Enlace Judío México – Si bien es de sobra conocida la historia del suicidio de Goebbels junto a sus pequeños hijos y su esposa, uno hijo de ésta, fruto de su matrimonio anterior logró sobrevivir a la guerra y sus descendientes hoy poseen una de las mayores fortunas de Alemania.

Todo comenzó en 1931, cuando Magda Ritschel se casó con el entonces parlamentario Joseph Goebbels, miembro del Partido Nacionalsocialista.

Magda había estado casada desde 1921 y hasta 1929 con el exitoso empresario alemán Günther Quandt con quien procreó a un hijo llamado Harald. La familia Quandt se inició en el mundo de los negocios a finales del Siglo XIX con la industria textilera, de donde obtuvo muy jugosas ganancias por parte del Imperio Alemán durante la Primera Guerra Mundial para vestir a las tropas, y que viró hacia la industria manufacturera en el período de entreguerras.

Quandt se unió al partido nazi en 1933, el mismo año en el que el marido de su ex esposa se volvió el Ministro de Propaganda del país, y para 1937 obtuvo el título de Wehrwirtschaftsführer (Líder empresarial a la defensa del Reich), que lo distinguía como proveedor oficial de la maquina de guerra nazi.

Durante los años de la guerra, en las fábricas de Quandt más de 50 mil personas realizaron trabajos forzados para poder sacar adelante la producción en beneficio de las armas nazis. De la misma manera, se apropió de los activos de empresarios judíos a los que se les desposeyeron sus propiedades.

A pesar de todo esto, el historiador de la familia, Rudiger Jungbluth, asevera que Quandt no era un nazi de cepa comprometido, pero que se aprovechó de todo lo que eventualmente ocurrió con Hitler en el poder.

Para cuando se casaron Goebbels y Magda (quien llegaría a ser nombrada incluso como la “Primera Dama del Reich”), Harald pasó a formar parte de la familia Goebbels, llegando a ser el medio hermano mayor de los futuros 6 hijos (5 niñas y un niño) que su mamá procrearía con el Ministro de Propaganda. Si bien nunca se distanció de su padre biológico, no rechazó tampoco el acogimiento que su padrastro le hizo desde 1931.

Foto familiar de los Goebbels del año 1944. Harald aparece en una imagen superpuesta detrás, pues se encontraba en la guerra.

Al estallido de la guerra con la invasión de Polonia, Harald se unió al ejercito nazi y participó en diversas campañas como piloto de la Luftwaffe.

En 1944, Harald fue capturado por los Aliados en Italia. En 1945, mismo año en que Goebbels, su madre Magda y sus medio hermanos cometieron el suicidio ante la caída de Berlín, fue trasladado a un campo de prisioneros en Libia por los Aliados, de donde fue liberado hasta 1947.

Siete años después cuando su padre Günther falleció en 1954 sin que pesaran sobre su persona cargos por colaboración con el régimen como le ocurrió a otros empresarios alemanes, él y otro medio hermano suyo llamado Herbert, heredaron su emporio.

Los hermanos tomaron el negocio y lograron acrecentar la fortuna heredada. Durante la próxima década, los hermanos incrementaron sus acciones en la automotriz Daimler y en diversas empresas. Herbert inclusó “salvó” a la BMW de la quiebra en 1960 y se volvió su principal accionista.

Tras la muerte Harald en 1967 y de Herbert en 1982, la fortuna sigue circulando en la manos de sus descendientes. Johana Quandt de 86 años, viuda de Herbert y sus hijos Susanne Klatten y Stefan Quandt siguen siendo parte de los socios de BMW, de la poseen casi el 50% de sus activos.

La empresaria alemana Gabriele Quandt, una de las nietas de Joseph Goebbels.

Aunque Katarina Geller-Herr, Gabriele Quandt, Anette Angelika May-Thies y Colleen Bettina Rosenbltat Mo, hijas de Harald Quandt han preferido mantener un perfil bajo, quienes heredaron una fortuna estimada en 760 millones de dólares después de la muerte de su madre Inge en 1978.

Irónicamente, Colleen se convirtió al judaísmo a los 24 años y se casó con un empresario judío alemán desciendiente de sobrevivientes del Holocausto.

Toda su fortuna actualmente es manejada a través del Conglomerado Harald Quandt, establecido en Bad Homburg, Alemania.

En el año 2011 fue publicado por petición misma de la familia un documento de más de mil páginas titulado el “estudio Scholtyseck” en el que se relata la historia de los Quandt después de años en los que una pesada sombra se cernía sobre la familia, para que poco después dos herederos, Gabriele y Stefan Quandt, reconocieran públicamente los nexos de la familia con la Alemania Nazi.

“Ellos tienen que vivir con el nombre. Es parte de la historia. Será un permanente recordatorio de la dictadura y de los retos a los que una familia tiene que enfrentarse” ha comentado Joachim Sholtyseck, autor del estudio

Fuente: The Jerusalem Post Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico