ELENA BIALOSTOCKY PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El pasado 19 de abril se llevó a cabo en el auditorio del templo Ramat Shalom un tributo a los participantes en la Resistencia de los Guetos, con motivo de la conmemoración del día de la Shoá (Holocausto). Este evento fue organizado por el Idish Vinkl de la Kehilá Askenazí, grupo que se ha dedicado a revivir el idish.

Durante el tributo, se recordó a grandes personajes del levantamiento del gueto de Varsovia, que trabajaron dentro y fuera del mismo para contrabandear medicinas, alimento y armas.

La presentación de las biografías se realizó en español; sin embargo, los poemas, historias y cartas fueron leídos en idish, ya que éste era el idioma utilizado por estos héroes durante la Shoá. ¡No los olvidemos!

El primer homenajeado fue Avrom Sutzkever, un poeta ruso que a sus 23 años formó el grupo Young Vilne, el cual reunía a destacados artistas y escritores. Cuando tenía 25 años, publicó su primer libro. Durante su estancia en el gueto de Vilne, escondió pinturas de Marc Chagall, así como el diario de Teodor Hertzel, mismos que desenterró después de la guerra. A los 30 años, huyó al bosque con su esposa y participó en varias misiones partisanas.

El siguiente tributo fue para Oyneg Shabes, nombre dado a un archivo histórico clandestino, en el que un grupo de profesionales registraba los acontecimientos para dejar testimonio de lo sucedido en el gueto de Varsovia y de algunos otros aledaños. La resistencia del gueto estaba compuesta por personas- fundamentalmente por grupos juveniles- de todas las corrientes ideológicas y religiosas; se dedicaba principalmente a la difusión de noticias, a la procuración de asistencia social y educación, y a la publicación de periódicos clandestinos en diferentes idiomas.

Los religiosos buscaban una explicación o interpretación acerca de lo que estaba sucediendo. Por ello, Hilel Zaitlin, filósofo y escritor, caminó a la muerte con paso firme, usando el talit y el tefilin, y recitando párrafos de diversos rezos. Cuando estaba a unos momentos de ser deportado, su hijo le pidió que escribiera unas palabras para su movimiento subterráneo. El rabino Sergio Slomiansky, de la Kehilá Askenazí, leyó unos párrafos de este escrito en idish.

Como parte del homenaje, se mencionó al movimiento de resistencia de los trabajadores judíos de Lituania, Polonia y Rusia, llamado “Bund”. Dicho movimiento estableció escuelas, periódicos clandestinos y cocinas comunales en los guetos y, además, aportó armas para el levantamiento del gueto de Varsovia.

También se habló sobre Arthur Shmuel Zigelboym, talentoso hombre de letras y maestro, quien escribió varios libros y fue el dirigente del Bund en Polonia. En 1940, cuando los alemanes dieron la orden de concentrar a todos los judíos en el gueto de Varsovia, Zigelboym ordenó incumplir los mandatos alemanes y, aun cuando el pueblo tuvo miedo de las represalias que pudiera haber, lo obedecieron. Meses después, se organizó un Congreso de Organizaciones Socialistas en Bélgica, el cual logró sacar a Smuel del gueto- con muchas dificultades- y llevarlo a Londres, donde se encontraba el gobierno en exilio de Polonia. Lo enviaron a Bélgica para que representara al Bund y le pidieron recorrer el mundo para relatar los horrores del gueto. Sin embargo, al ver la indiferencia de los grupos a los que se acercaba, regresó a Londres. Enterado del levantamiento del gueto y frustrado por no poder estar con sus hermanos, se suicidó en las escaleras del Parlamento Inglés, dejando únicamente dos cartas, una para el gobierno polaco en exilio y otra para sus compañeros en Varsovia. Esta última fue leída en idish por la maestra Maya Ajzen, dejando a todos los presentes realmente conmovidos.

Como parte final del emotivo evento de tributo, se entonó el Himno de los Partisanos: “¡NUNCA DIGAS JAMÁS!”