Enlace Judío México.- Acapulco, un Paraíso

Me encuentro con mi esposa en Acapulco gozando del límpido mar abierto de las playas de Punta Diamante. Nuestra consuegra, Linda, nos prestó su amplio departamento con vista al mar. Diariamente bajamos a caminar en la playa y a nadar. En esta época del año esta zona esta semivacía, así que todo el espacio es para nosotros, la primera noche casi palpamos la brillante puesta del sol, y pensé que ese espectacular atardecer ya solo se veía en las películas.

LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

El departamento esta exquisitamente decorado en una mezcla de estilos africano e hindú. La cocinera prepara platillos mexicanos fuera de serie, tiene una sazón única: diario trae frutas, pescados y mariscos frescos de un mercado cercano a su casa. También disfrutamos de antojitos mexicanos únicos.
Mi esposa una atleta completa, camina más de una hora temprano en la mañana y en el atardecer “no se acaba la alberca”. Tenemos un nuevo semblante, reponiéndonos paulatinamente de las tensiones de la vida cotidiana en la ya prácticamente invivible Ciudad de México.

El ambiente de tranquilidad en la zona donde estamos vacacionando es privilegiado; el personal de servicio nos comenta que en la parte de la costera y particularmente en el centro de la ciudad, los negocios están cerrados, ante las continuas amenazas de extorsión de la delincuencia organizada. En mi adolescencia y, posteriormente ya casado venía frecuentemente a vacacionar a Acapulco, sobre todo en los “puentes”. Manejaba a toda velocidad por la sinuosa carretera que conducía al puerto de Acapulco. En mis primeras Crónicas comenté ampliamente de mis experiencias familiares en Acapulco. Posteriormente al inicio de los noventas venía una vez al mes a las juntas de Consejeros Regionales del Banco donde trabajé por 5 lustros, llegaba con varios funcionarios del Banco en la mañana, teníamos la junta con duración de 5 horas, se servía una comida con los Consejeros y más tarde volamos para la Ciudad de México. Ni oportunidad teníamos de ver el mar.

Llevamos una semana en Acapulco disfrutando de la salida y la puesta del sol. El color blanco lechoso de mi piel desapareció, mi piel se hidrató con los rayos de sol. La cocinera diario se luce con un platillo diferente de la región; el puente vacacional del 5 de febrero nos robó la exclusividad que teníamos de la playa, justamente por el puente mi nieto Alán de 20 años y su novia Elian nos vinieron a visitar. Pasamos un día de remembranzas, ya no nos vemos con la frecuencia de antes, ahora él es un adulto y tiene su propia vida. El estar al nivel del mar y con un sol no tan intenso como en el verano me ha permitido caminar en la playa y volver a nadar. Con el “puente” del 5 de febrero se llenó Acapulco, en el condominio que habitamos había bastante gente, empero, no había hacinamientos. En la noche del 6 de febrero estábamos descansando frente a la alberca, durante 2 1/2 horas del aeropuerto próximo despegaba un avión cada 5 minutos. Me imagino que ese día la salida de paseantes por carretera a la Ciudad de México y Estados vecinos fue masiva.

El día 6 de febrero fuimos a Barra Vieja, distante a media hora de nuestro condominio. Fue una experiencia ambivalente. En ese sitio se junta por una parte la laguna y el mar, y por otra, este último con el Río Papagayo que nace en las cercanías de la Ciudad de Chilpancingo, distante a una hora y media de Acapulco, tomamos una lancha que nos llevó por la laguna a través de unos manglares hasta una amplia zona de la misma; en el trayecto vimos garzas, patos buceadores, que se sumergen en el agua por varios minutos para obtener su comida, y otra gran variedad de aves. Mi esposa, que de muy joven realizó ese trayecto marino, le preguntó al lanchero por las guacamayas que abundaban por la zona, le contestó que desaparecieron por la mano del hombre que las cazó para venderlas, también mencionó que desaparecieron los cocodrilos y otra variedad de aves. No obstante, el panorama de la laguna aún era muy bello.

Después del recorrido por la laguna, el lanchero nos sugirió que visitáramos el sitio donde el mar se une con el río. El hijo del lanchero nos llevó en su cuatrimoto por la orilla de la playa por varios kilómetros hasta llegar al estero. El panorama fue dantesco, montones de basura de todo tipo por doquier arrojados por los visitantes, un verdadero ecocidio, quedamos horrorizados. El joven de la cuatrimoto nos dijo que los lugareños han pedido ayuda a las autoridades para limpiar el basurero existente en muchos kilómetros de la playa; pero no les han dado respuesta quizá por negligencia y carencia de recursos presupuestales. Regresamos asqueados al lugar de partida de la lancha, un famoso restaurante de mariscos y pescados. Teníamos la intención de comer en ese establecimiento, empero, habíamos perdido el apetito. El problema de la basura se extiende a muchas playas de Acapulco, en las del área de los condominios donde nos alojamos también existe basura. Un día vimos una numerosa marcha ecológica de empleados y sus familias de la zona recogiendo basura, más que resolver o atenuar el problema y la posible contaminación del mar, la marcha representa un llamado de conciencia para que la gente no tire basura; mantener las playas limpias es vital para esta gente para su sustento de vida.

Hoy por la mañana caminamos por la playa y encontramos una tortuga gigante muerta boca arriba, apestaba y tenía una especie de herida, ayer no estaba en ese sitio cuando yo pasé; indagamos qué pudo haber sucedido con la tortuga; un empleado de un condominio nos explicó que posiblemente fue mordida por un pez grande y las olas la arrojaron a la playa; asimismo comentó que ese tipo de tortugas abundan en las aguas de Punta Diamante y en época de lluvia salen a desovar a la playa. El personal de los condominios recoge los huevos y los ponen a salvo para que no sean robados; hay días que han echado al mar más de 600 tortuguitas. Por lo demás, en las aguas de Punta Diamante diariamente pescadores sacan huachinango, robalo y otras especies de peces menores.

Cabe destacar que a media hora caminando desde el condominio rumbo a la playa del Revolcadero existe una laguna en donde todas las construcciones de la zona vierten sus aguas negras. ¡Es increíble que en las proximidades de estas playas de condominios de lujo no se traten las aguas negras! No quiero imaginar qué sucede en la materia en zonas populares, desafortunadamente estas situaciones prevalecen en toda la República.

Cierro los ojos con un sentimiento de culpa y me dispongo a disfrutar de los dos últimos días de mis soleadas vacaciones.

Todo el Rigor de la Ley contra Nassar

En el contexto de las múltiples denuncias por acoso sexual y violación contra renombrados personajes de Hollywood y de la política en EUA y de otros países, Larry Nassar, de 54 años, al final de enero pasado fue condenado a 175 años de prisión por abusar de 160 jóvenes y niñas atletas, ese individuo se desempeñó durante muchos años como médico del equipo de gimnasia de EUA.

Los testimonios de las jóvenes “fueron desgarradores”, en el juicio en que las presentaron hubo una situación conmovedora, y a la vez dolorosa, cuando el padre de una de las víctimas solicitó al jurado que lo dejaran “un minuto solo con Nassar”, al negarle el juez su petición, el corpulento padre, lleno de ira, se lanzó contra el acusado, empero, fue contenido por varios policías que lo sujetaron y esposaron. La jueza Rosemarie Aquilina, de la corte del Condado Ingham, dijo: “Acabo de firmar tu sentencia de muerte. Es un honor y un privilegio sentenciarlo. No merece volver a estar jamás fuera de la cárcel”.

Lo inaudito de este caso es que en una escueta noticia del FBI, este organismo afirmó que desde hace tiempo sabia de los delitos cometidos por Nassar y no hizo nada para detenerlo.

Es el caso también del poderoso productor de Hollywood, Harvey Weinstein, de 65 años, que por décadas abusó y violó a decenas de mujeres que trabajaban para él, hoy varias de ellas famosas artistas, hasta la fecha no ha sido sujeto a juicio, aunque ya recibió parte de su castigo al ser despedido de su propia compañía y abandonado por su esposa y sus dos hijos. Y qué decir del propio presidente de EUA, Donald Trump, que en diciembre pasado fue acusado públicamente por 16 mujeres de acoso y agresión sexual, acciones que sucedieron antes de su ascenso al poder. Trump ha negado las acusaciones. Sin embargo, varios congresistas han solicitado el inicio de un juicio de destitución por su conducta. A la fecha no hay indicios de que será juzgado, por el contrario, aunque su popularidad es muy baja, 36.0%, la más baja de un presidente en la historia de EUA, en su primer informe a la Nación ante el Congreso se le vio con una actitud triunfadora, exaltando su labor en el primer año de su gestión. Lo cierto es que es inexplicable cómo en un país democrático por excelencia, no se aplique la justicia frente a las tropelías sexuales de su presidente y se le permitan conductas retrogradas en cuanto al comercio y la política migratoria, entre otros asuntos, y también no se impida su carrera bélica contra Corea del Norte, que puede desembocar en una hecatombe nuclear.

Nicanor Parra

Hace un año, en este espacio hice un amplio comentario sobre Violeta Parra, una de mis cantantes favoritas, en el centenario de su nacimiento; dediqué pocas líneas a su hermano Nicanor, quien falleció el 23 de enero pasado a los 103 años en su natal Chile. “Científico de formación, fue un renovador singular y básico de la creación literaria, Premio Cervantes 2011”, uno de sus nietos lo recogió en España, ya que su edad no le permitió realizar un viaje transatlántico para recibirlo personalmente. Previamente en 1969 recibió el Premio Nacional de Literatura, además de haber sido candidato al Premio Nobel de Literatura en diversas ocasiones. Tuvo 6 hijos.

Nicanor Parra, creador de la anti poesía, se estrenó como poeta en 1937 con un cancionero sin nombre de aires lorquianos, “que era una piedra seca de prosaísmo anglosajón en el verboso estanque afrancesado de la poesía hispana. No en vano, entre 1949 y 1951 había estudiado cosmología en Oxford, después de especializarse en Mecánica Avanzada en la Universidad de Brown” en EUA. Licenciado en Física y Ciencias Exactas, durante 30 años fue profesor de Física.

En 1954 Nicanor publicó un libro cuya denominación final marcaría el resto de su obra: “Poemas y Anti poemas”; en él indicaba su autor que no había palabras como arcoíris o dolor. Había prosa, humor, ironía, chistes (buenos y malos), poesía “que no quería serlo”.

La obra de Nicanor abarca más de 75 años y una veintena de poemarios a los que se suman numerosas antologías, catálogos, exposiciones visuales y colaboraciones y diversos proyectos artísticos. El antipoeta tiene trabajos con Enrique Lihn, Alejandro Jodorowsky, Pablo Neruda, Violeta Parra, Jaime Vadell, Joan Brossa y Congreso, entre otros. Su antología más completa la conforman dos tomos. El propio Nicanor preparó también una antología titulada “Poesía soviética rusa”. Adicionalmente, posee un caudal de material inédito dentro del cual se encuentra media docena de poemas escritos entre 1937 y 1954, un cuaderno de notas titulado “Notas al borde del abismo” y abundante material creado desde los años 2000.

Nicanor siempre se mantuvo fiel a su origen humilde. Reconocido como una persona de izquierda, empero, independiente, nunca militó en ningún partido, y sus relaciones con la izquierda y la derecha no fueron excluyentes. Rechazaba los extremos políticos. Luego del golpe de Estado de 1973 de Augusto Pinochet, la Junta Militar le ofreció un cargo público que rechazó y se convirtió en opositor a la dictadura de Pinochet a costa de que varias de sus obras fueran censuradas. Nicanor pidió que en su funeral se tocara música de su hermana Violeta; en un principio el oficiante de la misa rechazó la petición, sin embargo, finalmente por las bocinas de la iglesia sonó “Gracias a la Vida”, en voz de su tía y su Colombina cantó las cuecas que le enseñó su padre.

El epitafio de la tumba de Nicanor fue un poema escrito por él que pertenece al libro de “La Cueva Larga”; dice así:

De estatura mediana,
con una voz, ni delgada ni gruesa,
hijo mayor del profesor primario
y de un modista de trastienda;
flaco de nacimiento
aunque devoto de la buena mesa;
de mejillas escuálidas
y de más bien abundantes orejas;
con un rostro encuadrado
en el que los ojos se abren apenas
y una nariz de boxeador mulato
baja a la boca de ídolo azteca
todo está bañado
por una luz entre irónica y pérfida
ni muy listo ni tonto de remate
fui lo que fui: una mezcla
de vinagre y aceite de comer
un embutido de ángel bestial.

 

 

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