DOV ALFON

Cuatro candidatos irán a las elecciones el domingo con una oportunidad de triunfar. Desde Marine Le Pen de extrema derecha hasta Jean-Luc Mélenchon de extrema izquierda.

Las elecciones presidenciales en Francia determinarán el destino no sólo de la Quinta República Francesa, sino también la de Europa. La primera ronda de las elecciones se celebrará este domingo, y es la carrera presidencial más reñida en la historia francesa.

Los cuatro candidatos principales – Emmanuel Macron, Jean-Luc Mélenchon, François Fillon y Marine Le Pen – tienen la misma oportunidad de llegar a la segunda vuelta el domingo 7 de mayo (tomando en cuenta el margen de error de las encuestas).

Dos de los candidatos han declarado abiertamente que si son electos cambiarán la forma de gobierno. Uno quiere salir de la Unión Europea en etapas; otro quiere salir inmediatamente del bloque monetario del euro; y tres admiten que si son electos, Francia y Europa sufrirán una especie de “terapia de shock” inicialmente.

Según las últimas encuestas, el centrista Macron tendría un 23 por ciento, Le Pen de extrema derecha obtendría un 21 por ciento, Mélenchon de extrema izquierda un 20 por ciento y Fillon, el tradicional candidato republicano de derecha, sería el cuarto con 18 por ciento de los votos.

Los cuatro saben que en esta última etapa, cualquier error que cometan sería imperdonable, y cualquier incidente externo (como el ataque terrorista en los Campos Elíseos) podría arruinar sus planes o impulsarlos hacia la presidencia. Cada uno de ellos está seguro de que la dinámica de los últimos días funcionará a su favor – al menos dos de ellos está equivocado.

Logros hasta el momento

Macron: Siendo un candidato independiente sin una importante experiencia política, ha sobrevivido a dos intentos de “asesinatos” políticos: la publicación de un documento falsificado sobre sus conexiones con el Banco Rothschild en un sitio web ruso y rumores de que es homosexual.

Le Pen: Muchas personas en su propio partido piensan que ha dirigido una campaña catastrófica. Sin embargo, ha liderado consistentemente las encuestas. También obtuvo el apoyo de su padre y fundador del partido, Jean-Marie Le Pen, y al hacerlo evitó una disputa familiar.

Mélenchon: Después de una larga carrera política, ha logrado persuadir a millones de votantes, en su mayoría jóvenes, de que representa el cambio que esperan. Se ha posicionado como un candidato realista sin ocultar su enfoque radical.

Fillon: También sobrevivió a un intento de “asesinato” político, aunque ningún político pudo haber salido ileso. Convirtió los ataques en su contra en su ventaja política, tomando el lugar de Le Pen como la principal víctima de los medios de comunicación, la élite legal y la Asamblea Nacional.

Estrategia para los últimos días

Macron: Aparecerá en más de 100 manifestaciones de campaña en toda Francia con un simple mensaje: soy el único candidato cuya elección puede evitar el caos absoluto.

Le Pen: Ha vuelto a enfocarse en la inmigración como una amenaza existencial para Francia, y trató de afirmar que la detención de dos presuntos terroristas en Marsella el martes fue parte de una conspiración para silenciarla. Ella prefirió dirigir una campaña discreta ya que Fillon fue elegido como candidato republicano de derecha.

Mélenchon: Planea robar los votantes antiestablishment de Le Pen y los votantes izquierdistas de Macron, que están asustados por su cortejo de la derecha. Aparecerá todos los días en siete u ocho manifestaciones de campaña a través de Francia, con la ayuda de un holograma especial creado especialmente para él, y continuará con su plataforma antiestablishment hasta el último momento.

Fillon: Se esforzará por verse presidencial y centrarse en cuestiones de seguridad. Entonces podrá ignorar lo que los críticos describen como la terrible debilidad de su plataforma económica y la clara ventaja de Macron sobre él en este sentido.

¿En qué se enfocarán en los últimos días?

Macron: Seguirá centrándose en la economía, visitando fábricas y otros lugares de trabajo. Repetirá sus propuestas económicas: cancelar los impuestos locales sobre la propiedad para alrededor del 80 por ciento de la población; sustituir el impuesto sobre la riqueza por un impuesto sobre bienes inmuebles; reducir impuestos a las empresas; reducir drásticamente las prestaciones por desempleo; elevar la edad de jubilación a 67 años; restrigir el poder de big pharma; aumentar el presupuesto de defensa; ampliar la autoridad de la UE en asuntos económicos.

Le Pen: Hablará extensamente sobre tres temas clave: árabes, árabes y árabes.

Mélenchon: Aprovechará su impulso para persuadir a los profesores, la base fuerte del Partido Socialista, de apoyarlo y abandonar sus planes de votar por su candidato preferido, Benoît Hamon, que no tiene posibilidades reales de ganar.

Fillon: Aprovechará la detención de los presuntos terroristas en Marsella para ampliar sus planes de seguridad, contratar a más policías, construir más prisiones, aumentar el presupuesto de defensa y reducir la edad de responsabilidad penal.

Errores hasta ahora

Macron: Tomó la delantera demasiado temprano en la campaña y teme ser castigado por los votantes que prefieren al oprimido. No está identificado con posiciones claras fuera del ámbito de la economía, y ha cortejado a los votantes de la derecha que se han decepcionado de Fillon.

Le Pen: Cedió su estatus de víctima del sistema y los medios de comunicación a Fillon, y de candidata antiestablishment a Mélenchon. Además, no ha podido atacar a Macron de la misma manera que planeó atacar a François Hollande.

Mélenchon: Dio a cnocer su plataforma política esta semana cuando anunció su intención de abandonar la OTAN a favor de la Alianza Bolivariana (ALBA), una alianza política y militar con Venezuela, Honduras, Cuba e Irán, bajo auspicios de Rusia.

Fillon: Pensó que podía negar y / o responder a sospechas y acusaciones en su contra. Pero en la última semana, ha cambiado de táctica y todavía puede tener tiempo suficiente para un regreso sorpresa.

Judíos, musulmanes y el voto indeciso

Macron: Goza de un amplio apoyo de las comunidades minoritarias en Francia, incluidos los judíos y los musulmanes moderados. Estos últimos son las mayores víctimas de la desaceleración económica de Francia. Es considerado el candidato más pro-Israel de los cuatro. Alrededor del 30 por ciento de sus partidarios dicen que pueden cambiar de opinión antes de los comicios, pero muchos votantes indecisos también dicen que pueden votar por él.

Le Pen: No logró silenciar las voces antisemitas en su movimiento – esta semana se informó que la tesorera de su partido del Frente Nacional tenía una falsa identidad en Facebook para celebrar el cumpleaños de Hitler con sus amigos. A pesar del creciente extremismo en torno al conflicto entre judíos y musulmanes en Francia, pocos judíos se han convencido de votar por ella. Le Pen tiene el mayor número de votantes que han afirmado que no cambiarán de opinión y votarán por ella el domingo. Ella consideró el establecimiento de un movimiento de “musulmanes por Le Pen”, pero finalmente decidió que la iniciativa le haría más daño que bien.

Mélenchon: Es uno de los más feroces críticos de Israel y destaca su antisionismo con declaraciones que bordean el antisemitismo. Sin embargo, ha rechazado tales críticas diciendo: “No creemos que hay un pueblo superior a otros”. Ha defendido a los manifestantes árabes que gritaban “muerte a los judíos”, afirmando que ellos protestan contra los judíos franceses que se han alistado a un ejército de otra nación. Es apoyado por los musulmanes franceses tradicionales, en parte debido a su postura de que Francia necesita restringir sus leyes seculares y permitir a los musulmanes más libertad para observar su religión. Mélenchon tiene muy poco apoyo entre los votantes indecisos.

Fillon: Tradicionalmente, muchos judíos votan por el Partido Republicano, pero ahora están asustados por el enfoque cristiano de Fillon. El periódico judío Actualité Juive reveló en marzo que Fillon apoya la prohibición de la matanza kosher, y sus declaraciones contra el comunitarismo “(división social) no han calmado ninguno de estos temores. Es apoyado por la burguesía musulmana, algunos de los cuales él mismo llama “los votantes que se avergüenzan de mí”, y el 72 por ciento de sus partidarios dicen estar seguros de que votarán por él. El 45 por ciento de los votantes indecisos dicen que están considerando apoyarlo.

Los riesgos que enfrentan conforme se aproximan los comicios

Macron: Teme un retorno masivo de última hora de los votantes de derecha a Fillon y un bajo número de votantes. También teme que un incidente importante de seguridad externa pueda influir en las elecciones.

Le Pen: Su mayor amenaza es un fuerte regreso de Fillon, el único candidato que puede evitar que llegue a la segunda ronda. Ella espera una baja participación de votantes, pero la tensa y apretada carrera puede llevar a una participación sin precedentes.

Mélenchon: El problema con la mayoría de los votantes jóvenes es que son realmente jóvenes, dijo una vez Charles de Gaulle. Por lo tanto, se desconoce cuántos podrán votar en sus colegios electorales, y cuántos han completado los trámites necesarios para hacerlo. Una gran parte de los nuevos partidarios de Mélenchon tradicionalmente votan por Le Pen, y podrían apoyarla en el último momento. Finalmente, las dramáticas advertencias de los economistas contra su elección podrían influir incluso a sus propios votantes.

Fillon: Será la principal víctima de la baja participación electoral.

Fuente: Haaretz / Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico