Enlace Judío México.- Sin duda alguna, el patinaje artístico es el deporte más hermoso que se vive en los Juegos Olímpicos invernales y posiblemente es la disciplina deportiva más bella, por ello, sólo en Enlace Judío, en esta época olímpica invernal, te platicamos quién lo inventó y cómo surgió este magnífico deporte.

ISAAC SHAMAH EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO.

Para platicarte la historia del patinaje artístico y del responsable de este deporte artístico, en esta ocasión te voy a pedir que nos traslademos mentalmente a 1878, año en el que Rusia vencía al gran imperio otomano y tomaban una fuerza en Europa, que los haría llegar a niveles de grandeza extraordinaria y poder desmedido que traería consecuencias negativas en la historia. En ese mismo año, Louis Rubinstein, un chico judío de 17 años, que vivía en Canadá, gracias a la inmigración de sus padres desde Polonia, sorprendía a todo su país al ganar oro en el campeonato de patinaje; sin embargo, en aquella época el patinaje no era como ahora, debido a que no contaba con danza ni con música.

Después de ganar la medalla de oro en el campeonato de patinaje sobre hielo, Louis sentía que algo le faltaba a aquel deporte en el cual los participantes sólo hacían figuras en el hielo, pero no contaban con una rutina con danza, con saltos espectaculares o con los giros que hoy en día conocemos, por lo que a Rubinstein se le ocurrió incorporar todo esto en sus demostraciones.

Al principio a Louis lo veían como un lunático que hacía cosas diferentes en la pista, pero poco a poco lo comenzaron a ver como un innovador que estaba revolucionando el deporte.

Años más tarde, Louis se había convertido en el mejor patinador del mundo y su nombre ya sonaba en toda la orbe.

Para 1890, el patinaje ya se acercaba a ser lo que hoy en día conocemos como patinaje artístico, ya que ya contaba con la danza, los brincos y toda la magia que conlleva este deporte, gracias a las innovaciones de aquel chico judío que se quiso salir del guion.

Para este año el campeonato mundial estaba por arrancar y todos los patinadores ya tenían una rutina en las competencias, la huella de Rubinstein se veía en el deporte. En el campeonato mundial de patinaje, que curiosamente sucedió en Rusia, Rubinstein, que llegaba con 29 años de edad, sufrió el poder desmedido de aquella Rusia, ya que el antisemitismo y la intolerancia hacia la gente que no fuera lo que ellos veían como poderoso, había crecido de manera inimaginable y debido a esto Louis fue tratado muy mal en el país.

A pesar de todas las complicaciones que Rubinstein vivió en Rusia, el padre del patinaje artístico terminó ganando la medalla de oro  consagrando al deporte de una manera suprema  y dejando su nombre en el patinaje artístico con letras doradas.

Poco después de aquel mundial Rubinstein se retiró, pero siguió conectado con él, ya que se convirtió en el presidente de la Asociación Internacional de Patinaje, en la que siguió perfeccionando los cambios que ya había hecho en el deporte.

En 1981, 50 años después de su muerte, Rubinstein fue seleccionado para ser parte del Salón de la Fama del judaísmo en el deporte. 3 años más tarde, el Salón de la Fama Internacional del Patinaje Artístico, también lo inmortalizó.

En 2016, Canadá nombró a Louis como ciudadano histórico.

 

 

*Agradezco la contribución de Liz y de todo nuestro equipo de Enlace para la creación de este artículo.

 

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