración de Dios». Y señala que existe un compromiso del Estado para ofrecer fechas alternativas en la medida de lo posible ante estas situaciones.

Petición denegada

Esta familia judía pidió amparo al director del Cervantes, Víctor García de la Concha, sin éxito. En un cruce de correos, a los que tuvo acceso ABC, llegó a pedir ayuda a la directora del Cervantes de Tel Aviv, que de inicio dijo que «no habría ningún problema» en cambiar la fecha del examen oral «para no entrar en Shabat», tal y como se procura en Israel. Sin embargo, la responsable de los exámenes de Berlín alegó que no tenían «autorización» para adelantarlo «excepcionalmente el viernes», algo que sí hicieron años antes, según reconocen fuentes de la institución.

Finalmente, la subdirectora académica del Cervantes, en Madrid, les propuso como «solución aceptable» que se presenten a las convocatorias de abril o julio próximos, que caerán en viernes. En su correo recuerda que son los centros, en este caso, Berlín, los que tienen «libertad para elegir las convocatorias» que desean administrar «atendiendo al perfil y costumbres de candidatos del país en el que están ubicados». Ese argumento ha generado un especial malestar, por los antecedentes históricos de mitad del siglo XX en Alemania.

La alta resopnsable del Cervantes insistió en el tema de la «seguridad» para evitar que se pueda filtrar el contenido de los exámenes. «Las cuestiones relativas a la seguridad establecen que los exámenes se hagan en todo el mundo al mismo tiempo y no pueda por ello usarse un mismo examen en días diferentes», se apunta. La familia ve absurdo este argumento. «No tiene ningún sentido. Todo el mundo sabe que en Shabat no usamos teléfono ni internet», resume el progenitor de las chicas, que defiende que otras instituciones como la de Cambridge sí se han mostrado sensibles y han cambiado las fechas de las pruebas a sus hijas, con el compromiso firmado de que el padre velase por que no tuvieran contacto con otros alumnos.

La institución se defiende

Fuentes del Cervantes señalaron que el Instituto «ha puesto y pone todos los medios para facilitar que sus candidatos judíos puedan presentarse a sus exámenes», aunque reconocen que no siempre pueden garantizar que estos se examinen en un día diferente al sábado.

Recuerdan además que desde la aprobación de la ley para la concesión de la nacionalidad española a los sefardíes, el Cervantes incluyó las pruebas de idioma del nivel exigido (A-2) en todas las convocatorias y decidió que haría el examen sociocultural (CCSE) los jueves, para que los candidatos judíos «pudiesen presentarse sin problemas». Sin embargo, admiten que la avalancha de candidatos en mayo y noviembre hace que «resulte imposible administrar todos los niveles en un mismo día, razón por la que se celebran en sábado».

«El Instituto Cervantes ha tenido muy presente desde el principio que, a la hora de fijar las fechas de los exámenes,se debe tener en cuenta siempre el hecho de que los candidatos de las comunidades judías, cuyo número por cierto ha crecido sensiblemente desde la entrada en vigor de la Ley 12/2005, del 24 de junio, en materia de confesión de la nacionalidad española a los sefardíes originarios de España, no pueden examinarse en Shabat», concluyen desde la institución cultural, que subrayan la «magnífica» relación de colaboración tanto con la Casa Sefarad como con la Federación de Comunidades Judías de España.

Fuente:abc.es