Enlace Judío México – Cada acto que uno hace, bueno o malo, es medido en el Cielo. Para ello D-s tiene cortes divinas donde los ángeles discuten las acciones de los hombres. El Satán, el ángel de la muerte y de la tentación es el encargado de acusar al hombre y apelar en su contra. Varias historias jasídicas nos cuentan como ciertos rebbes fueron tan sabios que pudieron acceder a las cortes divinas y apelar contra el Satán a favor del hombre. Esta historia es una de ellas, nos habla de cómo se miden la caridad y el robo en el Cielo.

Martín Buber. ¿Cómo medir?

En una ocasión, al terminar el Día de Expiación, Shmuel, el discípulo favorito del rabino de Berditchev se acercó a su casa para ver cómo se encontraba su rabino tras el día de ayuno. Aunque ya era tarde y la noche estaba avanzada, la copa de café del sabio seguía intacta frente a él. Cuando vio a su discípulo llegar le dijo: “Shmuel ¡Qué bueno que has venido! Ahora puedo contarlo. Debes saber que el día de hoy el Satán presentó cargos contra el juicio en el Cielo.”

“‘Tú, la corte de justicia’ dijo el Satán ‘explíquenme por qué se juzga así: Cuando un hombre roba un rublo de su prójimo, ustedes pesan la moneda para medir su pecado. Sin embargo, si un hombre le da a su prójimo un rublo por caridad, ustedes miden al beneficiario y a todas las personas que han obtenido provecho del regalo. ¿Por qué no pesan únicamente la moneda en este caso? O ¿por qué en el primer caso no miden el daño que el robo a causado a todos aquellos que sufrieron por él?’”

“Entonces fui llamado y explique: ‘Un benefactor desea preservar la vida de las personas a las que ayuda, por ello, las personas deben ser medidas. Sin embargo, el ladrón sólo quiere el dinero, ni siquiera piensa en la gente a la que se lo ha robado; esa es la razón por la cual en este caso sólo se pesa el dinero’ ¡Así fue como acalle la apelación!”

Fuente: Tales of the Hasidim