A un día de que se celebre en todo el mundo el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, Mily Cohen, fundadora y vicepresidenta del Museo Memoria y Tolerancia, concedió una emotiva entrevista a Enlace Judío en la que habla sobre la historia del museo y los logros del proyecto.

MAY SAMRA PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO — Milly nos da su perspectiva sobre la labor del recinto: “Generalmente los jóvenes piensan que la Shoá fue hace mucho, que no hay relación con el presente, cuando la verdad es que el Holocausto está más cerca que nunca”.

“Esto no es sólo un ejercicio de recuerdo, sino de reflexión, ya que es un asunto que afecta a la humanidad entera”. En cuanto a la relevancia de las herramientas educativas de que echa mano el museo, dice:

“Podemos ver el discurso de odio de Trump y cómo la indiferencia hacia este pavimenta el camino al odio. Con el presidente Trump vemos que la Shoá está muy cerca. En 1938  mucha gente dijo es una exageración, pero es la gente quien lo puso en el poder, a este hombre con un discurso de odio, pero además de eso, su voz y expresión corporal son violentas. Me asusta lo que sucedió en las elecciones, que la gente apoyó a alguien con un discurso de odio abierto, como con Hitler, la gente hizo a un lado esto por la idea de regresar a una “grandeza” anterior.

Este día que se dedica a recordar el Holocausto, dice, es importante estar presente, y recordó la visita que hizo al museo del genocidio en Ruanda, donde, relata, hay un espacio especial para recordar la Shoá, porque los judios son quienes mejor recuerdan, y hacen esfuerzo para recordar, le dijeron los encargados del museo.

“Hay que tener la pasión de creer en los sueños, fueron 12 años de planear, y seis años ya con el museo abierto, y es un museo que tenía que existir, porque el mundo lo requiere, el país lo requiere, y es una cosa grande estar en el corazón de México, y somos influenciadores en el país. Pensar que el museo pueda ser un generador de cambio me llena de orgullo y motivación”.

Hemos tenido recorridos para jovenes de cárceles para menores, y al final tuvimos preguntas y respuestas, y uno dijo “mi vida cambió hoy, porque yo pensé que tenía derecho de hacer lo que hacía, por haber nacido en una situación poco favorable”.

La lucha y la rabia pueden ser constructivas o destructivas.

“El museo ha tenido mucho eco, y lo imortante es cómo se cuenta la historia, y aquí cada parte se cuenta con una referencia humana. El genocidio es algo que le sucede a la humanidad entera”.

Cuenta sobre visitas que le han dejado huella: “La sobrina nieta de Himmler vino, y bajé a verla, y conocerla fue una experiencia muy fuerte. Recorrió el museo con la cabeza baja, eso me hizo pensar que la herencia que le dejamos a nuestros hijos es importantísima. Poco después vino el hijo de un Justo, Sanz Briz, y él recorrió el museo con la cabeza muy alta”.

“El libro que hicimos fue un trabajo de 20 años, y queríamos asegurarnos de que el testimonio quedara registrado, muchos tenían miedo de que sus historias se fueran con ellos a la tumba”.

También habla sobre el proyecto de ayuda a sobrevivientes. “Algunos vivían en condiciones difíciles, y nos dimos cuenta de que había otras problemáticas. Hicimos el fondo de ayuda a sobrevivientes, y entre otras cosas, los acercamos a los jóvenes”.

Además, nos contó sobre la plataforma paralela al museo, MAS, Movimiento de Acción Social, que le permite actuar a la gente que lo desea, ya que, dice, la compasión y la reflexión sin acción no tienen sentido.

EL MUSEO MEMORIA Y TOLERANCIA EN CIFRAS

2 140 000 visitantes

44 exposiciones temporales

154 000 niños becados

1 073 cursos gratuitos

163 800 alumnos del Centro Educativo

291 600 fans en redes sociales

197 000 niños en Panwapa

108 800 maestros visitantes para formación educativa

170 celebridades, incluyendo al Dalai Lama