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sábado 12 de octubre de 2024

Judaísmo y sexualidad: ¿Complementarios o contradictorios?

Enlace Judío México – Mylen Saadia y Shoshana Turkia son dos mujeres judías con un vasto curriculum que abarca áreas como Alta Dirección de Empresas, la Política Internacional, la Psicología, la Psicoterapia y la Terapia sexual, además, Shoshana es autora de la novela erótica “Sueños Bajo La Piel”, publicada bajo el seudónimo Celestine Gold. Ambas son las socias fundadoras de “Presente Continuo”, una firma de consultoría cuyo objetivo es la construcción de sociedades más seguras y sustentables basadas en la libertad y la plenitud de cada uno de sus integrantes.

En entrevista exclusiva con Enlace Judío, estas dos emprendedoras de la Comunidad nos hablan sobre temas que parecen en un principio contradictorios, como la espiritualidad y la sexualidad, pero que, analizados a luz del judaísmo, resultan complementarios.

Además, a partir de esta semana, tendremos el placer de escucharlas cada martes con reflexiones de amor, espiritualidad, judaísmo y mucho más.

Enlace Judío México: Mylen ¿Nos puedes dar la definición judía del amor?

Mylen Saadia: La definición judía del amor tiene que ver con otorgarle un valor de reconocimiento al Otro, pero es un valor subjetivo que yo elijo. Ver en el Otro, ver sus valores y sus cualidades. Esto está acompañado de que yo necesito reconocer al Otro por quién es y el amor es en abundancia dar al Otro lo que necesita. Esa es un poco nuestra definición que está muy relacionada con el judaísmo.

EJM: ¿Cómo entra la sexualidad dentro de este concepto?

MS: Sería importante primero platicar un poquito de quiénes somos. Tenemos una empresa que se llama “Presente Continuo” y para definir este tema me gustaría que Shoshana hablara un poco de la misma.

Shoshana Turkia: Es una raíz de 20 años de Mylen como psicóloga y sexóloga en su consultorio, y mis inquietudes tanto como maestra en alta dirección de empresas y una gran curiosidad por la vida y los procesos humanos.

Nosotras llegamos a la conclusión de que hay 4 autonomías principales que, una vez que las dominas, que las ejerces y que las vives, es cuando estás ejerciendo tu plenitud. La primera es la emocional, después la económica, la erótica y la espiritual. Si el ser humano no toca estas cuatro áreas de su vida y no las está habitando y no las está trabajando constantemente, entonces es muy difícil que encuentre un balance, que se sienta bien y que esté bien consigo mismo y con su entorno.

MS: Cuando no estamos activando nuestro erotismo en la vida, va a permear en todas las áreas y entonces nuestra economía está fallando, nuestras emociones están atoradas y es cuando nos volvemos quizá más agresivos o completamente pasivos o no dormimos bien, o tenemos dificultades de que nos sentimos desconectados de la vida. Sentimos que no tenemos un sentido de vida y entonces ¿qué es esta parte espiritual?

Pero cuando empezamos de la base de que es la energía vital, es cuando empezamos a subir esa energía y la empezamos a permear en todas las áreas de la vida. Creemos que el erotismo es uno de los pilares más importantes y sobre el cual nosotros trabajamos.

Definimos al erotismo como la libre expresión estética del deseo consciente. Y es cuando nos podemos atrever a ser quienes somos y expresar quién somos y cuáles son nuestros deseos, pero siempre con un sentido estético y artístico. Con lo artístico nos referimos a cuando podemos dominar el arte o la disciplina de la que estamos hablando, que en este caso es la erótica.

EJM: ¿Cuál es la relación con el judaísmo?

MS: El judaísmo tiene una base que es muy importante y que habla de cómo es que venimos a este mundo a experimentar el placer. Fuimos creados desde el placer. ¿Quieres explicar esto un poco tú, Shoshana?

ST: Si vemos desde el judaísmo, Dios crea el universo y crea todo lo creado para darse a sí mismo. Hay una voluntad de Dios de entregarse, de darse y de compartirse. Así es como se crea el universo, las galaxias, los planetas y nos crea a nosotros los seres humanos. Y nos crea como vasijas que recibimos la energía divina porque recibimos a Dios.

Pero tiene que haber un libre albedrío, tiene que haber una voluntad de recibir esa energía que nos creó y para la cual fuimos creados. Entonces, Dios crea el deseo, el deseo de recibir, y por lo tanto, de recibir a Dios para interactuar en el planeta y vivir acorde a esa voluntad primigenia que es darse.

Si abordamos el deseo como la meta creación de Dios, entonces Dios crea todo lo creado para darse a sí mismo y crea el deseo como una creación dentro de la misma para poderlo recibir, para cumplir con ese capricho inicial. Entonces el deseo es sagrado y ahí es en donde decimos: si tenemos un deseo consciente entonces nos hacemos conscientes ¿de qué?, de nuestro cuerpo, de nuestras características, de nuestro entorno emocional y de nuestros vínculos afectivos. Ahí es donde está el deseo consciente del que hablamos en la definición de erotismo y entonces lo expresamos libremente.

Una de las manifestaciones más libres, más comunes y más antiguas es el sexo. En el judaísmo la sexualidad es también parte de la creación y es un regalo divino para poder disfrutar todo lo creado.

MS: El judaísmo es de las pocas religiones que realmente va a tomar en cuenta el erotismo como parte de lo que va a vivir una pareja y por eso le da tanto énfasis a la parte sexual con todas sus regulaciones y con todos sus esquemas. Pero al final del día, una pareja tiene derecho a disfrutar de su erotismo y de su sexualidad de una manera consensuada y ritual, donde agarren un espacio, un lugar y un momento.

Y aquí es donde se hace sagrado el erotismo y la sexualidad en el erotismo, porque se le crea un espacio muy especial y muy único a la pareja de mucha intimidad. No es algo que lo pueda guardar todos los días de mi vida a cualquier hora y en cualquier momento, sino es algo que necesito generar. Generar ese deseo, esa intimidad y esa conexión.

Tengo que estar consciente de todo lo mío: ¿qué día me toca? De que iré a la tevilá, al baño ritual, y de que me voy a meter y a sumergir en esas aguas con una consciencia espiritual de que Dios está conmigo, de que mi cuerpo va a estar limpio para este encuentro, de que me estoy preparando para mi amante desde el principio del día, de que desde hace 15 días me estoy preparando para él.

Entonces todo esto lo contextualiza de una manera que no es un sexo desconectado. Es una sexualidad erótica, conectada, íntima y artística.

ST: También religiosamente lo más interesante es que no tiene fines de procreación. Es decir, en el judaísmo las relaciones sexuales no están dadas solamente para tener hijos y procrearse, sino para vivir y transformarse a través del placer. Esto es sumamente revolucionario porque vemos en otras religiones o en otras disciplinas espirituales que la sexualidad está solamente confinada a la creación de una tercera vida.

El judaísmo lo que hace es una serie de reglamentaciones que sí definen claramente dónde está la sexualidad. Hay un baño ritual, hay unos tiempos para hacerlo, incluso hay posiciones que son más fomentadas que otras. Pero nunca hay ninguna reglamentación que vaya en contra ni del deseo, ni del placer, ni del orgasmo.

Hay que hacer una invitación a la reflexión de ¿para qué nos sirve ese placer? ¿Para qué nos sirve esa intimidad? ¿Para qué ejercemos esos vínculos? Es ahí donde no está la restricción.

Obviamente el matrimonio en el judaísmo tiene sus propias reglas y actualmente sí están muy limitadas. Pero hay un reconocimiento de que el deseo humano no puede estar constreñido a una sola persona. Sí hay un reconocimiento.

EJM: Tú hablabas también del derecho al placer de la mujer lo cual viene incluso en la Ketuvá.

MS: El judaísmo es de las pocas religiones que toman en cuenta a la mujer como procreadora de una vida. Como una vasija sagrada que además tiene derecho al placer. Sabemos que una mujer que no tiene satisfacción sexual tendría la libertad de elegir divorciarse. Ningún rabino la va a divorciar fácilmente con este pretexto, pero está escrito en la Ketuvá.

La idea es que no lleguen a eso, la idea es enseñar a la pareja a buscar este placer en conjunto. Porque está el entendido de que cuando la pareja se une en una relación sexual, cuando hacen el amor, la creencia es que la Shejiná (que es la presencia divina de Dios) se postra en la pareja.

Muy pocas espiritualidades van a hablar de que hacer el amor con tu pareja es estar cerca de Dios y es traer a Dios a la pareja. Imagínense lo que sería concebir una vida con toda esta energía, con toda esta presencia de no nada más estar teniendo la relación sexual, si no que se está haciendo el amor y de que en ese hacer y construir del amor, también está Dios presente en esa co-creación.

ST: También es un plano emocional, un plano psicológico y un plano espiritual. Cuando estoy hablando de empresas, siempre digo que es muy fácil identificar en una entrevista de trabajo a una mujer satisfecha sexualmente y a una que no está sexualmente satisfecha. Una mujer satisfecha te va a pedir dos cosas: va a saber poner límites (hasta aquí sí quiero y hasta aquí no quiero) y me va a poder pedir eficientemente lo que necesita. Eso se hace a través de la práctica también del cuerpo.

Vamos viendo que al abonar al placer femenino realmente realizamos las tareas cotidianas con mucho más gusto, con mucha más eficiencia y con mucha más eficacia. Si tomamos en cuenta que la mujer judía, la Eshet Jail, cuando decimos en todos los shabat: ¿quién la va a encontrar? Pues se encuentra en su propio deseo y en su propio placer. La puedes buscar por los portones, por las ciudades, pero ¿qué tipo de mujer es de la que estamos hablando? ¿de qué arquetipo de mujer? Estamos hablando de una mujer que conoce ¿qué conoce? Conoce su cuerpo, sus reglas, su espiritualidad y a su familia. Y entonces sí puedo utilizar eficientemente esos recursos.

Una mujer que corta su placer a favor o en pos de los hijos, del marido, del hogar, se está mintiendo a sí misma y está incluso erosionando a la sociedad en la que vive, porque los procesos neuronales no suceden de otra forma. El placer hace descargas en el cerebro que permiten que abordemos los problemas con mayor creatividad, con mayor flexibilidad, con mayor tolerancia y con mayor amor.

Hay que preguntarnos ¿qué tipo de mujeres queremos? Si queremos una mujer sumisa que no esté conectada consigo misma, ni con su cuerpo ni con su deseo. O mujeres que activamente están trabajando para ellas mismas, para su familia y para su sociedad. Yo creo que esa es la primera pregunta que nos deberíamos de hacer ¿qué tipo de mujer queremos junto a nosotros?

MS: Cuando hablamos de erotismo no necesariamente queremos solamente enfocarlo a la parte sexual, porque como dice Shohana, es esta parte de ¿cómo activo este placer en mí? Y puede ser desde cómo disfruto una puesta de sol (que es placentera). ¿Cuántas veces te has sentado de frente a una puesta de sol y juzgas la puesta de sol? Y dices: “Debería de tener más rojo o menos azulito”. Nunca lo hacemos. Nos abrimos plenamente a disfrutar de la experiencia. Y entonces es cuando podemos empezar a usar estos referentes placenteros para nuestra vida personal y para también nosotros poderlo compartir con otros.

Activar nuestro erotismo implica activar nuestro placer en todas las áreas de la vida: si me voy a comer un platillo, que lo disfrute; si voy a estar en compañía de mi pareja en una caricia tierna y amorosa, que sea una caricia entregada, decente, sin juicio, sin “estoy demasiado gorda” o “estoy demasiado flaca” o “ya me sobró” o “ya me quité”. Sino porque ese ser humano que tengo enfrente es parte de la creación divina, merece mi respeto y mi admiración igual como admiramos una puesta de sol.

Ir abarcando este placer en todas las áreas de nuestra vida es despertar nuestro erotismo y podernos conectar con nuestro deseo, que puede ser sexual o de cualquier tipo. Pero debemos despertar esa chispa, ese deseo que me lleva a crear, a buscar, a emocionarme, a llorar, a reír, a trabajar, o a generar: así es como conceptualizamos el placer.

EJM: ¿Cómo ves a la comunidad judía en este aspecto?

MS: Hay muchas gamas, donde podremos encontrar gente muy desarrollada en la consciencia y bastante avanzada, también me han llegado casos de todo tipo donde estamos en pañales en el erotismo y en la sexualidad porque no se educa en este tema. Y el peligro de no educar a nuestras niñas y niños desde pequeños es desconectarlos de su cuerpo y ponerlos en un nivel de “mejor vete a rezar” o “mejor trabaja”. No hay esta conexión de cuerpo, mente y espíritu.

Cuando a la gente no le estamos entregando el placer de la educación, de la libertad con su cuerpo y con sus emociones, la estamos limitando. Y estamos teniendo mucha gente muy limitada eróticamente.

ST: Pero creo que ha habido un cambio cultural muy importante en los últimos 20 o 25 años. El que tengamos nosotras la oportunidad de discutir este tema tres mujeres libres con diferentes entornos culturales, con diferente formación y que lo compartamos con otras personas, creo que habla de una apertura cultural fundamental de incluso cómo nos organizamos comunitariamente. Creo que la oportunidad de que hablemos de placer es porque tuvimos en algún momento de nuestra formación una oportunidad, una ventana abierta que nos permitió hacer esta reflexión.

La reflexión que hemos hecho nosotras a través de los diferentes órganos de la comunidad es acercarnos desde el amor y desde el respeto, desde el reconocimiento del trabajo de más de un siglo de actividad comunitaria donde se acomodan diferentes sistemas y que podamos hablar de esto, de la importancia del cuerpo para reconocer a Dios.

Yo creo que ese es un cambio cultural en la comunidad muy fuerte y muy grande que incluso nos va a permitir incluir a otros sectores de la comunidad, acercarlos, darles cabida y espacio. Entonces así, sí se va a crear una abundancia y un florecimiento por el cual mucha gente está trabajando todos los días

MS: Esta importancia del cuerpo es ir creando consciencia de mi cuerpo, pero no voy a dejar mis emociones. Es consciencia de lo emocional y no voy a quitar afuera la consciencia de lo que me rodea, de todo el universo en el que estoy y de la totalidad de la creación. Es consciencia de la creación.

También de ¿cómo estoy pensando? Y de ¿cómo estoy hablando? Crear consciencia de lo que estoy diciendo y entonces nos vamos a convertir en gente completamente plena, porque tenemos consciencia de nosotros y de lo que nos rodea.

EJM: Estos son los temas que vamos a abordar una vez a la semana con Mylen y con Shoshana para ahondar más en todo el tema del placer, de la espiritualidad y de la relación con el judaísmo y con otras espiritualidades. Muchas gracias a las dos.

ST: Muchas gracias a todos nuestros amigos de Enlace Judío. Estamos muy felices de estar aquí y espero que decidan acompañarnos en nuestras discusiones, que nos den su opinión y que nos compartan sus reflexiones, para que finalmente construyamos entre todos desde nuestra diversidad, una comunidad mucho más segura, mucho más amena y mucho más amorosa que a nadie le vendría de más.

Para contactar a estas dos extraordinarias mujeres, pueden escribirles a [email protected] y para obtener mayor información, ir a la página www.presentecontinuo.com.mx.

 

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