El presidente Reuven Rivlin dijo el domingo, en la ceremonia anual de Recuerdo del Holocausto, que los supervivientes del Holocausto han legado al mundo un mensaje solemne: la gente debe preservar su humanidad, incluso ante los peores horrores.

La bandera nacional fue bajada a media asta. Y el Estado judío recordó los seis millones de judíos asesinados por el régimen nazi durante el Holocausto.

Rivlin, el primer ministro Benjamin Netanyahu y el presidente del Knesset, el Miembro de la Knesset Yuli Edelstein, se dirigieron a cientos de dignatarios, entre ellos el canciller australiano Christian Kern, así como invitados y sobrevivientes que se reunieron en la plaza de Ghetto de Varsovia en Yad Vashem, el Centro Mundial del Holocausto en Jerusalén .

Seis supervivientes del Holocausto fueron seleccionados para encender antorchas en la ceremonia que expresó el tema conmemorativo de 2017 “Restaurando sus Identidades: El Destino del Individuo Durante el Holocausto”. Durante la ceremonia, se mostraron videos cortos contando cada una de sus historias.

Por primera vez, Yad Vashem transmitió la ceremonia oficial, que comenzó a las 8 pm, en vivo por Facebook y YouTube.

En su discurso, Rivlin señaló que, 72 años después de que el Holocausto terminó, a medida que disminuye el número de supervivientes vivos, “nuestra necesidad de analizar cómo nos relacionamos con el Holocausto y el recuerdo del Holocausto se vuelve cada vez más crucial”.

La sociedad israelí, observó, tiene dos enfoques del Holocausto, también conocido como Shoá: “uno que trata solamente con los aspectos y lecciones universales de la Shoá” y el otro en el cual” la Shoá se convierte en la lente a través de la cual vemos el mundo. ”

“El primero, el enfoque universal, niega la singularidad del Holocausto como un acontecimiento histórico que no tiene paralelo, que nos sucedió a nosotros, los miembros del pueblo judío”.

“Éste es un enfoque peligroso. Se minimiza la Shoá; se distorsiona la historia; se niega el programa de exterminio sistemático dirigido específicamente al pueblo judío; se niega el antisemitismo, una enfermedad maligna, vieja de miles de años; se niega el derecho y la obligación del pueblo judío de tener una historia propia y un Estado propio”.

“Por otro lado, existe el segundo enfoque, en el cual la Shoá se convierte en la lente a través de la cual vemos el mundo. Aquí, la Shoá, y evitar que vuelva a suceder, son todo lo que es importante. ”

“Este enfoque es peligroso para nosotros, tanto internamente como externamente. Internamente, oscurece la riqueza de la existencia judía de antes de la Shoá. Externamente, este enfoque perjudica nuestra capacidad de desarrollar relaciones con las naciones del mundo y con nuestros críticos, desde un lugar seguro, apropiado para el diálogo “.

“Pero también hay un tercer enfoque, un enfoque en el que podemos confiar y que está listo”, continuó el presidente.

Con este tercer enfoque, dijo Rivlin, el recuerdo del Holocausto y las lecciones a aprender se basan en tres pilares centrales: la defensa personal, un destino compartido y (la defensa de) los derechos humanos.

“El hombre es amado: todo hombre, creado a imagen de Dios. Ésta es una obligación sagrada que el pueblo judío no puede ni desea evadir. En todo momento. En cada situación. Asímismo, no podemos permanecer en silencio ante los horrores que se cometen lejos de nosotros, y ciertamente los que suceden al otro lado de la frontera”, señaló, refiriéndose a la guerra civil siria que se estima que costó más de 300.000 vidas. “Mantener nuestra humanidad: este es el inmenso valor que nos legaron las víctimas – y nos legaron ustedes, los sobrevivientes de la Shoah”.

Fuente: Times of Israel/ Traducción: May Samra