Sigmund y Martha Freud: “Salud mental significa la habilidad de amar y de trabajar.”

MAY SAMRA PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO- Freud llamó al género femenino como el “sexo tierno”. Opinaba que las mujeres estaban destinadas al hogar y a la crianza de los hijos, pero no confiaba en sus habilidades en otros campos.

Freud se enamoró de quien sería su esposa, Martha Bernays, a primera vista. En sus cartas de amos le llama “mi niña pequeña”, “mi princesa” o “mi mujercita”. Su compromiso duró como cuatro años y le preocupaba quererla más que ella a él.

En 1960 escribe: “Creo de verdad que siempre te he amado más que tú a mí… Te he forzado a amarme y me aceptaste sin mucho afecto”. Antes de su matrimonio idealizó a Martha, escribiéndole sin cesar.

Escribe a Martha, describiendo en contenido de un hogar feliz: estufa, mesas, sillas, camas, un reloj y tapetes, “para ayudar a que el hogar esté limpio… Habrá tanto que gozar, los libros y la mesa de coser y la lámpara… y todo debe ser ordenado porque si no, el ama de casa –quien dividió su corazón en pedazos: uno para cada pieza del mobiliario-, podría sentirse perdida”.

En otra carta, Freud se quejó con Martha de que no tenía control sobre ella; “Eres dura y reservada y no tengo poder sobre ti”. Sin embargo, después del matrimonio, el papel de Martha fue delineado: limpiaba la casa, preparaba los alimentos, veía por los niños (con los cuales Freud convivía muy poco tiempo), pagaba las facturas y preparaba la colación en las juntas de la “Sociedad psicológica de los miércoles”, que se realizaba en casa de Freud.

Freud tuvo seis hijos: Matilde, Jean Martín (por Charcot), Oliver (por Oliverio Cromwell, héroe de Freud), Ernst, Sophie y Anna (precursora de la psiquiatría infantil). Le escribió a Martha más de 900 cartas de amor, cuya mayoría rebasaba las 12 hojas.

Aun así, hacia finales de su vida, aún se preguntaba: “¿Qué quieren las mujeres?”