Enlace Judío México – Una de las principales virtudes del arte y la poesía es su capacidad de crear significado y belleza a través de la ambigüedad. Ella permite una variedad inmensa de significados y metáforas que otorgan al lector la oportunidad de encontrarse dentro de las palabras, entenderlo a su manera y reflejar el mundo que lo rodea. Entre más amplio es el texto, más personas pueden disfrutarlo.

La Torá es el libro de las metáforas por excelencia, cada suceso que se narra en ella trae un aprendizaje nuevo para el hombre. Varios relatos talmúdicos cuentan que la Torá fue escrita para que todas las personas que han existido desde el inicio de los tiempos pudieran entenderla, para que reflejaran su alma en ella y encontraran sabiduría. Por eso, el aprendizaje de los textos y las explicaciones que se admiten de ella es en extremo amplío; porque se asume que la Torá no debe significar lo mismo para cada persona. Básicamente uno puede interpretar los pasajes como quiera y aplicarlos a su vida diaria si es congruente con pocos principios básicos. El siguiente midrash (relato) es un ejemplo de esta amplitud.

Habla sobre los versos que aparecen en el Génesis cuando se describe la formación de la tierra y el cielo. La Torá dice que al inicio de la Creación de D-os, la tierra se encontraba “vacía y sin forma” usa la expresión “toju va-boju”, que puede ser traducida de distintas formas dependiendo de la entonación o las vocales que se le asignen. Puede representar sin forma, confundida, vacía, en el abismo u oscura, entre muchos otros significados que puede dársele. El hebreo carece de vocales y por eso su lectura depende mucho de que vocales se le asignen a las letras. En el siguiente midrash del Sefer Ha-Agadá se nos da varias explicaciones de distintos rabinos sobre esta expresión. La mayoría de ellos lo traduce como que la tierra se encontraba “confundida y desolada”. A continuación la explicación de por qué.

La confusión de la Tierra. Sefer Ha-Agadá

“En el principio [los habitantes de] la tierra [eran tan conflictivos] que enviaron a un emisario a averiguar la verdadera naturaleza (toju va-boju) de la misma” (Genesis)

De esta forma, Rab. Berequías empezó su discurso con las siguientes palabras: “Aunque sus acciones parezcan ser nobles e inocentes, incluso un niño se corrompería ante su comportamiento” (Proverbios)

“Al principio, la humanidad era como un árbol de higos que producía espinas antes de producir fruta. Por ello, en una visión profética se dice ‘Mire a [los habitantes de] la tierra, y empujaban a uno a preguntarse ¿cuál es su verdadera naturaleza? ” (Jeremías)

Sin embargo, Rab. Abbahu pensaba de forma distinta:

“Los habitantes de la tierra estaban confundidos y desolados (toju va-boju)”. Como explicación contó la parábola de un rey que compró a dos esclavos, al mismo precio y el mismo día. Sin embargo, para uno de los esclavos decretó que debería servir y comer en la casa royal, y para el otro, que debía trabajar para comer.

El último esperó triste y confundido (toju va-boju), y se dijo: “ambos fuimos adquiridos el mismo día y por el mismo precio. Sin embargo, ¡él es alimentado por la casa real y yo con el sudor de mi trabajo!” De la misma forma la tierra se sentó confundida y desolada (toju va-boju) diciéndose: “Los seres de arriba y los seres de abajo fueron creados el mismo día y al mismo tiempo. Sin embargo, aquellos que habitan alturas superiores son alimentados por el esplendor de la Presencia divina, mientras que aquellos de abajo no comen si no trabajan. ¡Estoy confundida!”

Rab Judá bar Simón contó una parábola distinta:

Era la de un rey que había comprado dos sirvientas, el mismo día por el mismo precio. Para una decretó que nunca se vería forzada a dejar el palacio; mientras que a la otra le decretó el exilio. La segunda se sentó desolada y confundida (toja u-voja) y se dijo: “las dos de nosotras fuimos compradas y adquiridas el mismo día por el mismo dinero. Sin embargo, ella no necesita siquiera dejar el palacio, mientras que a mí el rey me ha decretado el exilio. ¡Estoy confundida!”

De la misma forma, la tierra se sintió confundida y desolada (toja u-voja), y se dijo: Los seres del arriba y los seres de abajo fueron creados al mismo tiempo. Sin embargo, los seres superiores viven eternamente, mientras que los seres terrestres mueren. De ahí que las Escrituras digan: “La tierra estuvo confundida y desolada”

Rab. Tanjuma contó la siguiente parábola:

Era de un príncipe que dormía en su cuna mientras su nodriza esperaba sentada, ansiosa y confundida (toja u-voja). ¿Por qué? Porque sabía que iba recibir un castigo a través de él. De la misma forma, la tierra supo que iba a recibir su castigo a través de Adán, como está dicho “maldita será la tierra por tu causa” (Gen) Por ello las Escrituras dicen “La tierra estaba confundida y desolada”

Fuente: Sefer Ha-Agadá
Traducción Aranza Gleason