Enlace Judío México.-  Cuando hablamos de resistencia en la Shoá, normalmente aparece el rostro masculino de quienes estuvieron involucrados en estos movimientos, sin embargo, es importante recordar también a un pequeño grupo de mujeres que participaron en la resistencia de los guetos: las kashariyot (derivado de kesher, conexión, vínculo) eran mensajeras clandestinas.

MARGOT MOCHON PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO
Asociación Yad Vashem México

La resistencia judía concibió este arriesgado plan de entrenar mujeres jóvenes que pudieran salir y traer consigo noticias, provisiones y todo lo que fuera necesario; de esta forma se trataba de minimizar el aislamiento en que se encontraban los judíos en los guetos, durante el periodo de la ocupación nazi en Europa del Este.

Esta idea era realmente una necesidad, ya que los hombres corrían más peligro al salir: no era común que un hombre judío caminara por la Polonia ocupada; además de que era fácilmente descubierto por haber sido circuncidado.
Antes de la guerra, las mujeres de Europa oriental solían ser la fuente de culturización de las familias, las niñas eran enviadas a la escuela regular y aprendían el idioma, mientras que los niños asistían al Jeder, a estudiar Torá. Asimismo, las mujeres que trabajaban fuera de casa tenían más relación con gentiles.

Estas condiciones fueron de gran utilidad para las integrantes de este selecto grupo: debían ser jóvenes solteras entre 15 y 25 años, sin responsabilidades familiares, fuertes y valientes, con aspecto ario y dominio del idioma sin acento idish. También debían ser líderes de algún movimiento juvenil como Dror, Akiva o Hashomer ha-Tzaír.

Estas mensajeras clandestinas que operaban fuera de los guetos viajaban ilegalmente, disfrazadas como no judías. Asimismo, eran parte activa en los grupos que planeaban las sublevaciones en los guetos.

De manera clandestina, pasaban noticias, información, dinero, comida, suministros médicos, documentos falsificados y sacaban a otros judíos de los guetos de Europa Oriental o los metían en ellos. Sus misiones exigían agallas, coraje y nervios de acero.

Si bien en un principio eran proveedoras de noticias y comida, su labor fue en aumento. Advirtieron a los judíos de guetos remotos, que estaban desconectados, de las noticias y de los peligros que corrían. Así ellas llegaban a estos judíos aislados antes que los alemanes pudieran engañarlos con promesas de “reasentamiento” cuando, de hecho, planeaban enviarlos en trenes a los campos de exterminio. Las kashariyot también consiguieron armas y municiones y las ingresaban clandestinamente en los guetos para las sublevaciones previstas.

Ante la inminente liquidación de los guetos, las kashariyot se enfocaron en ayudar a niños y adultos a escapar, les proveían tarjetas de identidad y acomodo fuera de los muros del gueto, brindándoles apoyo económico y emocional.

Aunque la mayoría de las mujeres no estaban en condiciones de hacer lo que hicieron estas audaces jóvenes, es importante que recordemos su heroísmo y su función especial en la resistencia judía, ya que tuvieron un papel indispensable e invaluable. De las no más de 50 jóvenes que formaron parte de este movimiento clandestino, solo unas cuantas lograron sobrevivir

En el curso Holocausto de Yad Vashem México se imparte de manera sistemática la información de este dramático periodo de la historia judía. Al terminar el curso, el participante tendrá el conocimiento básico necesario para entender las principales interrogantes sobre la Shoá.