JOSEFIN DOLSTEN / En medio del alboroto por la prohibición de Trump a los refugiados, en una entrevista a la abuela de su yerno ella habla de su época como refugiada de la era nazi, sin tener a donde ir

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Jared Kushner, el yerno judío del presidente Donald Trump y consejero principal, permaneció en silencio mientras por todo el país se extendían las protestas contra la polémica prohibición de refugiados de Trump – durante 120 días a todos los refugiados y 90 días a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana – a entrar en el país.

Pero la historia familiar de Kushner fue puesta en el centro de atención cuando The Nation publicó el testimonio de su difunta abuela, Rae Kushner, en el que habló de sus luchas como refugiada de la era nazi sin un lugar a donde ir.

Rae Kushner nació en 1923 en Novogrudok, una ciudad en Polonia ocupada por la Unión Soviética y luego la Alemania nazi, en una familia judía de clase media de seis miembros. Sólo tres miembros de la familia sobrevivieron a la guerra: Rae Kushner, su padre y una de sus hermanas. Y aunque su padre tenía ocho hermanos y su madre tenía tres, Rae Kushner sólo quedó con dos primos. Durante la guerra, los nazis convirtieron Novogrudok en un ghetto. Las condiciones eran malas y los nazis entraban a voluntad y mataban a la gente.

Rae Kushner escapó del gueto por un túnel de fuga excavado por judíos y vivió en el bosque durante nueve meses con su hermana y su padre. Posteriormente se infiltraron en varios países – la ex Checoslovaquia, Austria, Hungría – para terminar en un campamento de desplazados en Italia.

Jared Kushner sale de Trump Tower, el 7 de diciembre de 2016 en la ciudad de Nueva York. (Drew Angerer / Getty Images)

Incapaces de encontrar un país que los acogiera, Rae Kushner y su esposo, Joseph, a quien conoció como miembro de los afamados partidarios de Bielski y se casaron en Hungría, permanecieron en Italia durante tres años y medio hasta que familiares en los Estados Unidos los ayudaron a obtener visados.

En Estados Unidos, ella y su esposo tuvieron cuatro hijos, entre ellos Charles Kushner, el padre de Jared. Rae Kushner falleció en 2004.

A continuación se presentan algunas de las partes más potentes de su testimonio, que provienen de una entrevista realizada en 1982 por el Kean College of New Jersey Holocaust Resource Center y publicado por el Museo del Holocausto de EE.UU. en Washington, DC:

Sobre la vida en Polonia antes de la guerra:

“Algunos judíos, amigos de mi padre que tenían tiendas, lo dejaron todo y se fueron a Palestina. Le dijeron a mi padre y a mi madre: “Vende todo y corre”, pero tuvimos un problema. No sabíamos a dónde correr. No había Israel como hay hoy. No había lugar al que pudieras ir legalmente. Era muy difícil conseguir una visa a los Estados Unidos; se necesitaban años y años … sentimos que algo venía, pero no pudimos evitarlo. Las puertas del mundo estaban cerradas para nosotros.

Sobre la vida en el gueto judío de Novogrudok:

“No podías esconderte. Los alemanes matarían a todos los judíos. Era arriesgado. Si no les dabas a los alemanes lo que querían, mataban a todos con ametralladoras.

Sobre cruzar ilegalmente la frontera de Hungría, donde se había casado con su marido, a Italia después de la guerra:

“El día después de casarnos, pasamos infiltrados por la frontera a Italia. Esta fue nuestra luna de miel. En Italia nos quedamos en un campamento de desplazados. Era como estar en el gueto nuevamente. Mi hija mayor, Linda, nació allí.

Tratando de encontrar un lugar para establecerse:

“Queríamos ir a África, a Australia, a Israel. Estábamos dispuestos a ir a cualquier lugar donde pudiéramos vivir en libertad pero nadie nos quería. Nadie nos abrió sus puertas. Nadie quería llevarnos. Así que durante 3 años y medio esperamos hasta que finalmente conseguimos una visa para venir a Estados Unidos … Para los judíos, las puertas estaban cerradas. Nunca lo entendimos. Incluso el presidente Roosevelt mantuvo las puertas cerradas. ¿Por qué? El barco St. Louis fue obligado a dar vuelta atrás. ¿De qué tenía miedo el mundo? No entiendo. Gracias a Dios, ahora vivimos vidas normales con nuestra familia y amigos. Pero esta pregunta siempre permanece en mi mente.

¿Hizo la comunidad judía americana lo suficiente para ayudar a los judíos europeos durante la guerra?:

“Sentíamos que no hacían lo suficiente. Tal vez no podían hacer más. Sé que hubo delegaciones que se presentaron al presidente. Habría sido mejor que los estadounidenses bombardearan las cámaras de gas. Así, aunque algunos judíos hubieran sido asesinados, tal vez otros se habrían salvado”.

Sobre la vida en Estados Unidos:

“Nuestra vida es un milagro. Sobrevivimos a los campos, los ghettos y los bosques. Es un milagro que vivimos para convertirnos en gente normal. Nuestras vidas son milagros, nuestros hijos y nietos son milagros. Nunca soñamos que de las cenizas y escombros, sobreviviríamos para llevar una vida normal y ver y construir la próxima generación “.

Fuente: The Times of Israel – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico