Enlace Judío México.-Señores Hoenir Sarthou y Marcelo Marchese

MAURICIO ALISKEVICIUS

MONTEVIDEO – URUGUAY

Presente.

De mi consideración:

He leído con atención las declaraciones de ambos con respecto a la libertad de expresión, su contrapartida que lleva al fascismo, la argumentación de que permitir expresar ideas contrarias es el mejor método para que esas ideas no se sientan oprimidas y exploten, etc. etc.

Todo esto relacionado con las pintadas en el monumento conmemorativo del Holocausto (con mayúscula) en la rambla montevideana.

Pido disculpas por mi ignorancia pero me gustaría que me aclaren ciertas dudas:

-¿Dañar un monumento público, no se considera delito? Por lo tanto debemos aplaudir a los vándalos que poco a poco fueron destruyendo y robando los trozos de aquel viejo monumento a los últimos charrúas que teníamos en el Prado de Montevideo. Esto es según ustedes un “canto a la libertad de expresión”, a la “democracia”, ya que en el fondo mostraba una “ideología” de odio a la raza charrúa, podríamos llamarla “bernabeísmo”, y a la vez una medida de justicia social porque seguramente los autores vendieron muy bien al kilo los trozos de bronce del monumento achicando la brecha ricos-pobres.

-¿Libertad de expresión es también negar la Historia, o en realidad es el delito de “calumnia” o algún otro que desconozco por no ser experto en leyes? Cuando mis nietos me preguntan sobre cómo desaparecieron en el año 1942 del pueblo de Sokoly (Polonia) mi abuelo, mi abuela, el hermano mayor de mi madre y su esposa y una hija, ¿puedo contarle “Mi versión”? No tengo pruebas materiales, porque en realidad las “pruebas” se convirtieron en cenizas, literalmente. Todos los judíos de ese pueblo fueron encerrados en la sinagoga (de madera) y en una gran fogata desapareció todo rastro de su existencia.

-El “derecho a expresarse en los ámbitos adecuados” que se menciona, es una hermosa expresión, una clara idea de libertad de expresión en democracia. Aplaudo esa expresión, pero no me doy cuenta qué relación tiene con pintarrajear mentiras en un homenaje a millones de víctimas de una ideología que justamente negaba esa libertad de expresión, esa democracia. No me doy cuenta por qué se me ocurre recordar a la muy conocida táctica, técnica, axioma, del conocido SS Joseph Goebbels, cuando predicaba con el ejemplo que se debe mentir mucho, que siempre habrá alguien que crea esa mentira. ¿Cuáles son los “ámbitos adecuados”, y quién dictamina que lo son?

-Dado el hecho (histórico, probado) que hemos vivido en años de dictadura (militar y no tanto, Pacheco, Bordaberry, uniformados), desde el día siguiente a la muerte del Gral. Oscar Gestido, que pasamos muchos años con miedo, porque nuestros hijos eran estudiantes, el largo de pelo y de la pollera respectivamente eran fiscalizados, y llevar un libro era delito, ¿cuál debe ser nuestra posición en el día de hoy? Sobre el muy merecido monumento a mi gran amigo y maestro en política y bonhomía Julio Castro Pérez, mártir y víctima de esa dictadura, ¿alguien tiene derecho a escribir que las dictaduras mencionadas no existieron? Porque según los argumentos esgrimidos por ustedes cualquiera tiene derecho a “expresar libremente sus ideas”. Según ustedes, el ex-policía Juan Ricardo Zabala, declarado culpable de su asesinato, y sus familiares, tienen todo el derecho a escribir con gruesas letras en pincelazos de alquitrán, que la dictadura no existió, que don Julio Castro murió por “causas naturales”, que Zabala es una pobre víctima inocente. Que no hubo ni muertos ni desaparecidos, y si no que le pregunten a los cadáveres extraídos del Batallón Toledo y otros.

-¿Estamos comparando a Copérnico, a Galileo Galilei, al famoso “y sin embargo se mueve”, a Charles Darwin con la negación del Holocausto? Estamos comparando a la mordaza que siempre ejerció la Iglesia y otros poderes ocultos sobre la verdad histórica y científica, con las leyes que imperan en los países europeos culpables donde negar el Holocausto es delito ?.
.”Sic”: ” La democracia, y el combate al fascismo, tiene al menos tres razones por las cuales debe permitir que los fascistas (y los negacionistas del genocidio judío que no necesariamente sean fascistas) expresen sus ideas. Primero, porque lo grave es que ciertas ideas medren de forma subterránea. Si se expresan, se da libre impulso a una energía que de otra manera puede explotar quién sabe cómo y además, si se expresan pueden ser debatidas y rebatidas, la forma más segura de rechazar una idea perversa. Si se reprimen, si se reprime la expresión de una idea, se le agrega una aureola de verdad, pues ¿qué sentido tiene prohibir una idea que no resiste al asalto de la inteligencia? Además, al reprimirla, se la sitúa como alternativa de lo existente cuando lo existente vive una grave crisis. Al reprimirla se inclina parte de la energía positiva del descontento a la realidad canalizándola a favor del objeto reprimido.” ME PREGUNTO: ¿quien así piensa, cree realmente que esto es así?

– Muchos años atrás tuve la ocurrencia de leer “Mein Kampf” (Mi lucha), el famoso libro-biblia de Adolf Hitler. Pretendía entender alguno de sus argumentos, alguna de sus ideas. No pude, simplemente como síntesis de toda su argumentación entendí que lo que Hitler afirmaba era !!!PORQUE SÍ !!! No encontré ningún otro salvo un subliminal “PORQUE LO DIGO YO”.

Sin otro particular, me despido de Uds.