ENRIQUE RIVERA PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

En México ya tenemos mucha experiencia con aquello de: “Lo que quiso decir es…”. El Primer Ministro de Israel, “Bibi” ahora sí la regó; en un impulso de auto elogio o de demostrar que es very “cuate” de Trump, se llevó entre las patas a los mexicanos y a una relación diplomática de muchos años, que ha tenido altas y bajas, pero que en tiempos recientes se ha venido consolidando.

Nuestras autoridades comunitarias, en un acto de honestidad y valor, pintaron su raya y pusieron muy en claro que el Primer Ministro no era apoyado por la Comunidad Judía de México en el espaldarazo a la política del poco simpático y humano “Gran Jefe Trump.”

Yo lo que opino es que habría que invitarle una comida de desagravio al señor Netanyahu para limar las asperezas y él pueda demostrar que los izquierdistas son quienes le echaron a perder su inocente tuit.

Qué tal si en la botana se le ofrecen cuadritos de naranja, jícama y pepino con chile y limón, acompañados de un mezcalito o un buen Tequila.
En la mesa: un regio ceviche de pescado, con su cebollita picada, su salsa bruja y unas rodajitas de chile serrano. A ello le seguiría un pollo en mole, con su ajonjolí y su rodaja de cebolla y naranja, con su arrocito al lado, sus frijolitos refritos y tortillas de comal.

Para después continuar con un digno ejemplo de sincretismo culinario mexicano: un chontl con papas y alubias, salpicados de chilito verde toreado con salsa de soya y limón. O bien un pozole con chile ancho y guajillo, orégano, lechuga, rabanitos, tostaditas. Claro, todo kosher.

Ya para finalizar, un rico dulce de tamarindo enchilado y unos cuadritos de pan de centeno cubierto de mermelada de chile habanero. Por supuesto, el mandatario se sentiría muy halagado de este banquete muy mexicano y por mucho tiempo no podría pensar en ningún muro, el cual se pretende sea pagado por los mexicanos.

Lo verdaderamente preocupante para mí es que el ejemplo Trump este cundiendo como reguero de pólvora, y que su muy particular forma de mostrar y exhibir el poder sea tomado como el escaparate donde muchos tendrían la tentación de actuar. Como Meryl Streep lo expuso magistralmente en un discurso semanas atrás: “La persona que pidió sentarse en el asiento más respetado de nuestro país imitó a un reportero discapacitado, alguien a quien supera en privilegios, poder y capacidad de defenderse.”

“Me rompió el corazón ver aquello y aún no me lo puedo sacar de la cabeza, porque no era una película, sino la vida real”, continuó Streep. “Este instinto por humillar a alguien en público, por un poderoso, se filtra en la vida de todos, porque de alguna manera da permiso a otra gente a hacer lo mismo (…) Cuando los poderosos usan su posición para abusar de otros, todos perdemos”, sentenció la carismática actriz.

Creo que a la larga, y si nuestros mandatarios y políticos en verdad se interesan y quieren mostrar su legítimo amor por México, saldremos fortalecidos de esta crisis y haremos una mejor sociedad. Es de aplaudir que la mayoría de los mexicanos, han captado que fue un individuo, el líder de Israel quien lanzó inconscientemente o no esa piedra y no el Pueblo de Israel ni la mayoría de los judíos en el Mundo y menos en México.