Enlace Judío México.- Recordando a la red de espionaje que ayudó a establecer el escenario para el establecimiento de Israel dando pie a las bases para la Declaración Balfour

NATHAN JEFFAY

El mundo judío ha conmemorado recientemente el centenario de los acontecimientos que cambiaron la época y prepararon el escenario para el establecimiento de Israel. Han habido grandes eventos que marcaron 100 años desde desarrollos como la Declaración Balfour, pero los ecos de algunos de los dramas reales se encuentran en un lugar poco probable.

La semana pasada, me encontré en el cementerio de la ciudad vinatera de Zichron Yaakov, más conocida hoy por su merlot que por su importancia militar, viendo una pequeña ceremonia en honor a una mujer que se suicidó exactamente un siglo antes para defender a un grupo de espías que ayudó a cambiar Oriente Medio.

Sara Aaronson

Sara Aaronson era una líder de la red de espionaje NILI, que había estado pasando información a los británicos, creyendo que Londres tomaría Palestina del dominio otomano y allanaría el camino para un estado judío, y se demostró que tenían razón. Un mes después de su muerte, los británicos habían cambiado la suerte de su campaña palestina en Beerseba, y emitieron la Declaración Balfour, que aceptaba la idea de un “hogar nacional” para los judíos.

Era una Macabea moderna, sugirió el erudito que dirigió la ceremonia. “Yehuda el Macabeo estaba contra los griegos y de la misma manera Sara Aaronson estaba contra los otomanos“, dijo Avshalom Kor.

Cuando Aaronson se pegó un tiro mortal en esta ciudad, entre sesiones de tortura a manos de los otomanos, les impidió descubrir qué tipo de información habían dicho a los británicos ella y otros jóvenes extremistas de la red de espionaje NILI, y la identidad de las fuentes.

Con los dos centenarios de Beersheba y Balfour, la ceremonia de Aaronson y varias conversaciones en Zichron Yaakov me transportaron vívidamente a esta era. Fue una época en la que los británicos -la mejor esperanza de los sionistas de entonces- tenían información limitada sobre la geografía del país, ni qué decir de la capacidad del enemigo, y necesitaban desesperadamente cada pedacito de inteligencia que pudieran tener en sus manos.

Y fue un momento en que el agua era poder. Fue necesario un judío estudioso, el hermano de Sara Aaronson, Aaron, con la ayuda del historiador del siglo I Flavio Josefo, para hacer que las cosas fluyeran para los británicos. El alto oficial de inteligencia británico Basil Thomson escribió en sus memorias de una reunión con Aaron Aaronson, y lo citó diciendo: “¿Por qué traen agua para el ejército de Egipto? Eso disminuye el progreso de ustedes. Hay agua allí en el desierto, a 300 pies de profundidad. Todo lo que tienen que hacer es perforarlo“.

Museo Nili – Beit Aaronsohn en Zikhron Yaakov Israel

Al preguntarle cómo estaba seguro, Aaron Aaronson dijo que conocía bien la tierra y las rocas lo indican, y luego dio una respuesta más sorprendente: las escrituras de Josefo lo corroboran. La Oficina de Guerra no mostró mucho interés, pero “la obstinación de Aaronson superó todos los obstáculos. Y finalmente, a una profundidad de 300 pies, se encontró suficiente agua dulce para las necesidades del ejército“.

Esto no solo ayudó a calmar la sed; abrió una mayor cantidad de opciones estratégicas para los británicos, y les permitió ser menos predecibles para su enemigo, y tener más éxito.

Una de las personas más conocedoras de la historia local y NILI en Zichron Yaakov es el autor nacido en Nueva York Hillel Halkin, quien se mudó a la ciudad en la década de 1970 y pasó años tratando de resolver los misterios que persistían en torno a la red de espías. Publicó un libro, “A Strange Death”, sobre el tema. Cuando hablé con Halkin, sugirió que NILI y su conocimiento del agua podrían haber convencido a los británicos de cambiar los planes de batalla.

El punto de inflexión para los británicos y los aliados fue el 31 de octubre cuando los soldados, en su mayoría australianos y neozelandeses, derrotaron a los otomanos en Beersheba, pero “los turcos nunca esperaron que los británicos fueran a Beersheba, especialmente sin agua para los caballos en el Desierto“.

Halkin dijo que NILI – un acrónimo de “Netzah Yisrael Lo Yeshaker“, que significa “La eternidad de Israel no mentirá” – empujó a los británicos hacia Beersheba, y el elemento sorpresa que ofrecía. “Después de que los británicos siguieron atacando en Gaza y no avanzaban, NILI instó al ataque de Beersheba“, dijo. “Instaron al ataque de Beersheba, diciéndoles a los británicos que Beersheba tenía una defensa débil“.

Además de la importancia militar de NILI, se dice que la relevancia de los espías es importante para el contexto político de la Declaración Balfour. Anita Engle, en su libro “The Nili Spies”, la fuente de las citas anteriores de Thomson, escribió sobre la visita de Aaron Aaronson en 1916 a Londres. Se reunió con los responsables de la toma de decisiones, y Engle sugirió que un documento que él distribuyó allí “contiene el germen de la Declaración Balfour”.

Engle escribió: “Proporciona el eslabón perdido necesario para una explicación lógica de cómo el Gabinete de Guerra, involucrado en lo que parecía ser una guerra perdedora, de repente llegó a tener la idea de un Hogar Nacional Judío presionado como un importante instrumento de política. Su teoría de NILI como “el eslabón perdido” es demasiado prolija para mi gusto, pero junto a la tumba de Sara Aaronson sin duda me atrajo una historia notable, poco conocida fuera de Israel, de cómo un grupo de jóvenes judíos tuvo un impacto, en la medida en que probablemente nunca lo cuantifiquemos por completo, en la dirección militar y política de una de las grandes potencias del siglo XX”.

Fuente:  Jewish Week / The Times of Israel – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico