Los resultados oficiales parciales de la primera vuelta de las elecciones francesas pronostican que el centrista Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen serán quienes disputarán la presidencia en balotaje.

Con 76 por ciento de los votos escrutados, el Ministerio del Interior indicó que Macron suma el 23.3 por ciento de las preferencias contra 22.7 por ciento de Le Pen.

Les siguen el candidato conservador, Francois Fillon, con el 19.8 por ciento, y el candidato de extra izquierda Jean-Luc Mélenchon, con el 18.8 por ciento.

Los últimos votos a escrutarse provienen de las grandes urbes galas, que tienden a favorecer a la izquierda.

Más temprano, las proyecciones de encuestadoras marcaban una tendencia similar.

Según las estimaciones de Ipsos, la Televisión Francesa, Radio France y Le Monde, Emmanuel Macron iría a la cabeza con el 23.7 por ciento de los votos, seguido por Le Pen, con el 21.7 por ciento.

Fillon y Mélenchon estarían empatados en el tercer puesto con el 19.5 por ciento de los votos cada uno.

Benoit Hamon, de la izquierda moderada, sumaría el 6.2 por ciento de los votos. El resto se dividiría entre los otros seis candidatos.

Otra proyección, la de la Sofres, ubican a Le Pen y Macron empatados con 23 por ciento de los votos, y a Fillon y Mélenchon empatados con un 19 por ciento.

Emmanuel Macron proclamó ante sus seguidores que el pueblo francés decidió ponerlo a la cabeza de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, y agradeció al conservador François Fillon y al socialista Benoît Hamon por anunciar que votarán por él.

“En un año hemos cambiado la cara de la política francesa”, dijo un eufórico Macron ante sus partidarios en el Palacio de Congresos de Puerta de Versalles.

La ultraderechista Marine Le Pen se adjudicó la victoria en la primera vuelta presidencial y afirmó que su partido, Frente Nacional, representa “la gran alternativa” para el pueblo galo.

Tras agradecer a sus votantes, aseguró que con ello se abrió necesario debate sobre la globalización y llamó a los franceses a aprovechar esa oportunidad única.

“O continuamos el camino hacia la desregulación total, la inmigración masiva, la libre circulación de terroristas, el del dinero dominado por la élite, o elegimos el de una Francia que erige fronteras que protegen nuestra identidad.

“Es hora de liberar al pueblo francés de las élites arrogantes que quieren dirigirla. Por que sí, yo soy el candidato de la gente”, exclamó Le Pen.

Benoît Hamon reconoció su derrota y llamó a sus votantes a unirse para vencer al Frente Nacional.

“Llamo a golpear tan fuerte como sea posible al Frente Nacional votando por Emmanuel Macron, incluso si no pertenece a la izquierda”, publicó el candidato en Twitter.

A Hamon le siguió Fillon, quien también reconoció ya su derrota en las elecciones.

“Es una inmensa decepción, no pudimos abordar en la campaña las dificultades de los franceses ni el balance del (Presidente) François Hollande, ni los proyectos”, lamentó Bruno Retailleau, encargado de la coordinación de la campaña de Fillon.

El candidato conservador también pidió el voto para el centrista Macron.

El Primer Ministro francés, Bernard Cazeneuve, también pidió a sus compatriotas que voten en contra de la candidata ultraderechista durante la segunda vuelta.

“Les pido que voten a Macron para ganar a ese proyecto desastroso que retrasaría a Francia y dividiría a los franceses.

“La presencia de un candidato de extrema derecha 15 años después del impacto que hubo en 2002 nos obliga a unir a todos los republicanos en su contra”, declaró.

Cazeneuve se refería a la victoria de Jean-Marie Le Pen, padre de Marine, en 2002, frente al candidato del Partido Socialista, Lionel Jospin, en la primera vuelta de las presidenciales, lo que le permitió calificarse para la segunda vuelta junto a Jacques Chirac, que resultó vencedor.

Asimismo, el Presidente francés, Francois Hollande, llamó a Macron para felicitarlo.

Tras abrir los colegios a las 08:00 horas locales, para las 17:00 había votado ya un 69.42 por ciento de franceses, una cifra ligeramente inferior a las presidenciales de 2012, cuando a esa misma hora habían depositado su voto el 70.59 por ciento.

Aunque los institutos demoscópicos habían augurado en los últimos días una abstención en la primera vuelta superior a la de las dos últimas ediciones, cercana al 30 por ciento del electorado, finalmente se espera que la participación ronde esta vez el 80 por ciento.

La jornada electoral se ha desarrollado entre fuertes medidas de seguridad y sin apenas incidentes.

Uno de los pocos sucesos del día fue el cierre temporal de dos colegios electorales en la localidad de Besançon, en el este de Francia, después de que los dos integrantes de un vehículo lo abandonaran en marcha cerca de uno de esos dos centros en un caso que es investigado como intento de robo.

Fuente: Reforma