Enlace Judío México.- Traducido a más de 20 idiomas Yehuda Amijai, a 18 años de su muerte (1924-2000), se sigue revelando como una potente voz poética, sin duda es uno de los pilares de la poesía israelí contemporánea. Él logra transmitir la existencia simultánea en el espacio y el tiempo, de elementos tan opuestos como el amor y la guerra; el nacimiento y la muerte, el agua y la piedra, el grito y el silencio, a través de un verso libre que se nutre del habla cotidiana.

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En su poesía convergen “lo viejo” y “lo nuevo”, además que se entrecruzan el Oriente con el Occidente, así como lo bíblico con ecos de la literatura de su natal Alemania. Él afirmó en alguna entrevista:”La poesía es menos espectacular que la política o el periodismo, pero va más al fondo de las cosas.”

Y de hecho ha sido así a lo largo de su obra, la cual inicia con la publicación de Ahora y en otros días en 1955, obra que se considera punta de lanza para una nueva generación de poetas israelíes, conocida como la Generación del Estado. A la cual también pertenecen: Natán Zaj, David Avidán y Dalia Ravikovich. Su primer libro se hizo acreedor al Premio Bialik de Poesía de 1956 por versos tan contundentes como: “Te veo sacar algo del frigorífico/ que te ilumina desde dentro con una luz de otro mundo.”

Verso que está inundado de una nueva originalidad metafórica sumamente cotidiana. Yehuda Amijai nació en Wurzburg, Alemania, el 3 de mayo de 1924 en el seno de una familia burguesa de comerciantes con profundas raíces religiosas. En 1935 emigra con sus padres y hermana a Palestina y a los 13 años llega a Jerusalén donde estudia en el Colegio Religioso Mahala.

Desde muy joven comienza a leer poetas que influirán en su obra tales como Eliot, Dylan Thomas y Auden. En forma paralela él participó como voluntario en la Brigada Inglesa durante la Segunda Guerra Mundial. El horror y la soledad vividos durante el conflicto bélico, así como obituarios para algunos de sus amigos caídos están plasmados en algunos de sus versos: “Sólo la muerte nos exige ser precisos; / sus límites negros no se pueden cruzar, / y a nosotros nos queda rellenar las zonas vacías/ con colores, como niños en un libro de dibujo/ ante la cabeza de Dios vigilante.”

Al terminar la guerra inicia sus estudios de literatura y Biblia en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Su primera esposa fue Tamar Horen y la segunda Jana Sokolov, una joven estudiante de la que se enamora en 1963. Para ese entonces ya había publicado dos nuevos libros de versos A una distancia de dos esperanzas (1958) y En un jardín público (1959). Ambos conjuntos de poemas, así como su primer libro, quedaron antologados en Poemas 1948-1962 que se edita en 1963.

Así tenemos un fragmento de su popular poema “Jerusalén”: “En una azotea de la Ciudad Vieja/ hay ropa iluminada con la última luz del día: /sábana blanca de una enemiga, /toalla de un enemigo/ para secar con ella el sudor de su frente.”

Y la carrera literaria de Amijai prosigue en ascenso, escribe un libro de relatos y una obra de teatro. En 1969 gana el Premio Brenner de Poesía por Ahora en el ruido, hijo, muerte y Jerusalén son sus temas centrales. En 1971 publica Y no para recordar, en tanto en 1974 aparece Detrás de todo esto se oculta una gran felicidad, poemas abstracto-simbólicos, como cuando escribe: “Soledad del cuerpo/ en la que hay sitio para varios cuerpos. / Bajan los amores, unos tras otros/ de la repisa, hasta que queda vacía.

En 1981 se le nombra poeta nacional y se realizan varias antologías de su obra. Sin duda Yehuda Amijai posee una poderosa voz poética donde retrata los vaivenes del Israel moderno. En 1989 edita el libro También el puño fue una vez una mano abierta y dedos: “Los judíos no son un pueblo histórico, / ni siquiera un pueblo arqueológico, los judíos / son un pueblo geológico con ruinas, / derrumbes, estratos y lava ardiente.”