Enlace Judío México – Este es el general Eliezer Shkedi, el ex comandante de la Fuerza Aérea de Israel. Su padre, Moshe Shkedi, falleció hace 2 años. Él nació en Hungría. En 1944 saltó de un tren. Toda su familia fue asesinada en Auschwitz. Le tomó 2 años después de la guerra para entender que estaba solo en el mundo. Y llegó a Israel.

En esta entrevista, Eliezer Shkedi Cada vez que estoy ahí, busco a Jerusalén. Espero encontrar a Jerusalén. La ciudad es el símbolo. Es el símbolo. Es el símbolo del Estado de Israel. Es el símbolo de la Nación Judía. Es el símbolo probablemente para ti y para mí. Este es el general Eliezer Shkedi, el ex comandante de la Fuerza Aérea de Israel.

Mi padre, Moshe Shkedi, falleció hace 2 años. Él nació en Hungría. En 1944 saltó de un tren. Toda su familia fue asesinada en Auschwitz. Le tomó dos años después de la guerra para entender que estaba solo en el mundo. Y vino a Israel.

Moshé no sabía que su hijo Eliezer se convertiría en uno de los más poderosos y queridos líderes militares en el Estado de Israel. Shkedi sirvió como comandante principal en contra de los países que no tienen frontera con Israel, al liderar el Comando Israel-Irán, establecido para coordinar las operaciones militares israelíes y la recolección de inteligencia en contra de Irán. Él incluso lideró a la Fuerza Aérea de Israel durante la Segunda Guerra de Líbano. Pero cuando se le pregunta sobre cuál fue la historia que más lo definió, esta es la historia que cuenta.

Cuando era el comandante de la Fuerza Aérea de Israel tuve muchas invitaciones para estar en cada evento en Israel. Honestamente, no me gustan los eventos. Hablaba con mi secretaria y usualmente ella decía, “Muchas gracias, él tiene mucho trabajo que hacer y no participará”. Un día vino conmigo y me dijo, “¿Sabes? Tienes una invitación del presidente Peres para una cena con él y con el presidente de Hungría”. Y le dije a Avital, mi secretaria, “Agradézcale al presidente Peres, pero dígale que no participaré”. Un par de semanas más tarde, cuando hablábamos sobre la próxima semana, me dijo, “¿Sabes? La próxima semana tienes una cena con el presidente Peres y con el presidente de Hungría”. Yo le dije, “Pero, ¿cómo? ¿No te dije que cancelaras?”. Ella me dijo, “Creo que se equivocó: no lo cancelé”. ¡Me dijo eso a mí! Entonces tenía dos opciones: la primera era matarla; la segunda era que quizá ella sí estaba en lo correcto y que yo estaba equivocado. Y me di cuenta de que probablemente sí estaba ella en lo correcto. Así que le dije, “Llámele al presidente de Israel y dígale que iré y que me gustaría que mi padre vaya conmigo”. Ella habló y dijo, “Por supuesto, el presidente Peres estará muy entusiasmado de invitar también a su padre”. Le hablé a mi padre y le dije, “¿Sabes papá? Al presidente Peres le gustaría invitarte a ti a una cena con él y con el presidente de Hungría, y yo iré contigo”. Hubo silencio al otro lado del auricular. Después de unos segundos me dijo, “Iré”.

El día llegó, pasé por él y nos encaminamos a Jerusalén. Silencio en el auto. Yo estaba con mis pensamientos, él con los suyos. Antes de entrar a Jerusalén me preguntó, “¿Sabes qué es lo que pasa?”, y le dije, “Por supuesto, vamos a una cena con el presidente Peres y con el presidente de Hungría y más tarde te llevaré de vuelta a casa”. Y me dijo, “¡Tú no entiendes nada!”. Estoy hablando a todo el pueblo judío alrededor del mundo, probablemente todos entenderán que esto fue como la canción “Jad Gadiá” del seder de Pésaj. Dijo: “Yo Moshé Shkedi voy a Jerusalén la capital del Estado de Israel y la capital de la Nación Judía”. Desde el inicio, “Yo Moshe Shkedi voy hacia Jerusalén y me voy a encontrar con el presidente Peres, que es el presidente del Estado de Israel y de la Nación Judía”. Desde el inicio, “Yo Moshe Shkedi, el presidente Peres, voy a este encuentro con mi hijo que es el comandante de la Fuerza Aérea de Israel y de la Fuerza Aérea de la Nación Judía”. Ese era el título que me dio a mi. Y dijo otra vez desde el inicio, “Moshe Shkedi… el presidente Peres… mi hijo… voy a encontrarme con el presidente de Hungría, donde hace 65 años el valor de mi vida era menor que el valor de un perro muerto”. Desde el inicio, “Moshe Shkedi, presidente Peres, mi hijo, el valor de mi vida… y el presidente de Hungría ¡no sabe que se va a disculpar!”. Y entonces llegó al final y me dijo, “¿Sabes? Si alguien me preguntara hace 65 años el sueño más increíble que pudieras imaginar, jamás hubiera imaginado que soñaría con algo parecido a esta situación”. Y estaba en lo correcto. Este es el significado de la proporción. Este es el significado del optimismo. Y yo personalmente soy muy optimista sobre el Estado de Israel y de la Nación Judía. Y esta es la historia de inventar a Israel día tras día. Y el presidente de Hungría pidió perdón.