Mientras la mayoría de los israelíes lidiaba con otro ‘ataque terrorista’ en el que fue asesinado un policía, en la aldea beduina parcialmente demolida de Umm al-Hiran se desarrollaba una narración muy diferente.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Era alrededor de las 10 de la mañana del miércoles y estábamos en una barricada donde la policía impedía que nadie pasara. Ni siquiera el propio Ayman Odeh de la Lista Árabe Conjunta, que más temprano había sido golpeado en la cabeza por lo que dijo fue una bala con punta de esponja, la policía dijo que era una piedra errante lanzada por manifestantes beduinos, y los médicos del hospital dijeron que no podían afirmarlo con certeza.

Ya había habido dos muertes, y la policía no quería más problemas antes de terminar de demoler una docena de casas y chozas en el pueblo beduino no autorizado de Umm al-Hiran, a una milla de distancia.

Horas antes, antes del amanecer, un maestro local de 47 años llamado Yaqoub Mousa Abu Al-Qia’an condujo su auto sobre un grupo de policías, matando al sargento primero Erez Levi, de 34 años.

La policía y el gobierno de Israel no tardaron en calificar el incidente de atentado terrorista, como el ataque perpetrado la semana pasada en Jerusalem, que mató a cuatro soldados israelíes. Y al igual que el atacante de Jerusalem, Al-Qia’an, dijeron inmediatamente que tenía vínculos con un grupo islámico, y esto explicaba por qué salió a cometer un ataque.

El líder árabe de la Lista Conjunta MK Ayman Odeh resultó herido durante una protesta contra las demoliciones de casas en la ciudad de Umm al-Hiran, en Neguev, el 18 de enero de 2017. Aquí está sosteniendo la bala con esponja que dijo que lo hirió. (Cortesía / Lista Conjunta Árabe)

El sargento Levi, de 34 años, deja una esposa y dos hijos de 2 y 5 años.

En el funeral de Levi, el jefe de policía Roni Alsheich repitió la afirmación de que el conductor que mató al oficial se había radicalizado, acusándolo de incitar a los niños a la violencia.

“[Abu al-Qia’an] difundió la incitación en una escuela donde seis maestros han sido arrestados por su afiliación con el Estado Islámico”, dijo Alsheich. “El terrorista buscó un grupo de policías, aceleró y luego los golpeó”.

Anteriormente, el subcomandante del distrito meridional de la policía, Peretz Amar, dijo que el incidente fue “un ataque deliberado. Es evidente. Es un hecho. No hay otra explicación, y quien intente ofrecer una explicación alternativa no estaba aquí en ese momento y no entiende”.

Una historia muy diferente se desarrollaba en Umm al-Hiran.

Nadie en el pueblo creía la versión de los acontecimientos de la policía. Todo lo contrario. Estaban furiosos de que el maestro “asesinado” ahora veía su nombre calumniado.

Los que estaban en la escena dijeron que Qia’an primero recibió un disparo de la policía, y luego su automóvil aceleró y los golpeó. El video de la escena fue citado tanto por las autoridades israelíes como por los residentes locales como prueba de la veracidad de su narrativa.

En otra parte de la aldea, la mayoría de los líderes árabes de Israel se reunían en reunión de emergencia, declarando más tarde una huelga de un día para el jueves.

Las mujeres de la aldea presentes narraron:

“Qia’an estaba durmiendo cuando su sobrino lo llamó desde la mezquita para decirle que hoy había demolición”, dijo una de las mujeres, contando que rápidamente sacó los objetos de valor de su casa y los llevó a su coche.

“Desde el momento en que llegó a la escena en su jeep, se arremolinaron a su alrededor como moscas, disparándole desde todos lados y gritándose unos a otros ‘terroristas, terroristas'”, alegó la policía.

Nadie en el pueblo parecía haber estado esperando las demoliciones. Las negociaciones habían continuado hasta la medianoche, y aunque no se llegó a ningún acuerdo – Odeh había dicho que quedaban algunos detalles por resolver – los tractores no esperaron tanto.

Mujeres beduinas reaccionan a la destrucción de casas el 18 de enero de 2017, en la aldea beduina no reconocida de Umm al-Hiran en el desierto de Negev. (Foto AFP / Menahem Kahana)

Raid Abu Al-Qia’an, designado portavoz del pueblo, dijo que aquellos cuyas casas fueron destruidas dormirían en casas de sus parientes en el pueblo. Aún quedan 70 hogares.

La mayor parte de la aldea seguía en pie, incluyendo su mezquita; la policía demolió ocho casas y cuatro chozas.

“Esto es lo que Bibi quiere”, dijo el sobrino de Qia’an, refiriéndose al primer ministro.

Miembros de la Lista Conjunta (Árabe) reunidos aquí coincidieron, argumentando que las demoliciones eran la última táctica de Netanyahu para demostrar a su base que era duro con los árabes. Después de acordarse a finales de diciembre que el puesto ilegal de Amona en Judea y Samaria (Cisjordania) pronto sería evacuado, Netanyahu dejó claro que aumentaría la tasa de demolición de viviendas árabes construidas ilegalmente en Israel, para mostrar que judíos y árabes son tratados “por igual” bajo la ley.

A principios del día, varios cientos de residentes de las aldeas y pueblos beduinos israelíes cercanos habían llegado a la barrera de la policía a mostrar su solidaridad con Umm al-Hiran.

En 2013, Israel aprobó el establecimiento de dos nuevas comunidades judías, llamadas Kesif y Hiran. Para dar paso a las nuevas ciudades, Umm al-Hiran, no reconocido por las autoridades, debía ser desmantelado.

El gobierno dice que los residentes de Umm al-Hiran deben ser trasladados a la aldea beduina cercana de Hura, hogar de alrededor de 300 familias, con una compensación ofrecida.

La Corte Suprema de Israel aprobó la remoción, habiendo dictaminado en 2015 que la aldea fue construida en tierras estatales y sus residentes beduinos no tenían derechos legales. El tribunal señaló en noviembre que los aldeanos beduinos fueron informados de que recibirían parcelas de 800 metros cuadrados en la cercana ciudad de Hura, construida por el gobierno en 1989 específicamente para absorber y urbanizar a los beduinos de las aldeas no reconocidas y los campamentos de tiendas. No está claro cuándo serán trasladados los otros residentes.

La construcción ilegal “no está en sus genes”, sino que la causa la falta de planificación de desarrollo en las comunidades árabes, insiste el diputado árabe Ahmad Tibi.

A raíz de la violencia mortal del miércoles en la aldea beduina de Umm al-Hiran, dos legisladores árabes han propuesto un congelamiento de 10 años en la demolición de la construcción ilegal en las comunidades árabes.

“No es un accidente que haya decenas de miles de hogares con órdenes de demolición en contra de ellos” en comunidades árabes, dijo el miércoles Ahmad Tibi (Lista Conjunta Árabe) a Radio Israel.

“No está en sus genes. No hay planes de desarrollo, ni planes de zonificación, ni expansión”, agregó.

El nuevo proyecto de ley, introducido por los Miembros de la Knesset de la Lista Común Tibi y Osama Saadi, congelaría durante diez años toda demolición de estructuras ilegales construidas por un terrateniente en su propia tierra, “durante el cual desarrollamos una solución nacional integral” para la zonificación y el desarrollo.

Esta congelación no se aplicaría a la construcción ilegal en Umm al-Hiran y otras aldeas beduinas no reconocidas, donde la tierra pertenece al estado.

Los israelíes árabes se ven obligados a construir ilegalmente, insistió Tibi, porque los organismos de zonificación israelíes no han logrado asignar lo que las comunidades árabes requieren para sostener el crecimiento natural.

“No puedes lanzar a los árabes al mar y quejarse cuando se mojan”, bromeó Tibi.

El proyecto de ley será considerado por el Comité Ministerial de Legislación el domingo, cuando los ministros decidan si otorgar el apoyo del gobierno al proyecto de ley.

Dov Lieber contribuyó a este reportaje

Fuente: The Times of Israel – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico