Enlace Judío México.- El FICJM que se inauguró el 23 de enero y estará mostrándose en las salas de  Cinépolis de la ciudad de México hasta el 15 de febrero, presenta siete películas de gran interés.

NEDDA G. DE ANHALT EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

En el orden en que las fui viendo, la primera fue Armonía del director Ori Sivan (estadounidense nacido en San Francisco, California, el 30 de julio de 1963). Desde el primer momento tuve la impresión que esta sería la mejor cinta del festival. ¿Por qué? Porque Sivan está haciendo algo similar a lo que hizo Alain Resnais en su filme Vous n’avez pas encore rien vu. Ambos, siguiendo la orden del poeta Enrique González Martínez, “le torcieron el cuello al cisne”. O sea, el francés tomó el mito griego del amor entre Orfeo y Eurídice e hizo su propia versión. Por su parte, Ori Sivan elige a personajes bíblicos como Abraham, Sara, Agar, Isaac, Ismael y no solo le tuerce, sino le retuerce el pescuezo a la historia bíblica al ampliarla y transformarla a través del tiempo y del espacio. Al centro coloca la música como un personaje más y cuando Abraham, que en esta película es un director de orquesta, privilegie un concierto de arpa en vez de corno nos está dejando entrever algo más profundo. Es así como tendremos el privilegio de escuchar fragmentos de la Sinfonía No. 6 conocida como Patética de Tchaikovsky, el Concierto de Arpa de Boieldieu y Sherezada de Rimsky Korsakov.

¡Qué película tan hermosa la de Ori Sivan! Al título original de este filme agregaría un subtítulo, pensando en la armonía fraternal del filme de Barry Levinson, Cuando los Hermanos se Encuentran. Asimismo añadiría, que si se evaluara en esta cinta la maternidad y paternidad de Abraham y Sara no saldrían tan bien parados pues no basta amar intensamente a los hijos sino dejarles aire y espacio para que ellos elijan sus sueños y aspiraciones propias. Sin olvidar que tocar música en una sala de arte lujosa, como en un antro, tiene la misma valía.

Si se puede tergiversar o ficcionalizar los mitos y leyendas de la antigüedad no sucede lo mismo cuando se hace con la historia, pues ésta siempre está sedienta de que aflore la verdad. Recordemos el filme El Paciente Inglés de Minghella que obtuvo el Oscar en 1997 y causó furor mundial porque este director tuvo a bien poner al personaje real que encarnaba Ralph Fiennes en esta cinta, como a un nazi “bueno”, cuando en verdad, fue el responsable de la muerte de muchos judíos. Entonces, ¿cómo decir las verdades? Ah, pues ahí están las comedias que se prestan a la perfección para realizar críticas, autocríticas y condenar antisemitismo, racismo entre los “jijis” y los “jajas”. En este festival, hubo varias comedias que exhibieron humor negro y de otros colores. Milagros Embotellados, del director de 22 años, Shady Srour, nacido en Egipto es un claro ejemplo de lo anterior al ofrecernos una película demoledora en contra de la comercialización de las religiones.

Guerra en la Cancha del director Eyal Halfon, nacido en Netanya, Israel en 1956, ofrece una metáfora absurda como una posible solución al conflicto palestino-israelí para definir quién se queda con los territorios y quien sale de ellos. En el ínterin una serie de situaciones, encuentros y desencuentros entre los managers de los equipos van mostrando el lado oscuro de estos jugadores y de ellos mismos. Por ejemplo, en el equipo israelí toman la decisión de no emplear a ningún jugador sueco, noruego, italiano, francés y alemán. “¿Por qué?” Pregunta uno y el otro responde: “porque nos odian”.

Nadie debe dudar del poder de la risa y de los chistes, si no pregúntenselo al protagonista David Bermann (actuado por Moritz Bleibtreu) en la cinta Hasta Pronto Alemania cuando es investigado por sus actividades durante la Segunda Guerra Mundial. El cuestionamiento trae un eco del filme Taking Sides de István Szabó, cuando Harvey Keitel en el papel de un militar estadounidense, interroga a Stellan Skarsgård, que interpreta al famoso músico alemán Wilhelm Furtwängler. Keitel es implacable porque quiere probar la colaboración que este artista tuvo con los nazis y Skarsgård se repliega, niega y trata de defenderse. En Hasta Pronto Alemania, Bermann es interrogado, ¿pero qué sucede? Que coopera con la funcionaria con lujo de detalles de las actividades non sanctas por las que él y un grupo de amigos tuvieron que pasar para lograr la sobrevivencia. La cinta se convierte en un thriller donde complicidades, identidades, verdad y mentira se entrelazan hasta dar la impresión de que la realidad es pura fantasía.

 

Continuará…