La decisión por parte de Estados Unidos de abstenerse de una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas condenando a Israel por sus asentamientos en la Margen Occidental es uno de los momentos más significativos y definitorios de la Presidencia de Obama.

ENLACE JUDÍO MÉXICO — Este evento define la extraordinaria capacidad de este Presidente para transformar temas de política pública en asuntos personales con los adversarios. Y define la realidad de la posición implacable de la izquierda internacional hacia el estado israelí. Anteriormente en la semana, Egipto retiró la resolución del Consejo de Seguridad bajo presión del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.

El Presidente electo Donald Trump intervino también, hablando con el gobierno de Egipto y, vía Twitter, instando a Obama a bloquear la resolución, como lo han hecho gobiernos norteamericanos anteriores y el propio Obama en 2011. Como fue ampliamente informado el viernes después de la votación de la O.N.U., la Casa Blanca decidió abstenerse— permitiendo así que se apruebe la resolución pro-palestina—en represalia contra la intervención de los Sres. Netanyahu y Trump.

La animosidad de Obama hacia el Primer Ministro Netanyahu es bien conocida. Aparentemente Obama tomó como una afrenta que el Presidente electo expresara una opinión acerca de la resolución de la O.N.U. de esta semana. Es importante, sin embargo, ver esta abstención como más significativa que meramente la petulancia de Obama. Lo que esta revela claramente es la animosidad de la administración Obama contra el propio Estado de Israel. Ya sin necesidad del voto judío, Obama estuvo libre, finalmente, para castigar al estado judío en una forma que ningún Presidente previo lo ha hecho.

No tendrá éxito ningún intento por rescindir la resolución, la cual llama una violación del “derecho internacional” a los asentamientos, debido a los vetos de Rusia y China. En su lugar, la resolución seguirá viviendo como el instrumento de Barack Obama, ofreciendo apoyo en toda capital europea, institución internacional y campus universitario norteamericano para intimidar a Israel con el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones. El líder de la Minoría en el Senado, Chuck Schumer, imploró a la administración que vete la resolución, destacando correctamente que esta representa nada más el sesgo de “Sionismo es racismo” en la O.N.U.. Que el Senador Schumer tome nota de la verdadera naturaleza del ala izquierda de su partido.

El Presidente de la Cámara, Paul Ryan, llamó “vergonzosa” a la acción de la administración. El Senador Lindsey Graham dijo que él formará una coalición bipartidista para suspender o reducir el apoyo financiero estadounidense para la O.N.U.. Eso debe proseguir. Para Donald Trump, conozca a su Departamento de Estado. Esto es lo que creen los burócratas permanentes del Departamento de Estado, esto es lo que ellos quieren, y Barack Obama se los entregó. Los tuits no cambiarán esta hostilidad ahora innata hacia el aliado más antiguo de Estados Unidos en el Medio Oriente. El resentimiento de Obama, sin embargo, ha dejado claro como el cristal a la nueva administración adonde están trazadas las líneas en la arena.

Fuente: The Wall Street Journal- Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México