Enlace Judío México.- La iniciativa se llevará a cabo gracias al esfuerzo del músico y pianista Francesco Lotoro, que lleva casi treinta años rastreando piezas perdidas escritas en trozos de papel, papel higiénico y de periódico.

Francesco Lotoro (Barletta, Italia, 1964) lleva casi treinta años con una obsesión: rastrear la música compuesta por las víctimas de los campos de concentración nazis. Un propósito que, por fin, llegará a buen puerto en abril, cuando muchas de esas piezas, perdidas durante décadas, se escuchen por primera vez durante un concierto en Jerusalén.

Lotoro, profesor de música, compositor y pianista, rastreó miles de canciones, sinfonías e incluso óperas compuestas en campos de concentración, de trabajo forzado y de prisioneros de guerra en Alemania y otros países, antes y durante la Segunda Guerra Mundial.

Durante la búsqueda, rastreó cientos de librerías y archivos, y se entrevistó con supervivientes del Holocausto. Todo aquello dio como resultado la localización de unas 8.000 piezas de música, incluyendo partituras escritas en trozos de papel, papel higiénico y de periódico, compuestas tanto en campos del Eje como de los Aliados.

Más de medio siglo después de su creación, parte de esta música podrá ser escuchada por primera vez, gracias a la interpretación de la orquesta sinfónica Ashdod de Israel, dentro de los actos que se están preparando para conmemorar el 70 aniversario de la fundación del Estado de Israel.

Piezas inéditas.

Entre las piezas “inéditas” se encuentra una canción escrita por la escritora y compositora judía Ilse Weber, quien trabajó como enfermera en el hospital del campo de concentración de Theresienstadt, donde enseñó algunas de sus composiciones a los niños. Cuando el marido de Weber, Willi, fue deportado a Auschwitz en 1944, ella decidió trasladarse voluntariamente allí con su hijo pequeño, Tommy, y la familia murió gaseada.

Aunque ninguna de las canciones que Weber compuso en el campo de concentración se conservó escrita, una de ellas fue memorizada por Aviva Bar-On, una niña con la que coincidió en Theresienstadt; ella, ya una anciana superviviente del Holocausto, será la encargada de interpretarla en Jerusalén.

La orquesta sinfónica Ashdod también interpretará «Tatata», de Willy Rosen y Max Ehrlich, quienes, antes de su deportación de Westerbork a Auschwitz lograron sacar de contrabando una carpeta que contenía sus manuscritos y que fue descubierta décadas más tarde en un ático de Holanda, a punto de ser tirada a la basura.

 

 

Fuente:unidosxisrael.org