MARC CASANOVAS

“Haz hummus, no la guerra” es el documental que busca la receta de la paz en una tierra en guerra.

En árabe, hummus significa simplemente “garbanzo”. Esta legumbre machacada es una religión en Oriente Medio. En concreto, es la única religión que no se discute en el polvorín de fronteras donde cada centímetro de tierra se lucha con sangre y muerte.

En enero de 2010, Israel atacó al Líbano sin balas ni bombas con un único objetivo: la cocina. En una demostración de poder, sin precedentes, usaron su arma más mortífera, un plato de 4 toneladas de humus para llenar de orgullo patrio el estómago de sus habitantes.

¿El objetivo? Demostrar al país vecino que la receta original era de su entera propiedad. ¿Resultado de la misión? El evento se registró oficialmente como nuevo récord Guinness del mayor plato de hummus de la historia. Un éxito.

Líbano se lo tomó como una cuestión de estado y contraatacó dando inicio a la única guerra sin muertos de Oriente Medio: la guerra del hummus.

En mayo de 2010, cuatro meses más tarde, 300 chefs libaneses respondieron con un nuevo récord mundial en el pueblo de Al-Fanar, a unos 8 km al este de Beirut. Su plato de hummus pesaba 11,5 toneladas, triplicando el récord israelí. Fue un arma de destrucción masiva que cambiaba la dinamita por el puré de garbanzo: 8 toneladas de garbanzos hervidos, 2 toneladas de tahini, 2 toneladas de jugo de limón y 70 kg de aceite de oliva.

Un locutor de la Radio del Ejército de Israel se refirió al conflicto del hummus como “la tercera guerra del Líbano”. La guerra del hummus se convirtió en un evento viral llenando publicaciones en Internet, Youtube y Facebook. Una especie de lucha arábico judía de testosterona para saber quien la tenía más grande.

Así aparece todo reflejado en el documental “ Make Hummus not war” (Haz Hummus, no la guerra) del director Trevor Graham que explica como todos los países árabes reclaman la autoría de la receta original del hummus. Nadie quería quedar fuera de la gloria del plato más codiciado. Durante unos días, los titulares eran para un plato y no para el recuento de bajas en ambos lados. Alegría, cachondeo y rivalidad sana en tiempos difíciles.

Claudia Roden, experta en cocina de Oriente Medio, escribe que “cada receta cuenta una historia y los garbanzos son tan comunes en el mundo árabe que podrían ser su gran símbolo”. Pero, ¿quién prepara la mejor receta? ¿qué país la inventó?

Durante 400 años, el Imperio Otomano gobernó una gran parte del Medio Oriente desde su capital turca, Constantinopla. Cuando se crearon los estados-nación modernos, el conflicto del hummus, ya hacía años que ardía. Líbano en 1943, Siria y Jordania en 1946, e Israel en 1948 disputan la autoría del humus ahora, pero la cosa viene de lejos.

A pesar de la ascendencia de Oriente Medio sobre el hummus, los orígenes de la receta más famosa siguen siendo un misterio. La leyenda culinaria dice que el hummus se remonta a la época de las Cruzadas. Algunos libros de cocina centenarios constatan que el hummus se preparó por primera vez en el siglo XII para Saladino, el Sultán de Egipto y Siria.

Según Charles Perry, coautor de Medieval Arab Cookery (2001 Prospect Books), la receta medieval más certificada proviene de un libro de cocina árabe del siglo XIII.

Ya en la actualidad, la Asociación Nacional de Industriales Libaneses decidió demandar a Israel en una corte internacional, porque el Estado judío reivindicaba como propia la cocina árabe tradicional con el falafel y el hummus por bandera. Evidentemente, los libaneses estallaron en cólera: ”Al registrar los alimentos y los ingredientes libaneses estamos impidiendo que Israel robe nuestros alimentos y los venda por todo el mundo”, sentenció la asociación.

Sea como sea, lo único cierto es que los ingredientes básicos para hacer un buen hummus son los garbanzos de calidad, tahini (pasta de semillas de sésamo), zumo de limón, dientes de ajo, el mejor aceite de oliva, pimentón, comino y perejil. Aquí no hay guerras del garbanzo que valgan. Es así.

Por cierto, no lo sirvas caliente ni de bote, que no es un puré de patatas y alguno ha declarado la guerra por mucho menos.

 

Fuente:playgroundmag.net