Enlace Judío México – Las protestas comenzaron el pasado jueves en la ciudad de Mashhad por el incremento en el costo de vida cotidiano en Irán y demás aprietos económicos que se viven, antes de extenderse rápidamente a otras áreas al punto de llegar ahora con demandas de acabar con el actual régimen de los ayatolas.

A la par de amenazas de represión sobre los manifestantes, el régimen de Irán bloqueó el acceso a las redes sociales Instagram y Telegram, que han servido como medio importante de comunicación para los iraníes, luego de tres días de intensas protestas en diversas ciudades.

El acceso a Telegram, una plataforma de mensajería encriptada, es decir que no permite identificar ni al emisor ni al receptor de los mensajes, que el gobierno ha acusado de fomentar la violencia durante las protestas, se cortó a primera hora de la tarde, de acuerdo con la agencia semioficial de noticias ISNA y otros medios. El sitio web de State TV citó a una fuente anónima que dijo que la decisión del régimen estaba “en línea con mantener la paz y la seguridad de los ciudadanos”.

El director ejecutivo de Telegram, Pavel Durov, confirmó en un mensaje de Twitter que el servicio había sido bloqueado en el país.

“Las autoridades iraníes están bloqueando el acceso a Telegram para la mayoría de los iraníes después de nuestro rechazo publico para que lo bloquearan así como a otros canales pacíficos de protesta”.

El propio Donald Trump emitió este sábado un mensaje de apoyo a los manifestantes iraníes en contra del régimen también a través de Twitter.

“Muchos reportes de protestas pacíficas por ciudadanos iraníes enfadados con la corrupción de su régimen y  el despilfarro de los recursos de su nación para financiar el terrorismo fuera del país. El gobierno de Irán debería de respetar los derechos de su pueblo, incluyendo el derecho a que se expresen. ¡El mundo observa!”

https://twitter.com/realDonaldTrump/status/946949708915924994

El ministro del Interior de Irán, Abdolreza Rahmani-Fazil, dijo que las autoridades responderían a la “propagación de la violencia, el miedo y el terrorismo” de las manifestaciones. Por su parte, las Guardias Revolucionarias de Irán, cuyo mandato principal es salvaguardar al régimen de manera fiel, advirtieron el sábado por la noche que respondería severamente si las manifestaciones no se detenían.

Las manifestaciones masivas en todo el país han provocado ya la muerte de 2 personas en la localidad de Doroud, decenas de arrestados y edificios públicos atacados. El servicio de internet móvil se cortó temporalmente el sábado por la noche, pero se restauró no mucho después.

A la par de las protestas en contra del régimen, partidarios del mismo organizaron marchas por su cuenta en apoyo para contrarrestar las manifestaciones. Algunas grabaciones mostraron a manifestantes en el oeste de Teherán levantando una pancarta del ayatolá Ali Jamenei, el líder supremo de Irán y máximo responsable de la toma de decisiones. En otras ciudades, los manifestantes corearon “muerte a Jamenei” y pidieron la eliminación de los clérigos del poder.

Tal como la población iraní le criticó al último shá de Irán, Mohammed Reza Pahlavi, sus exorbitantes gastos monárquicos cuya joya de la corona fue la celebración por el 2,500 aniversario de la fundación del Imperio Persa en 1971, hoy uno de los reclamos de la población iraní es contra los gastos del régimen de Jamenei y Rouhani en Siria, Iraq y Gaza apoyando grupos militantes y terroristas.

Los videos en las redes sociales durante la noche mostraron manifestaciones en Isfahan, Mashhad, Lorestan y muchas ciudades más pequeñas, pero las restricciones de viaje y la cobertura limitada de los medios oficiales del régimen de Teherán dificultaron la confirmación de los informes.

Los medios conservadores semioficiales confirmaron un ataque nocturno contra un ayuntamiento en Teherán y mostraron a los manifestantes atacando bancos y edificios municipales en otras partes del país.

Las protestas comenzaron el pasado jueves en la ciudad de Mashhad por el incremento en los precios del costo de vida cotidiano en Irán y demás aprietos económicos que se viven, antes de extenderse rápidamente a otras áreas y volverse contra el régimen islámico en su totalidad. Las protestas parecen haber sido impulsadas en gran parte por los sectores más pobres de la sociedad, enfadados por el alto desempleo, los precios en alza y los escándalos financieros.

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