De acuerdo con un estudio realizado por el Prof. Eli Eisenberg de la Escuela de Física y Astronomía de la Universidad de Tel Aviv, en colaboración con Joshua Rosenthal, del Instituto de Biología Marina de la Universidad de Chicago, los pulpos saben reprogramar su ADN. Este descubrimiento puede proporcionar nuevos conocimientos para controlar la información genómica y desarrollar fármacos contra enfermedades genéticas.

¿Y si pudiéramos reprogramar la genética humana, sin afectar el ADN? Los pulpos son animales misteriosos. Despiertan la curiosidad y tienen un comportamiento inusualmente sofisticado. Resulta que, además de sus ocho tentáculos, sus tres corazones y una impresionante red de neuronas, estas criaturas también tienen una inteligencia genética fascinante.

El estudio muestra que los pulpos, que pertenecen a la familia de los coleoides (subclase de cefalópodos) evolucionan de manera diferente de todas las otras criaturas. Incluidos los seres humanos. Modifican ellos mismos las instrucciones genéticas que permiten la producción de proteínas. Es único en sí mismo. En otras palabras, son capaces de reprogramarse genéticamente.

Un proceso de replicación excepcional, a cambio de una evolución más lenta
Las células en nuestros cuerpos están compuestos de proteínas. Se producen de acuerdo con las instrucciones incluidas en el ADN. El ADN es una molécula grande compuesta de una cadena de unidades pequeñas. La organización específica de estas unidades se denomina secuencia de ADN. Esta secuencia marca el código que determina la estructura de las proteínas. Cada molécula de ADN (cromosoma) puede contener cientos de miles de genes. Estos son una especie de ‘manual de instrucciones’ para la construcción de la proteína. En la célula se produce un proceso de transcripción del ADN en moléculas similares. Se las llama ARN. Con el tiempo se traducen en proteínas. En la mayoría de los seres vivos la secuencia de estas proteínas dentro de las células se determina de forma inequívoca sobre la base de la información genética codificada en el ADN. Lo que determina la estructura y función de las proteínas.

Profesor Eli Eisenberg

Los pulpos tienen la extraordinaria capacidad de realizar modificaciones genéticas mediante cambios en las moléculas de ARN de modo que no hay transcripción exacta de la secuencia genómica. Así pueden producir una amplia variedad de diferentes versiones de la proteína del mismo “manual de instrucciones” original almacenado en el ADN.

Este descubrimiento hace olas en todo el mundo
“Para preservar este mecanismo especial de edición genética, el ritmo de los cambios en el genoma de coleoides fue disminuido considerablemente, lo que significa ralentizar el proceso de adaptación de la criatura a su entorno”, explica el Prof. Eisenberg. “Pero los coleoides están dispuestos a pagar este alto precio, a cambio de los beneficios proporcionados por la flexibilidad en la producción de diversas proteínas a través de su mecanismo particular de edición del ARN”.

Este descubrimiento hace olas en el mundo. Ha sido objeto de artículos en varias revistas científicas, e incluso en el New York Times. Observar cómo los pulpos “programan” el ARN podría proporcionar a los científicos una herramienta tecnológica importante en el campo de la ingeniería genética. Las manipulaciones de ADN pueden ser complicadas y peligrosas. Causan efectos secundarios no deseados. El mecanismo de edición del ARN, por el contrario, ofrece a los investigadores otra manera, menos peligrosa, de influir en las proteínas en el cuerpo humano por una especie de “ingeniería del ARN”. Se podría pensar que en el futuro este método podría ser utilizado para influir de forma controlada en la información genómica del cuerpo humano. Se podrá desarrollar así fármacos contra las enfermedades genéticas.

Fuente: Coolam News – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico