El Presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan (RTE) de 63 años, legalizó su régimen autocrático a través de un referéndum el pasado 16 de abril, en el que se impuso el “sí” con 51.2% del total de los participantes a fin de realizar la reforma política más importante de ese país desde la instauración de la moderna República en 1923, cuando su fundador, Mustafá Kemal Ataturk la estableció con un carácter laico. De cara al referéndum RTE desarrolló una retórica incendiaria contra Occidente para atraer a una base aislada y nacionalista. Con sus diatribas contra Occidente, se presenta como el defensor de la causa musulmana.

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La reforma a la Ley fundamental de Turquía que implica la introducción de un sistema presidencialista fuerte en sustitución del actual régimen parlamentario que entrará en vigor en el 2019 y que virtualmente garantizará la continuidad de RTE en el cargo y la inmunidad que ello conlleva hasta el año 2029, junto con la creciente radicalización en el ámbito del Islam que está imponiendo RTE, han acentuado la conflictividad en la región del Medio Oriente en virtud de que Turquía, con una población de 80 millones y siendo la 18ava economía en el mundo, es un importante aliado de Occidente y miembro de la OTAN, además de tener una posición geoestratégica como puerta al Medio Oriente.

En este marco, es de destacar que alrededor del 96.0% de la población turca es musulmana; 70.0% sunitas, 25.0% Alevis (rama del Islam chií) y un 3.0% Imanitas (otra rama chiita), el resto es no musulmán, cristianos y judíos sefaraditas, principalmente. Turquía es una nación laica islamizada, sin ninguna religión oficial, sin embargo, hoy día en todas las escuelas públicas, desde las elementales hasta las de educación superior, tienen clases obligatorias de religión que solo se enfocan al sector sunita del Islam.

Desde los ochentas el papel de la religión en el Estado ha sido un tema polémico y ha causado divisiones en la medida que los sectores más influyentes han desafiado a la completa secularización; al comienzo de la década del 2000, los grupos islámicos enfrentaron con vigor el concepto de Estado laico; paradójicamente el hoy recalcitrante islamita RTE los apaciguó en el 2003. Resulta inverosímil que RTE en mayo del 2017 haya llamado a los musulmanes del mundo para visitar la mezquita Al-Aqsa, en Al-Quds (Jerusalén) y que “al ser musulmanes deberíamos visitar con frecuencia la gran Al-Quds”, asimismo citó la importancia de proteger los iconos islámicos “de la ciudad palestina”, aprovechó la ocasión para calificar las prácticas y políticas racistas y discriminatorias de Israel como las que se practicaron contra los negros en el pasado en América y hasta hace poco en Sudáfrica. RTE ha sido calificado como el líder más virulentamente antiisraelí en todo el mundo”; quien en el pasado reciente consideró la operación de Israel en la Franja de Gaza con Hitler y dijo a la UE, a la que ha solicitado unirse, “si hay algún nazi, son ustedes”.

El proyecto constitucional de RTE aboliría el cargo de Primer Ministro, que él ejerció del 2003 al 2014 y concentraría la jefatura del Estado y del Gobierno en el Presidente, posición que ostenta desde hace 3 años. Se eleva el mandato presidencial de 4 a 5 años y se abre la posibilidad de que este último pueda pertenecer a un partido político; se incrementa de 550 a 600 los miembros del Parlamento y se les resta capacidad de escrutinio del Poder Ejecutivo que tendrá la potestad de proponer presupuestos y nombrar ministros sin necesidad del refrendo parlamentario, capacidad para disolver el Parlamento, nombrar a más de la mitad de los miembros del Tribunal Constitucional.

En la práctica RTE ha estado ejerciendo muchos de esos poderes bajo el Estado de Emergencia decretado por el fallido golpe de Estado de julio de 2016 que ha acabado completamente con el sistema de contrapesos, necesario para una verdadera democracia. Igualmente ha establecido disposiciones religiosas que afectan la vida cotidiana de la ciudadanía, entre otras, mayores restricciones para la venta de alcohol, la práctica de abortos y abolió la prohibición vigente desde el 2013 de vestir velo islámico en las instituciones públicas.

RTE culpó del golpe de Estado a Fethullah Gulen (FG), un teólogo erudito del Islam quien actualmente tiene 76 años. Los propios teólogos lo citan como moderado, favorable al acercamiento entre las tres grandes religiones monoteístas. FG vive en un autoexilio en una comunidad religiosa de Pensilvania en EUA desde 1999. FG cuenta con millones de seguidores en el mundo; el Movimiento Gulenista o Hizmet, “servicio” en español, su influencia se ha extendido, en gran medida, gracias a una red de prestigiadas escuelas privadas de enseñanza primaria y secundaria. Hizmet “defiende una sociedad civil, el libre mercado, el diálogo entre religiones y la importancia del trabajo para ser un buen musulmán, por lo que muchos expertos han comparado esta ideología con el OPUS Dei o el Calvinismo”.

El Hizmet se convirtió en un movimiento al que se aliaron cada vez más empresarios y burócratas turcos; su expansión fue posible, en buena medida, a que FG fue aliado de RTE durante sus primeros diez años en el poder, en ese periodo los gulenistas asumieron numerosas posiciones del poder. El Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de RTE vio al movimiento de FG como un aliado útil para reducir la influencia de los militares, que defienden férreamente el estado laico. No obstante, RTE se volvió “contra su socio, al contar los gulenistas con una creciente influencia en las diferentes instituciones del Estado. La ruptura se produjo en el 2013 cuando RTE acusó a FG de desatar una cacería de brujas contra miembros de su gobierno en una investigación por corrupción. RTE acusó a FG de ser parte de una organización terrorista que conspira en el exilio para derrocarlo. Un día después del golpe del 15 de julio del 2016, el gobierno de Turquía pidió su extradición de EUA, acusándolo de estar detrás del golpe; EUA se ha negado a extraditarlo a no ser que Turquía presente pruebas de su implicación en el golpe de Estado, RTE desató una represión sin precedentes, 160 mil personas fueron acusadas de estar vinculadas con el Movimiento de FG, muchas fueron detenidas y un gran número de ellas encarceladas, despedidas de sus ministerio, del Ejército, de la Policía y de escuelas. Turquía es en el presente el país con más periodistas arrestados. Fuentes gubernamentales estiman que el costo del golpe ascendió a 100 mil millones de dólares, la economía está estancada y se ha creado una gran inestabilidad social que preocupa particularmente a Europa, ya que Turquía tiene frontera marítima y terrestre con esta última. También Turquía limita en el sur con Irán, Irak y Siria, estos dos últimos países en situación de desgobierno debido a guerras civiles y ataques de potencias extranjeras. En las fronteras con estos estados, el gobierno turco tiene corrientes separistas por parte del pueblo kurdo; los atentados terroristas en Turquía se han multiplicado.

Turquía forma parte de la coalición internacional que lidera EUA para combatir al Estado Islámico (EI); este grupo ha realizado varios atentados en Turquía que han causado gran número de víctimas; a la vez, miembros de la oposición de RTE lo acusan de ser aliado del EI y de tener negocios con este grupo relacionados con la compra de petróleo.

El Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), fundado en 1978 ha buscado la independencia del Estado de Kurdistán, región que comparten Turquía, Irak, Irán y Siria y al haber fracaso las negociaciones con el gobierno de RTE, ha incrementado sus acciones terroristas en Turquía, al igual que las del grupo denominado Los Halcones de La Libertad del Kurdistán (TAK) que se separó del PKK cuando este inició conversaciones con el gobierno turco. El último atentado terrorista en Turquía, se llevó a cabo el pasado 7 de junio en Estambul en el que al menos diez policías turcos resultaron heridos por el estallido de una bomba activada a control remoto. Las autoridades turcas consideran que la responsabilidad del atentado es de militantes kurdos, quienes en los últimos meses han estado bajo una fuerte ofensiva del Ejército turco que ha estado bombardeando las bases del PKK en las montañas del norte de Irak desde agosto pasado y se prevé que podría realizar una incursión terrestre en un futuro próximo. RTE ve a los kurdos “como un peligro en su objetivo de crear su imperio en Turquía y en todo el Medio Oriente, sueña con un régimen otomano del siglo XVI y piensa que él es el jefe los seguidores de los Hermanos Musulmanes”, RTE en su megalomanía ha declarado la guerra total contra los kurdos, ha dicho que no tiene miedo de provocar una guerra civil a gran escala.

Habrá que tomar en serio las amenazas de RTC quien es una persona propensa a la ira y con antecedentes de crueldad en el trato a sus oponentes y críticos. Su historial en violaciones a los Derechos humanos y a la libertad de expresión ha provocado críticas vehementes en Occidente en donde está perdiendo apoyo. En este ámbito, Turquía con RTE se aleja de la Europa secular a la que pretende integrarse como miembro de la UE.