Vestidos para vivir

Enlace Judío.- En el día de Kipur se lee en el Séfer Torá la primera y la última parte de la Perashá Ajaré Mot; una de las dos que leemos este Shabat. En la mañana se lee la primera parte, que se refiere a los servicios que realizaba el Cohén Gadol en el Kódesh Hakodashim el día de Kipur. Y en la tarde se lee la última parte de la Perashá, que trata de las advertencias de no cometer adulterio.

RAB. DAVID ZAED

Hay varias explicaciones de por qué se lee en Yom Kipur el tema de las advertencias de los pecados inmorales en Yom Kipur. La siguiente es una de ellas:

En esta Perashá, cuando la Torá se refiere al tema del adulterio, utiliza las palabras: “no descubrir la desnudez”, para expresarse de una manera decorosa acerca de una cuestión muy delicada.

En Yom Kipur leemos este párrafo, porque es como si le estuviésemos diciendo a Hashem: “¡Ribonó Shel Olam! Tú nos encomendaste a no ‘descubrir aquellas desnudeces’ indebidas. Hemos cumplido con tu mandato, y ahora te pedimos que Tú no nos descubras las desnudeces de nuestros pecados, y nos perdones, para que estemos inscritos en el Libro de la Vida…”.

Pensando en tu futuro

Leemos en la Perashá Kedoshim: “Frente a la senectud te pondrás de pie. Y privilegiarás la faz de un anciano. Y temerás de tu D-os; Yo soy Hashem” (Vaikrá XIX 32).

De estas palabras aprende Rabí Abraham de Germania que cuando veas a una persona muy anciana, y no puede estar parada, si estás sentado debes levantarte y cederle tu asiento. Y si es una persona mayor pero no es muy grande y podría estar parada, no tienes que darle el asiento directamente, sino que puedes hacer un gesto de ponerte de pie y preguntarle si quiere sentarse en tu lugar, y esto es una señal de respeto.

Y lo que está escrito: “Y temerás de tu D-os. Yo soy Hashem”, se refiere a que si no honras ni respetas a los ancianos, Yo soy el Único que lo sabrá, y haré contigo lo mismo: cuando seas anciano, no te honrarán ni te respetarán. Y si lo haces, te recompensaré con larga vida y el respeto y el honor de los demás.

Salva a tu hermano

“No vayas de chismoso con (la gente de) tu pueblo. No te detendrás ante (el posible derramamiento de) la sangre de tu compañero; Yo soy Hashem. No odies a tu hermano con tu corazón. Reprochar reprocharás a tu semejante, y no cargarás sobre él un pecado” (Vaikrá XIX 16-17); así está escrito en nuestra Perashá.

El Gaón Rabí Itzjak Goldwasser Shelit”a comenta al respecto:

Aparentemente no hay una relación directa entre el principio y el final del Pasuk mencionado en segundo término. Por lo tanto se podría explicar que tanto la primera parte como la última de este Pasuk se refiere a cuando la persona ve a su compañero cometiendo un pecado. En ese momento nace una animadversión hacia el otro, pero ese sentimiento no debe ser guardado en el corazón, sino que en lugar de odiarlo hay que reprenderlo para que no vuelva a cometer la falta.

Rabenu Moshé Bar Najmaní explica la expresión “No cargarás sobre él un pecado”, como que “deberás culparte a ti mismo si el otro peca y no lo has reprendido”. Y Rash”í le da otra interpretación: “No lo avergüences en público (con tu reproche)”.

De acuerdo a la interpretación de Rash”í, podríamos graficarlo con un ejemplo:

Shimón ofendió en público a Reubén. Entonces llegó Leví, y en represalia ofendió a Shimón en público. ¿Acaso con esta actitud de Leví, Shimón va a aprender la lección y se va a componer? Lo que le diría Shimón a Leví sería: “¡Antes de reprenderme a mí, arréglate tú mismo! ¡Porque en el momento que me estás hablando, tú estás cometiendo la misma falta!”.

El objetivo de todo reproche debe ser el impedir que se vuelva a pecar. Y si ese mismo reproche se hace mediante un pecado (avergonzando al otro), no va tener ningún resultado positivo. Por eso en la Torá se puntualiza que cuando se va a reprochar al otro no se haga indebidamente; para que no sea “peor el remedio que la enfermedad”.

Ahora se puede entender la relación entre el principio y el final del segundo Pasuk:

• “No odies a tu hermano en tu corazón…” – Si realmente quieres a tu hermano y no lo odias, no te quedarás callado cuando lo veas pecar.

• “Reprochar reprocharás a tu semejante…” – Repréndelo y hazle ver su error, pero…

• “No cargarás sobre él un pecado” – No lo hagas de manera que se avergüence en público, porque si no, en lugar de componerlo vas a agravar más su situación, y cargarás tú y él con el pecado.

Y también se puede relacionar todo lo antepuesto, con el Pasuk mencionado en primer término:

* “No vayas de chismoso con (la gente de) tu pueblo…” – Cuando reproches a tu compañero, no lo hagas de manera que se entere “todo el mundo”, porque se avergonzará.

* “No te detendrás ante la sangre de tu compañero…” – Si ves que alguien persigue a tu compañero para hacerle daño, no puedes quedarte parado (sin hacer nada), sino que tienes que ayudarlo y salvarlo (Pirush Rashba”m). Y si así nos encomendó la Torá cuando tu compañero es perseguido por otro ser humano, ¡cuánto más y más debemos ayudarlo (con una reprimenda) cuando está siendo perseguido por su peor enemigo, que es el Yétzer Hará!

* “Yo soy Hashem” – Recuerda que Hashem sabe lo que encierra tu corazón y que conoce la intención con que hiciste el reproche (ver Pirush Rash”í).

La Halajá de la semana

P. Si se sabe que una persona podría perder dinero o bienes materiales, ¿está permitido permanecer inactivo, o hay que advertirle al otro de dicho peligro?

R. En nombre del Radba”z se establece que si alguien tiene conocimiento de que otro puede tener una pérdida material importante, está obligado a hacerle saber al posible damnificado y salvarlo o impedir que tenga esa pérdida. Y si no lo hace, transgrede la prohibición de “No te detendrás ante la sangre de tu compañero”.

(Kenéset Haguedolá – Sh. Aruj J. Mishpat 605)

El proverbio de la semana

• “No hay cosa en el mundo que muestre mejor al individuo, que su habla. La boca dice de la persona quién es” – Zóhar Hakadosh

¡Shabat Shalom!