CAROL ROSENBERG / El gobierno de Obama pidió a Israel que reciba y juzgue a un cautivo keniata detenido en Guantánamo desde 2007, ha sabido el Miami Herald.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Las autoridades de inteligencia estadounidenses han vinculado a Mohammed Abdul Malik Bajabu, de 43 años, con un ataque terrorista en 2002 contra un hotel israelí en Mombasa, Kenia. Israel está interesado, según funcionarios de Estados Unidos que conocen la propuesta, pero está a la espera de la cooperación del FBI, cuyos agentes entrevistaron a Abdul Malik al llegar a Guantánamo en marzo de 2007.

Un perfil fugaz de la cárcel de mayo de 2007 describe que Abdul Malik “admitió su participación en la planificación y ejecución” de dos ataques terroristas que atacaron a israelíes el mismo día, el 28 de noviembre de 2002, en Mombasa. Una explosión de coches del hotel Paradise, de propiedad israelí, mató a 13 personas, la mayoría kenianos, al mismo tiempo que un infructuoso ataque de misiles tierra-aire atacó a un avión israelí de Arkia con 271 pasajeros cerca del aeropuerto de Mombasa.

Abdul Malik nunca ha sido acusado de un crimen en tribunal de guerra, lo cual sugiere que las alegaciones están fuera de las competencias de las comisiones militares. En junio, el consejo de la administración de libertad condicional de Obama para prisioneros sin cargos lo declaró demasiado peligroso para ser liberado, un “prisionero eterno” o detenido indefinidamente en la Guerra contra el Terror.

Los funcionarios de la administración Obama involucrados en el esfuerzo por cerrar la prisión de Guantánamo describen su actuación como parte de la “creatividad” de la Casa Blanca para encontrar lugares donde procesar a los cautivos no liberados. Con sólo 20 de los 59 prisioneros ahora retenidos en Guantánamo aprobados para su liberación, y otros 10 acusados en el tribunal de guerra del Pentágono, la administración ha estado barajando múltiples ideas sobre dónde y cómo transferir a los “prisioneros eternos”.

Contactado por el Miami Herald, el abogado de Abdul Malik, Darin Thompson, se negó a comentar el acuerdo propuesto.

El enviado especial del Departamento de Estado para el cierre de Guantánamo, el embajador Lee Wolosky, viajó a Israel en abril y se reunió con altos funcionarios que “expresaron interés” en el caso. El Primer Ministro Binyamin Netanyahu no estaba entre ellos.

Pero el acuerdo se ha visto afectado, según tres fuentes, porque el FBI no ha proporcionado a los israelíes información de sus interrogatorios.

“El gobierno de Israel repetidamente ha pedido información para apoyar su posible procesamiento. Pero, por razones que no son claras, el FBI se ha negado a proporcionar la información solicitada por altos fiscales israelíes”, dijo un funcionario del gobierno de Estados Unidos, hablando en condición de anonimato porque no está autorizado para discutir el traslado propuesto. “Ellos quieren ver las declaraciones incriminatorias. Y ahí es donde estamos atrapados – y lo hemos estado durante muchos meses – lo cual es frustrante”.

El funcionario dijo que la Casa Blanca había pedido específicamente al Departamento de Justicia la cooperación del FBI. “No tenemos comentarios sobre nuestras comunicaciones con gobiernos extranjeros”, dijo Andy Ames, portavoz del FBI. Los portavoces del Departamento de Justicia no respondieron a múltiples solicitudes de información.

El embajador de Israel en Estados Unidos, Ron Dermer, declinó a través de un asesor discutir el acuerdo. Tampoco designó a nadie de la embajada para proporcionar información al respecto.

Kenia trató sin éxito de procesar a algunos de los hombres por los ataques de Mombasa. En 2009, comandos estadounidenses atacaron y mataron a otro keniano presuntamente vinculado a al-Qaida en el este de África y al ataque de Mombasa.

No se sabe si el acuerdo propuesto sería viable durante la administración del presidente electo Donald Trump, quien en julio declaró que la plataforma de su partido republicano era “la más pro-Israel de todos los tiempos”.

Trump dijo al Miami Herald este verano que no estaba de acuerdo con algunas de las decisiones de liberación de Obama, pero no descartaba las transferencias. “Quiero asegurarme al 100 por ciento de que si liberamos a alguien, sea una persona que puede ser liberada y que sea seguro hacerlo”.

Mientras tanto, la elección de Trump para secretario de Defensa, el general jubilado James Mattis, ha dicho que se opone a la liberación de prisioneros de guerra. Pero la idea en el caso de los kenianos no es liberarlo, sino enviarlo a una nación aliada para que sea juzgado.

Fuente: The Miami Herlad – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico