¿Cómo hacen negocios las empresas de alta tecnología israelíes en Arabia Saudita? Con mucha calma.

Los buenos negocios hacen buenos vecinos

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Durante los 30 años que trabajó para la inteligencia israelí, Shmuel Bar se sumergió en la hermenéutica del Terrorismo [Teoría de la interpretación de los signos como elementos simbólicos de una cultura]. Utilizando técnicas de análisis literario más familiar para los estudiosos del Corán y los estudiosos de la Biblia, llegó a reconocer el lenguaje distintivo y los versos religiosos típicos empleados por los terroristas suicidas en sus vídeos de despedida.

“La victoria pertenece a los que saben ser pacientes” aparece con frecuencia en las declaraciones de reclutas mártir de Hamas. Los seguidores de al-Qaeda son más propensos a “Alá los cuenta, los mata y no deja ninguno”.

Bar, de 62 años, pelo revuelto, sensibilidad irónica, proviene de los servicios gubernamentales, que abandonó en 2003, en medio de la proliferación del terrorismo global, y con la creciente sensación de desastre, aprovechó la oportunidad para desarrollar una especialidad. Fundó una compañía llamada IntuView, una profunda riqueza de datos sobre Darknet – una especie de versión israelí de Palantir, el contratista de seguridad en Silicon Valley. Aprovechando el talento de ingenieros en la incubadora de startups en Herzliyah, adaptó la oreja de analista al lenguaje de algoritmos personalizados, capaz de tamizar el flujo constante de mensajes de las redes sociales para sondar y captar las amenazas terroristas. Vendió sus servicios a la policía, las aduanas y los servicios de inteligencia de toda Europa y EE.UU..

Luego, hace dos años, recibió un correo electrónico inesperadamente. Alguien que pertenece al escalón más alto del poder en Arabia Saudita, dice Bar, lo invitó a discutir un proyecto potencial por Skype. Los saudíes habían oído hablar de su tecnología y pedían su ayuda para identificar posibles terroristas. Sólo había un problema: Bar debía instalar una empresa de fachada en el extranjero para enmascarar la identidad israelí de IntuView. Esto no es problema, dijo, y se puso a trabajar para desenmascarar a los yihadistas saudíes con un programa de software llamado IntuScan, que puede manejar 4 millones de mensajes diarios de Facebook y Twitter. Más tarde, este trabajo se expandió para realizar investigaciones sobre la opinión pública de la familia real saudí.

“No es que yo los haya buscado”, dice Bar, divertido por el giro inesperado en la vida que lo llevó a tratar a los enemigos de Israel”. “Son ellos los que vinieron a mí.”

“Si se ha convertido en un país que no es hostil a Israel y podemos ayudar, lo hacemos!”

Bar dice que se encuentra libremente en estos días, con saudíes y otros habitantes árabes del Golfo en conferencias y eventos privados en el extranjero. El comercio y la colaboración en tecnología avanzada y en inteligencia están floreciendo entre Israel y un panel de los Estados Árabes, aunque la gente y las empresas no suelen implicarse hablando en público.

Cuando un grupo de expertos en Londres recientemente retiró la invitación a Bar, que debía hablar ante todo un público, explicándole que también venía un importante funcionario saudí y que no era posible que ambos aparecieran juntos, Bar tranquilizó a los organizadores diciendo que este señor saudita y él mismo tenían planeado almorzar en un restaurante marroquí cercano, antes de ir juntos al evento. “Se quedaron completamente desconcertados por los saudíes”, agregó.

La paz aún no ha caído en Oriente Medio. Las espadas todavía no se han convertido en arado, pero una convergencia lógica de intereses se basa en los temores compartidos: de una bomba nuclear iraní, del terrorismo yihadista, de un levantamiento popular y de una retirada estadounidense en la región. IntuView tiene licencias de exportación israelíes y todo el apoyo de su gobierno para ayudar a cualquier país que se enfrenta a las amenazas de Irán y los grupos yihadistas. “Si se trata de un país que no es hostil a Israel al que podemos ayudar, lo hacemos”, dice Bar. Sólo Siria, Líbano, Irán e Irak están fuera de fuera de juego.

Los saudíes y otros árabes ricos en petróleo están más que dispuestos a pagar por esta contribución; “¿Boicot árabe?”, se pregunta Bar, “Simplemente no existe”.

Fuente: JForum.fr – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico