Enlace Judío México.- Como suele suceder con muchas empresas israelíes, sus fundadores se conocieron en el ejército. Los 3 veteranos – con formación e inquietudes para pensar en grande – decidieron apostar a una tecnología que aún tiene mucho por crecer: la impresión 3D. Así fue como hace 5 años fundaron Massivit 3D Printing Technologies.

Su fundador principal es Gershon Miller (quien fue también creador de la tecnología Objet de Stratasys), sus Co-fundadores son Moshe Uzan, e Igor Yakubov y su CEO Avner Israeli. Todos ellos con gran experiencia y conocimiento en el mundo de la impresión 2D y 3D.

Al salto diferencial lo lograron gracias a la invención de 6 patentes propias. Una de ellas es un gel que permite la impresión – rápida, económica y sin soportes – de grandes estructuras. La utilización de una materia prima que no es ni sólida ni líquida, fue la clave.

Al ofrecer una velocidad de impresión sin parangón y capacidades de doble impresión con dos cabezales, sus impresoras pueden producir rápidamente modelos de hasta 1,8m de altura; algo muy valorado por los proveedores de soluciones de publicidad, ya que les permite realizar anuncios originales con todo lo que la imaginación sea capaz de volcar a un diseño por computación.

Infobae, visitó la fábrica de Massivit 3D en Israel para probar esta tecnología y su impacto en diversas industrias que van desde la publicidad, la construcción, educación, entretenimiento, decoración, arquitectura hasta la automotriz. De regreso conversó con Tamara Rubinger, una diseñadora industrial argentina que trabaja en esa compañía en Tel Aviv.

— Hoy en día, la impresión 3D tiene muchísimas aplicaciones súper distintas, desde el mundo de la publicidad hasta la automotriz. Como pudiste ver cuando Infobae visitó en Israel la fábrica, aquí terminamos de ensamblar las impresoras 3D que tienen la particularidad de ser especialmente grandes. De hecho son las más rápidas y las más grandes del mundo. Pueden imprimir hasta 10 veces más rápido que las impresoras 3D convencionales. Lo mismo se traduce a los volúmenes, hoy podemos imprimir una persona entera, en tamaño real, en solo 4 horas.

— ¿Cuáles son las ventajas de esta tecnología frente a los procesos más tradicionales?

— En las impresoras 3D convencionales – más conocidas como FDM – se utiliza un filamento que se va derritiendo e imprime capa por capa hasta formar el modelo, leyendo el diseño 3D previamente realizado en la computadora. Nosotros, en vez de usar un filamento, fabricamos, aquí en Israel, un gel especial que se solidifica con una luz ultravioleta, que seca el material en el momento y de forma muy rápida. Eso permite que podamos imprimir, incluso grandes volúmenes, sin soportes, generando piezas huecas.

— Usaron esta tecnología en varias creaciones que dieron que hablar en el mundo…

— Sí. A algunos productos los hicimos con nuestros clientes (tenemos una cartera de 56 empresas que compraron nuestra máquina). Uno de los más conocidos fue logrado por Omus que está en Australia. Ellos crearon el primer local enteramente impreso 3D para Louis Vuitton. Tenía 10 metros de largo, 5 de ancho y casi 3 de altura. Fue un proyecto muy interesante que se hizo en solamente 3 semanas. Se utilizaron 2 máquinas, una instalada en Melbourne y otra en Sidney. Entre las dos imprimieron todo el local.

El mismo cliente de Australia imprimió varias gallinas con motivo del año nuevo chino para la marca Hermes. Luego las bañaron en oro y a otras les dieron una terminación de terciopelo.

Otro trabajo muy conocido fue uno que hizo Big Apple, en Nueva York. Ellos imprimieron para Macy´s un flamenco gigante para colocar al lado de los maniquíes.

Para la exhibición SGIA en Las Vegas imprimimos una mujer en tamaño real. Utilizamos también el mismo modelo en una de las calles principales de Tel aviv y proyectamos sobre la misma imágenes adaptadas especialmente. Se logró un efecto completamente diferente y llamativo (claramente muy distinto al típico cartel de la publicidad convencional)

Otro cliente de México llamado Grupo ROA usó esta tecnología para diseñar el águila de la bandera de México. Imprimieron una estructura gigante de 3 metros de ancho y 2,5 de alto, que fue colocada en la Casa de Gobierno.

— ¿ Y el toro de Wall Street que vimos en sus oficinas de Israel, para quién se fabricó?

— Ese fue un trabajo interno, obviamente haciendo alusión al que está en Nueva York. Da cuenta del tamaño y complejidad de las impresiones que pueden lograrse hoy.

— ¿Cuál es el futuro que le reconoces a esta tecnología? ¿En qué están pensando hacia delante?

— Hay muchas posibilidades. Cada vez se amplía más el mercado y las aplicaciones. Los clientes traen nuevas necesidades e ideas en diferentes campos e industrias. El mundo de la impresión 3D tiene aún mucho por crecer.

Fuente: Infobae