La nominada por el presidente electo Donald Trump para ser la próxima embajadora de Estados Unidos ante la ONU criticó el sesgo del organismo internacional contra Israel, un aliado estadounidense, y prometió nunca abstenerse en resoluciones anti-Israel.

ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Nikki Haley, gobernadora de Carolina del Sur, y la primera en firmar la legislación que combate el boicot, la desinversión y las sanciones (BDS) contra Israel, es hija de inmigrantes de la India que recuerdan diariamente a sus hijos su buena fortuna de ser estadounidenses. Sus hermanos sirvieron en unidades de combate del ejército estadounidense.

Durante su audiencia de confirmación ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Haley dijo que apoyaba el traslado de la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalem, como Trump sugirió que haría. Al mismo tiempo, defendió la solución de dos Estados para el conflicto israelí-palestino, diciendo que entiende cómo los asentamientos “pueden obstaculizar la paz”.

Haley atacó al gobierno de Obama por no vetar la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU, que condena los asentamientos israelíes y prometió no abstenerse “cuando la ONU busque crear un ambiente internacional que fomente el boicot a Israel”. La gobernadora dijo al comité del Senado que la resolución fue “un terrible error” que hace que un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos sea más difícil de lograr. La ONU no es el foro adecuado para abordar temas como los asentamientos y el Estado palestino, afirmó.

La nominada criticó el “escandaloso sesgo de la ONU contra nuestro aliado cercano, Israel”.

En la reciente reunión de la Asamblea General, dijo Haley, “la ONU adoptó veinte resoluciones contra Israel y sólo seis apuntan al resto de los países del mundo”. En los últimos diez años, agregó, el Consejo de Seguridad “aprobó 62 resoluciones que condenan acciones razonables que Israel adopta para defender su seguridad. Mientras tanto, los peores abusadores de derechos humanos en Siria, Irán y Corea del Norte recibieron muchas menos condenas. Esto no puede continuar.”

El embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, agradeció a Haley por su “apoyo inequívoco y su clara declaración sobre la discriminación de la ONU contra Israel. Esperamos trabajar con ella para reparar el daño causado por la vergonzosa resolución del Consejo de Seguridad y avanzar hacia una nueva era en la ONU que incluya verdaderas reformas que pongan fin a la obsesiva obsesión con Israel,” dijo Danon en un comunicado emitido durante la audiencia.

Haley reconoció que tiene poca experiencia en política exterior. Aunque la ONU ha tenido muchos éxitos, dijo, citando programas de salud y alimentación que han salvado millones de vidas, “cualquier evaluación honesta también encuentra una institución que a menudo está en desacuerdo con los intereses nacionales de la Unión Americana y de los contribuyentes estadounidenses”.

“Estados Unidos contribuye con el 22 por ciento del presupuesto de la ONU, mucho más que ningún otro país. Somos una nación generosa. Pero debemos preguntarnos qué se logra con esta contribución desproporcionada. ¿Estamos beneficiándonos de lo que pagamos?” pregunta.

Haley dijo que se enfocaría en “reformar” la ONU y coincidió en que los fondos no deberían destinarse a programas que no funcionan. Pero dijo que no está de acuerdo con una estrategia de “tala y quema” en la que los dólares estadounidenses se utilizan como estímulo. Dijo que no está de acuerdo con los legisladores que quieren recortar los fondos estadounidense a las Naciones Unidas hasta que se anule la resolución del Consejo de Seguridad contra Israel.

Fuentes: United With Israel, Haaretz

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