Enlace Judío México.- Rabí Sadka Hussein ZT Z”L fue, hace unos setenta años atrás, uno de los más grandes exponentes del mundo sefaradí de la Torá. Rab, Jajam, Mohel, Dayán, Gaón, líder espiritual de la comunidad iraquí en Irak y en Éretz Israel. Y, por si fuera poco, se destacó por sus Midot Tobot. Excelsas cualidades que lo tuvieron como un símbolo y ejemplo de lo que debe ser un verdadero Talmid Jajam y un Yehudí rayano en la perfección humana.

RAB DAVID ZAED

Nació en Bagdad, Irak, el 8 de Shebat de 5636 (3 de febrero de 1876) en ese momento bajo el dominio del Imperio Otomano. Su padre fue Rabí Moshe Hussein ZT Z”L, y su abuelo Rabí Sadka Hussein ZT Z”L. De hecho, toda ésta es una familia de Grandes Jajamim de por lo menos cinco generaciones, que se inician con Rabí Sadka Hussein “Harishón” (el Primero), quien fue calificado como “Uno de los Santos Serafim” por Rabí Refael Shelomó Laniado, Báal “Bet Dinó Shel Shelomó”, el más Grande de los Jajamim de aquella época gloriosa.

Vale la pena mencionar cómo fue el nacimiento de Rabí Sadka Hussein “Harishón” (el Primero), que tiene características épicas:

Sucedió en Jálab, en el año 5459 (1699): Todos los hijos que le nacieron a Rabí Saadia Hussein ZT Z”L no lograron sobrevivir. Su esposa quedó nuevamente embarazada, y nació el hijo a quien llamaron Sadka (como diciéndole a Hashem que les conceda una dádiva). Su madre lo llevó al Bet Hakenéset y lo depositó en el umbral. Cuando salió de allí el líder de la comunidad vio un bebé llorando, y preguntó de quién era, le respondieron: “Es de Rabí Saadia Hussein; todos sus hijos anteriores fallecieron”. El hombre lo llevó a su casa, le consiguió una nodriza, lo crió, y se preocupó para que estudiara Torá. Pasó un tiempo y se lo llevó a Rabí Refael Shelomó Laniado para que estudiara con él.

La vida posterior de este gran Talmid Jajam fue asimismo, ejemplar: A partir de ahí, el joven Sadka se convirtió en el alumno más destacado de Rabí Refael Shelomó Laniado. A los trece años asombró a todos con su discurso, y superó en gran medida a todos los de su edad y más grandes aún. En el año 5495 (1735), antes de cumplir treinta y seis años, ya integraba el Bet Din de Jálab con los gigantes de la Torá de aquellos años. En el año 5503 (1743) Rabí Moshé Laniado ZT Z”L envió a Rabí Sadka Hussein a hacerse cargo de la comunidad de Bagdad, la que luego de una epidemia quedó diezmada y desorganizada. A su llegada, en poco tiempo Rabí Sadka logró reverdecer los laureles de esa comunidad, y Bagdad volvió a ser un Centro de Torá como antes.

Escribió numerosos y muy importantes libros de Torá, en especial el conocido “Tzedaká Umishpat” sobre el Shulján Aruj.

En el año 5532 (1772) una terrible peste azotó la ciudad de Bagdad, y en ella fallecieron familias enteras, muchas de grandes Jajamim. Un año después, esta epidemia acabó también con la vida física de Rabí Sadka Hussein “Harishón” ZT Z”L, a los setenta y cuatro años de edad.

Volviendo a Rabí Sadka Hussein que abordamos al principio, continuó honrosamente la dinastía su ilustre apellido. Estudió en el mítico Midrash “Bet Zilka” y en la Yeshivá de Bagdad junto a sus Jajamim Rabí Elisha Dangur ZT Z”L y su pariente Rabí Moshé Hussein ZT Z”L. Y su más dilecto Jajam fue nada menos que Rabenu Yosef Jaim ZT Z”L, el “Ben Ish Jay”. Se casó con su prima Noam, la hija de su tío Rabí Abraham Sadka ZT Z”L, quien fue su compañera durante toda su vida.

La acomodada situación financiera de la familia Hussein le permitió continuar sus estudios ininterrumpidamente, sin sobresaltos ni carencias económicas.

Rabí Sadka dedicó sus días y sus noches a un solo objetivo: Estudiar y difundir la Torá. En las noches reunía a los Yehudim que trabajaban durante el día y organizaba clases de Torá especialmente para ellos. Estudiaban principalmente Halajot, y algunas veces a la semana se quedaban hasta “Jatzot” (la mitad de la noche), y luego se quedaban a recitar el “Tikún Jatzot”. Cuando los demás se iban a dormir, Rabí Sadka se quedaba despierto estudiando y esperaba a los que llegaban para decir Tefilá con el “Netz”. Durante toda su vida, Rabí Sadka Hussein dijo Tefilá “Vatikín” y nunca se perdió ni una.

Su casa era un centro de reunión de Jajamim. Era sabido que la casa de “Jajam Sadka” (así fue conocido siempre) estaba abierta día y noche para todos. Algunos hacían de esa casa su hogar fijo durante mucho tiempo, hasta que decidían irse sin avisar, encontrando ahí cama para dormir y comida para alimentarse. Eran épocas en las que algunas veces había que protegerse de los árabes de la ciudad, que asaltaban y mataban sin piedad.

Fundó el “Midrash Talmud Torá”, donde recibía a niños de todos los niveles sociales, y los que no tenían para pagar las colegiaturas eran igualmente bienvenidos. Se calcula que por esas aulas, mientras estuvo en Bagdad, pasaron más de cuatro mil niños.

En el mes de Iyar del año 5664 (1904) hizo su primera peregrinación a Éretz Israel con otras dos familias de Bagdad: La de Rabí Yaakob Jaim Sofer ZT Z”L (Báal “Caf Hajaim”) y la de Rabí Yejezkel Ezra Rahamim ZT Z”L (Báal “Atzé Hayáar”). Después de treinta y tres duros días de viaje, llegaron al puerto de Yafo en la víspera de Shavuot. Luego de un mes de visitar los Lugares Kedoshim, regresó a Bagdad pasando por Siria en un viaje que duró tres meses.

Veintidós años después, hizo Aliá. Ahora se llevó a toda su familia, y se estableció en Yerushalaim. A su llegada, fue nombrado Rab Harashí de la comunidad iraquí, y su figura era de las más respetadas en todas las comunidades de Éretz Israel. Fundó, con sus propios recursos, el Bet Hakenéset “Shemesh Tzedaká” en el vecindario de Gueula, y lo decoró con todos los lujos posibles: Un “Arón Hakódesh” hermoso, Tebá, Séfer Torá, y todo lo que necesita un Bet Hakenéset, pero de la mejor calidad. Y lo mismo que acostumbraba a hacer cuando vivía en Bagdad, siguió haciéndolo en Yerushalaim: Tefilá “Vatikín”, Shiurim para “Baalé Batim”, “Tikún Jatzot”, y todo lo demás.
Paralelamente, para él mismo no le quedó dinero para comprar una vivienda. Durante el resto de su vida se vio obligado a pagar renta donde residió.

Entre los discípulos de Rabí Sadka Hussein se cuentan: Los Rishonim Letzion Rabí Itzjak Nissim ZT Z”L, Rabí Mordejay Eliahu ZTz”L y Rabí Obadia Yosef ZT Z”L (él fue quien convenció a su padre Rabí Yaakob Yosef ZT Z”L de que enviara a su hijo a la Yeshivá Porat Yosef). Podemos mencionar también a Rabí Yehuda Tzadka ZT Z”L, a Rabí Bentzion Abba Shaul ZT Z”L y a Rabí Yaakob Musafi ZT Z”L, su sucesor.

Escribió dos libros llamados “Mekitz Nirdamim”, en los que se refería a la necesidad de regresar en Teshuvá y de no apartarse de nuestras raíces, en los aciagos años de la Shoá.

Un oscuro día de viernes, Rosh Jódesh Adar del año 5621 (1961), a los ochenta y cinco años, lúcido y activo, su alma pura se elevó a las alturas celestiales, y fue llevado al Bet Hajaim “Sanhedria” de Yerushalaim, junto a los grandes Jajamim que allí descansan.

Que su mérito nos proteja. Amén

 

 

 

Fuente: Revista Jodesh Tob Adar