Enlace Judío México.- En unas elecciones anómalas en la historia de Cataluña, los resultados que arrojaron el jueves conducen a un escenario de difícil gobernabilidad para la Comunidad Autónoma y amenazan con afectar a la política española en general.

En un indiscutible y rotundo ascenso, el partido Ciudadanos de centro derecha ganó por primera vez las elecciones catalanas. Sin embargo, no dispone de la mayoría absoluta que le permita gobernar. Por el contrario, la suma de las formaciones independentistas mantiene una mayoría absoluta del parlamento.

Previsiblemente, la inestabilidad política de los últimos cinco años seguirá dominando la escena política en esta Comunidad. Los partidos independentistas necesitan pactos para formar gobierno y una vez más son los antisistema de la CUP quienes tienen la llave de la gobernabilidad del bloque secesionista. Añadiendo dificultades a la inestabilidad, ocho de los diputados electos independentistas se encuentran en prisión o con una orden de detención, lo que puede dejarlos en la práctica fuera del Parlamento catalán.

Las elecciones con las que el gobierno español quiso acabar con el proceso independentista arrojan unos resultados que no brindan garantías para que Cataluña solucione este conflicto.

Ciudadanos fue el claro vencedor ante un independentismo que en esta ocasión acudía dividido a los comicios. El partido de Albert Rivera e Inés Arrimadas (Ciudadanos) tuvo un resultado histórico con el 25% de los votos y 37 escaños, once más que en las últimas elecciones.

En segunda posición quedó la nueva versión de la extinta Convergència, Junts per Catalunya, encabezada por Carles Puigdemont desde su refugio belga, liderando el independentismo con 34 escaños.

En tercer lugar quedó Esquerra Republicana, que no logró su objetivo de ejercer la hegemonía independiente y se quedó con 32 diputados.

Los socialistas apenas remontan y suman un diputado a los 16 que tenían hasta ahora, mientras que la referencia catalana de Podemos, Catalunya en Comú, perdió tres y quedó con ocho.

Los antisistema de la CUP, que han condicionado la vida política de los últimos dos años para la independencia unilateral, salen castigados también y conservan cuatro de los ocho escaños que tenían.

Pese a la clara victoria de Ciudadanos, difícilmente podrán gobernar. Ni sumando sus escaños a los partidos del partido socialista PSC y el Partido Popular (3 escaños) alcanzan la mayoría de 68 diputados para contar con la mayoría absoluta. Sumarían 57, lo cual los aleja de la presidencia.

Ciudadanos ha logrado capitalizar la mayor parte del voto en contra del independentismo pero en la práctica esta operación ha restado fuerza a los partidos que podían acompañarle para derrotar definitivamente al proceso independentista.

Los socialistas de Miquel Iceta no han alcanzado las expectativas y se han quedado lejos de los resultados que les vaticinaban las encuestas. En el caso del PP la jornada se saldó con un naufragio en toda regla perdiendo la mitad de los escaños y quedando sin grupo propio en el Parlamento catalán. Tampoco pueden contar con el apoyo de Catalunya en Comú Podem, que previamente descartó un pacto con una coalición de gobierno que incluyera a PP o Ciudadanos.

Fuente: El País