Enlace Judío México.- Cualquier historia de amor aunque sean parecidas una a la otra, en verdad, son diferentes y merecen contarse ¿Cómo se conocieron? ¿Cuál es el origen de cada quién? ¿Se opuso alguno de los progenitores a esa relación? ¿Qué fue lo primero que te atrajo de él o de ella?
NEDDA G. DE ANHALT PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO
En fin, las preguntas pueden multiplicarse hasta el infinito y tal vez a muchas personas no les parece que sea algo interesante o novedoso. Pero en este caso el lugar donde ha sucedido este encuentro amoroso es ¡Hollywood! Una meca minada por la infidelidad, los divorcios, la “degenerescência” de una serie de egos inflados de vanidad de estas divas y divos. En Una Historia de Amor en Hollywood, es un milagro cómo esta pareja conformada por dos artistas dibujantes pudo sortear las adversidades a las que tuvieron que enfrentarse. Desde el inicio, como Harold era una suerte de mama´s boy, su señora madre tuvo a bien no estar de acuerdo que un buen partido como su hijo se casara con una chica criada en orfanatorios y para colmo pobre. Pero el amor suele lograr milagros. Lo anterior, lo está contando Lillian en una entrevista de frente a la cámara.
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¿Por qué entonces nos puede interesar este filme? Como se sabe una película lleva el sello de un director que se lleva siempre el máximo crédito. Para lograrla se necesita un equipo de colaboradores; actores, actrices, la persona encargada de elegirlos (casting) que en la mayoría de los casos no es el propio director, guionistas, editores, camarógrafos, sonidistas y más. Los cinéfilos podrán corroborar que muchas veces el éxito de un filme depende precisamente de la destacada labor de muchos de estos mencionados. Que yo sepa esta es la primera vez que se le da importancia a un “storybordista” como suelen decirle aquí en México y quien es el guionista gráfico encargado de entregarle al director, diagrama por diagrama la historia de la película. De ahí, el director elige muchas de las ideas de este artista gráfico.
Una Historia de Amor en Hollywood se convierte en un fascinante estudio donde los espectadores conocerán todo lo que querían saber pero tenían miedo de preguntar sobre las secuencias más emocionantes de una película. Estas fueron dibujadas de antemano por la pareja de Harold y Lillian Michelson. Por ejemplo, en el libro que le presentan al director Nichols para El Graduado (1967) uno de los dibujos pone a la bella e incestuosa señora Robinson (Anne Bancroft) sentada sobre el sillón con las piernas subidas en el antebrazo, ladeadas de tal manera que pareciera formar un triángulo isósceles. Nichols toma exactamente esta imagen y así sienta a la actriz, en el instante que Dustin Hoffman entra a la habitación. Él se queda viéndola y pronuncia su famosa frase: “Señora Robinson, ¿usted está tratando de seducirme, o no?”.
Otra escena inolvidable es la que tomó Hitchcock de la pareja Michelson cuando un cuerpo sobre una bandera cae como en resbaladilla al vacío desde una altura inmensa. En fin, en Una Historia de Amor en Hollywood, cualquier espectador apreciará el trabajo creativo de una pareja que se convirtió en un foco de irradiación de la cultura cinematográfica de aquella época.
Boda con el Enemigo de los hermanos Ghazi (nacido en Amán Jordania en 1976) y Bandar (Brooklyn, Nueva York, 1985) Albuliwi, es una comedia divertida —según cuentan quienes la han visto—. Desafortunadamente, por motivos de salud fue la única que me faltó ver.
El Repostero de Berlín del director Ofir Raul Grazier (1981, Ra’anana, Israel), es un filme redondo, perfecto. Un joven repostero alemán (actuado por Tim Kalkhof, nacido en Heidelberg, Alemania en 1987), realiza una pesquisa para averiguar el paradero de Oren, personaje ausente pero tan presente que se convertirá en el eje que mueve el drama de esta historia. Misma que funciona de forma circular porque en el final abierto de esta cinta una nueva pesquisa dará comienzo.
Las siete películas de este XV Festival Internacional de Cine Judío en México merecen ser vistas —incluida la que no pude ver pero que trataré de hacerlo—. Para la predicción oracular no sobre el filme más popular, sino de las cuatro mejores cintas de esta muestra, destacaría: Armonía, Hasta Pronto Alemania, El Repostero de Berlín y Una historia de Amor en Hollywood.
