El día que despertaron y volvieron a casa

Enlace Judío México – Mensaje del diputado Yair Lapid, presidente del partido Yesh Atid en una ceremonia de bienvenida a nuevos inmigrantes.

Mi padre llegó a Israel hace 70 años. Era un joven sobreviviente del Holocausto.

A diferencia de ustedes, llegó en barco. Pero como a ustedes, todo le era nuevo y confuso. Los colores, los ruidos, el ritmo.

Se paró en la plataforma del puerto de Haifa y el empleado gritó: “Los niños menores de 17 años irán al centro de absorción. Los de 18 en adelante, irán al ejército. “Mi padre levantó la mano y dijo:” Tengo 17 años y medio, ¿a dónde voy? “El empleado lo miró y dijo:” A donde quieras”.

La gente toma decisiones que definen su vida en una fracción de segundo.

Mi padre miró a su madre. Mi abuela. Luego tomó su bolsa, se la colgó al hombro y dijo: “Voy al ejército”. Y fue a servir en el ejército de un país cuyo idioma no hablaba. Cuyo himno no podría cantar. Cuya geografía e historia apenas conocía.

Pero sabía una cosa, algo que todo inmigrante sabe. Algo que cada uno de ustedes sabe: que él tomó la decisión.

Alguien que hace aliá es alguien que ha tomado una decisión: que su vida tiene un significado. Él es el arquitecto de su propio destino. En ese sentido, como ciudadanos israelíes, ustedes forman parte del alma de nuestra nación. Porque su decisión de venir a Israel significa que este país no es sólo un lugar, es una idea, una elección.

Somos “el pueblo elegido”. La gente piensa erróneamente que es un privilegio. De hecho, es un deber. Fuimos elegidos para servir una idea, un propósito particular. Creo que un Israel fuerte y libre es la base de esa idea.

Les deseo a todos una vida normal en Israel. Espero, y estoy seguro de que así será. Se integrarán, trabajarán, se enamorarán, bailarán en las bodas y celebrarán cumpleaños y Bar Mitzvás. Serán ciudadanos felices de un país alegre, e Israel es una nación feliz. Un poco ruidosa como se darán cuenta. A veces incluso un poco agresiva. Pero todo eso viene de la alegría.

Pero habrá algo más. Habrá otro elemento en su vida. Sabrán que su vida tienen un significado. Sabrán que no sólo están viviendo su vida cotidiana, sino que también forman parte de algo más grande y maravilloso que no es posible sin ustedes.

La idea sionista, de un pueblo libre en un país libre, fue creada desde el primer día por personas como ustedes. Personas que se despertaron un día en un país lejano y dijeron: “Soy parte de algo. Pertenezco. Pertenezco a algo y quiero vivirlo cada minuto de cada día “.

Israel los necesita. En otros países, los inmigrantes son recibidos por empleados que buscan una razón para rechazarlos. Israel les da la bienvenida con alegría. Los miramos y decimos, los necesitamos. Necesitamos su amor, su cerebro, su energía. Los necesitamos porque sin ustedes nuestra familia no está completa. Sólo en Israel, la gente aterriza en el aeropuerto y lo primero que escucha es “Bienvenidos a Casa.”

Así que bienvenidos de vuelta.

Bienvenidos a casa.