LUIS PABLO BEAUREGARD

La senadora y ex medallista olímpica pide a los testigos publicar los vídeos de la agresión.

En tiempos de lores y ladies una víctima busca vídeos para exponer el abuso. México ha visto exhibidas escenas de prepotencia e injusticias con decenas de grabaciones tomadas por teléfonos móviles. Este martes, la senadora Ana Gabriela Guevara ha pedido a los testigos de su agresión publicar las imágenes de los cuatro hombres que la golpearon en un incidente de tráfico el domingo. “Invito a quienes lo grabaron a que lo den a conocer para que se sepa cómo fue”, dijo la exatleta olímpica en una conferencia en el Senado mexicano. “Basta de esta violencia”, agregó.

Guevara, de 39 años, llegó a la Cámara Alta vestida con un chándal rosa y la mano izquierda vendada. Los fotógrafos presentes apuntaron sus cámaras al rostro. La senadora del Partido del Trabajo se quitó las gafas negras y expuso el amoratado ojo derecho. Su pómulo roto en tres pedazos tras la patada de uno de sus agresores. “Quiero que la gente me vea”, dijo. “Esta marca es un recuerdo constante de que haré lo que sea para luchar en contra de la violencia a las mujeres”, afirmó.

Guevara narró los hechos. Dijo que después de salir del entronque de Valle de Bravo con la carretera México-Toluca encontró un embotellamiento muy grande. A bordo de su motocicleta pasó entre los coches y se colocó en el carril de alta velocidad. “Estábamos carro a carro”, describió. Un automóvil con placas del Estado de México la golpeó y derribó su motocicleta.

La senadora quedó de pie y reclamó el golpe al conductor. Deseaba que el agresor se hiciera responsable de los daños a su Harley Davidson. Los pasajeros de la camioneta, que ya ha sido identificada por las autoridades y es propiedad de una mujer de la localidad de Coacalco (Estado de México), le respondieron con insultos. Dos hombres, padre e hijo, bajaron y comenzaron a discutir. El padre tiró un golpe que la exatleta evitó. “Atrás de mí había otros dos sujetos. Caigo al piso y los cuatro comienzan a patearme”.

El golpe que le fracturó el pómulo la hizo reaccionar. Se puso en posición fetal y utilizó el casco para cubrirse la cara. La policía no pudo llegar por el embotellamiento. La agresión duró menos de un minuto.

“Este es un hecho cobarde”, dijo. La senadora intentó contener las lágrimas durante la conferencia, pero después de decir estas palabras no pudo aguantar más. Guevara hizo una pausa y bebió agua para retomar fuerzas. A sus lados estaban los coordinadores del resto de partidos en el senado, todos hombres.

“He sido siempre la más ciudadana, no tengo chófer ni uso escoltas”, dijo Guevara, que se dijo sorprendida por la violencia gratuita de la que fue víctima. “Promuevo siempre el buen haber entre los ciudadanos. Creo en mi país y es donde tenemos que trabajar”, añadió. La legisladora, conocida nacionalmente por haber ganado una plata en los Juegos de Atenas 2004 en los 400 metros, afirmó que a lo largo de la agresión no dijo ser senadora. “Era difícil que me identificaran porque tenía lentes y el casco puesto… Fui ecuánime y aguanté cada uno de los golpes que me dieron”.

Después de la agresión, Guevara condujo su motocicleta hasta ver una patrulla. La inflamación y la fractura no la dejaban ver el camino. Los policías la llevaron a un hospital de la Ciudad de México, donde estuvo en observación durante 12 horas para determinar si existían lesiones internas. El lunes a media tarde fue operada del rostro. Este martes, la legisladora pidió el castigo a sus agresores.

Fuente:elpais.com