Enlace Judío México – Los sobrevivientes del Holocausto que viven actualmente en Israel expresan su indignación por el proyecto de ley del Parlamento polaco que prohíbe cualquier mención de crímenes cometidos por la “nación polaca” durante la Segunda Guerra Mundial.

JUDY MALTZ

El controvertido proyecto de ley, que también penaliza el uso del término “campos de exterminio polacos”, fue aprobado este viernes por la Cámara Baja del Parlamento polaco, pero aún requiere la aprobación del Senado y del presidente.

Zvi Gil, quien sobrevivió a los campos de concentración de Auschwitz y Dachau y al gueto de Lodz, dice que la legislación es una prueba de que los polacos cometieron crímenes contra los judíos. “Si no lo hubiesen hecho, no habría necesidad de una ley como esta”, agregó Gil, uno de los fundadores de la televisión israelí.

“Aunque los polacos también fueron perseguidos por los nazis, hubo muchos que aprovecharon la ocupación nazi, no sólo para expresar su odio hacia los judíos, sino también para perpetrar actos de vandalismo contra ellos”, dijo.

Gil recordó que observaba a los polacos cruzar el puente que conectaba las dos partes del gueto Lodz. “Algunos miraban para otro lado, pero otros sonreían al ver nuestro sufrimiento”.

Dijo que el gobierno israelí debe prohibir todos los viajes escolares a Auschwitz y otros campos de exterminio en respuesta a la legislación. (En los últimos 30 años, esos viajes se han convertido en un rito de iniciación para alumnos de preparatoria en Israel).

Rena Quint, sobreviviente de Piotrkow cuya madre y dos hermanos perecieron en Treblinka, dijo que creía que el intento de encubrir el pasado de Polonia a través de la legislación estaba destinado al fracaso. “Es cierto que los campos de la muerte fueron creados por los alemanes, pero Polonia no hizo nada para sacarlos de allí”.

Quint, quien recientemente publicó un libro sobre sus vivencias, titulado “Una hija de muchas madres: su terrible infancia y vida maravillosa”, pasó varios años en un campo de trabajos forzados antes de ser enviada a Bergen-Belsen. Ella dijo que sus intentos fallidos de reclamar las propiedades de su familia en Polonia la han convencido que la mayoría de los polacos querían deshacerse de sus vecinos judíos.

Shimon Redlich, profesor jubilado de historia de la Universidad Ben-Gurión del Neguev, vivió y estudió el Holocausto como académico. Nacido en la ciudad de Brzezany, en el este de Galicia, logró sobrevivir a la guerra escondido en la casa de una mujer ucraniana.

“Condeno firmemente al actual gobierno polaco por presentar esta legislación”, dijo. “Es particularmente preocupante para personas como yo, que estudian y escriben sobre la historia de Polonia y pronto podrían encontrarse bajo la amenaza de acciones legales”.

Al mismo tiempo, Redlich pide a los israelíes abstenerse de reacciones exageradas. “Es importante recordar que los gobiernos van y vienen, y que en el pasado han habido gobiernos mucho más liberales en Polonia. Por lo tanto, no hay razón para boicotear a todos los polacos por esto”.

El gobierno israelí también ha intentado “manipular” con el tema del Holocausto. “En Polonia, el gobierno nacionalista de derecha actualmente en el poder está tratando de complacer a ciertos grupos”, observó Redlich. “Algo muy similar está pasando aquí en Israel. Bibi [primer ministro Benjamín Netanyahu] a menudo usa el Holocausto cuando predica a sus detractores”.

Shmuel Atzmón, un conocido actor de teatro idish, dijo que en realidad, la propuesta de ley es una amenaza mucho mayor para el pueblo polaco que para el pueblo judío. “No hay ninguna ley que pueda borrar la memoria del Holocausto. Pero al tratar de borrar lo que los polacos hicieron en aquel entonces, el gobierno está cometiendo una injusticia contra los buenos polacos hoy en día”, advirtió. “No es educativo y simplemente se dañan a sí mismos”.

En los últimos años, Atzmón ha jugado un papel importante para promover los vínculos culturales entre Israel y Polonia. “Diez de los mejores años de mi vida los viví en Polonia antes de la guerra, y es importante para mí preservar las buenas relaciones entre ambos países”.

Nacido en 1939, seis meses antes de que Alemania invadiera Polonia, Jehoshua Pomeranz era el sobreviviente judío más joven de la ciudad de Radom. Tras la muerte de su padre en Auschwitz, su madre pagó a una familia polaca para que la escondiera junto con su bebé.

“Por lo que escuché, mi madre tuvo que prometerle a la familia que no le diría a nadie que había salvado a judíos, porque temía de los vecinos”, recordó. “Esto fue una prueba para mí de que tales actos de bondad – y en este caso incluso lo hacían por dinero – no eran la norma”.

Después de la guerra, su madre abrió un negocio en Radom, pero se le advirtió que enfrentaría la muerte si no abandonaba la ciudad. “Creo que puede comprender por qué no tengo buenos recuerdos de los polacos”, señaló.

Pomerantz cree que la polémica legislación de Polonia “es un intento de encubrir su complicidad en el asesinato de los judíos”.

“Polonia siempre fue un país muy antisemita. Tenía muchos judíos: fueron tolerados pero no amados. Los polacos aprovecharon la oportunidad de la invasión alemana para deshacerse de los judíos”, agregó.

Pero Eli Kindler, quien fue rescatado por una mujer polaca en la ciudad de Sokal (ahora parte de Ucrania), ofrece otro enfoque. “La gente tiende a olvidar que, a diferencia de otros países, en Polonia no había un gobierno nacional que colaborara con los nazis. Más bien, los alemanes establecieron su propio gobierno allí. De modo que no es justo decir que los polacos fueron culpables de lo que les sucedió a los judíos”.

“Cuando los alemanes ocuparon ciudades en Polonia, una de las primeras cosas que hicieron fue reunir a los intelectuales y matarlos. Y eso es exactamente lo que hicieron con los judíos. Así que todos estábamos en el mismo barco”, apuntó Kindler.

Fuente: Haaretz / Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico